Textos clásicos
Dancus Rex
Introducción
Esta obra es sin ningún lugar a dudas la más difundida en la Edad Media europea. Además de los dieciséis manuscritos que conservan la versión latina nos ha llegado en traducciones al italiano, francés, castellano, catalán, portugués, inglés1 y sueco.
Muy poco se sabe sobre los orígenes de esta obra. Gunnar Tilander2 la creía oriental y traducida en la corte normanda de Sicilia; para esta afirmación se basaba en la existencia de una serie de palabras de origen normando y la fechaba en el siglo XII. Hoy la opinión más extendida es que se trata de una obra redactada en la Sicilia normanda de mediados del siglo XII, sin ningún tipo de antecedente oriental, a pesar de la ambientación oriental del prólogo, sin duda el elemento más curioso de todas las obras del primer período de la literatura cetrera.
La versión castellana se conserva en el manuscrito V.II.19 de El Escorial
(fols. 156v-160v) copiado en el primer cuarto del siglo XIV. Además de
esta versión completa, varios capítulos (caps. 1, 13, 14-16, 23, 26, 28)
fueron incluidos en la obra antológica titulada Tratado de
cetrería, conservada en el manuscrito 9 de la Real
Academia Española; otros pocos (caps. 1, 2, 6, 12-14, 19, 23, 24, 26,
29) en el Modo de melecinar
las aves (manuscrito 2305 de la Biblioteca
Universitaria de Salamanca, fols. 70v-78, del siglo XVI-XVII). Juan de Sahagún, que
menciona los libros del rey Balarte
, el de Danchis
y el
de Arasante, fijo del rey Galiziano
(fol. 80v), incorporó
cuatro capítulos (11, 19, 20, 27) en su Libro de las aves que
cazan y otros muchos autores y textos lo mencionan para
autorizar sus obras como, por ejemplo, Juan Arias
Dávila Portocarrrero en su Discurso del falcón
esmerejón, en el que dice que un Rey que se llama el Rey
Dangios grande Filipo, escrivió un libro d'esta professión
(Prólogo, fol. 3).
Se trata, si tomamos con punto de comparación la versión crítica editada
por Tilander3, de una colección de treinta y dos recetas, aunque
la versión castellana solo conserva veintiocho y la catalana tiene
treinta y tres rúbricas, precedidas por un interesantísimo prólogo en el
que se expone la génesis de la obra. La ficción que sigue el prólogo es
que a la corte del rey Dancus, situada en la ciudad de Balatram, llegó
el rey Galaciano para que el rey Dancus le enseñase sobre las
malabtías de los falcones e de las otras aves
. El rey Dancus no
creyó pertinente enseñar al rey Galaciano, pues non só tan digno que
vos seades mio discípulo
, y le propuso que si vos avedes
voluntad de saber algo, si avedes algún fijo, enbiatlo a mí, e por
la vuestra amor demostrarl' é aquello que yo sé
. El rey
Galaciano entonces le envió su hijo Aranasium y el rey Dancus fue
atanto pagado d'él que en un año le enseñó quanto él sabié
.
Por la naturaleza de la recopilación del manuscrito V.II.19 no está muy claro si las dos frases que aparecen entre el texto de Dancus rex y Guillelmus Falconarius pertenecen al primero o al segundo. Por el contexto parecen referirse a Dancus Rex:
Et este maestro non dixo mentira sinon verdat. Et todas estas melezinas son buenos remedios.
Sin embargo, si nos atenemos al texto latino es el inicio del prólogo de Guillelmus Falconarius:
Iste magister non fuit mendax sed verax. Iste medicine sunt bone et perfecte et multum probate4.
lo cual lo se ve apoyado por el inicio de la versión catalana que, tras
el incipit Comensa lo libell de maestre falconer
, dice:
En G. falconer no fo monsebeguer mas vertader en la art dels falchons, les medicines del qual són bones e acabades e molt provades5.
Tanto Tilander6 como José Manuel Fradejas Rueda7, editores de la versión castellana, lo consideran como epílogo de Dancus Rex debido a la conjunción copulativa.
La versión catalana es un descubrimiento moderno, pues a lo largo de los
últimos cien años no se sabía de su paradero. Las primeras noticias las
ofreció José Gutiérrez de la Vega8 y daba como propietario a Enrique de Leguina; años
más tarde Francisco de Uhagón y Enrique de Leguina9 atribuían la propiedad a José López de Ayala.
Conservada hoy en la biblioteca de la Fundación Francisco Zabálburu y
Besabé (Madrid). Consiste en el prólogo, tabla de capítulos, con treinta
y tres rúbricas, el texto de los capítulos y concluye con el explicit
És plegat lo libre del rey Dancus
"10. Lo más intereante, sin embargo,
de esta versión es que no deriva del mismo grupo de manuscritos que las
demás versiones vernáculas, pues presenta dos capítulos ausentes en las
demás traducciones11. Según Garcia Sempere, editora del
texto catalán, les obres catalanes segueixen bastant fidelment els
models llatins
12, los latinos.
En el manuscrito Sloane 821 de la British Library, entre los folios 33v-44, se encuentra el Tratado do muito nobre rei d'Ancos. A pesar de este título no se trata de una versión protuguesa del Dancus Rex13. La versión portuguesa más completa (un tercio del total) se encuentra en otro de los textos conservados en el manuscrito Sloane, en el titulado Citraria e falcoaria velha.
1 Se ha demostrado que la influencia del Dancus Rex en Inglaterra es mucho más amplia y no se limita a la versión editada por Gunnar Tilander ("Traduction anglaise de Dancus", Studia Neophilologica, 22 (1949-50): 194-207) como demuestra Rachel Hands ("Dancus Rex in English", Mediaeval Studies, 35 (1973): 354-69). No se ha de confundir esta versión medieval inglesa con la moderna publicada por George Kotsiopoulos (The Art and Sport of Falconry, Chicago: Argonaut, 1969, reeditado en Falconry Uncommon, Surrey (Canadá): Hancock House, 1999).
2 Gunnar Tilander, Dancus Rex, Guillelmus falconarius, Gerardus falconarius: les plus anciens traités de fauconnerie de l'occident publiés d'après tous les manuscrits connus, Lund: Carl Bloms, 1963).
3 Tilander, Dancus Rex, …
4 Tilander, Dancus Rex, …, p. 134.
5 Marinela Garcia Sempere, La versió catalana medieval dels tractats de falconeria "Dancus Rex" y "Guillelmus falconarius", Alicante: Universidad, 1999, p. 55.
6 Gunnar Tilander, Traducción española de "Dancus Rex" y "Guillelmus Falconarius" publicada según el manuscrito escurialense V-II-19 de la segunda mitad del siglo XIII, Karlshamn: Johanssons, 1966, p. 25.
7 José Manuel Fradejas Rueda, Antiguos tratados de cetrería castellanos, Madrid: Caïrel, 1985, p. 72.
8 José Gutiérrez de la Vega, "Bibliografía venatoria española", en Libro de la montería del rey D. Alfonso XI, Madrid: M. Tello, 1877: cxlv, nº 2.
9 Francisco de Uhagón y Enrique de Leguina, Estudios bibliográficos: la caza, Madrid: Ricardo Fe, 1888: 22-23, nº 110.
10 Garcia Sempere, La versió catalana…, p. 51.
11 José Manuel Fradejas Rueda,"La traducción catalana de Dancus rex: notas provisionales", en Homenaje al Profesor José Fradejas Lebrero, Madrid: UNED, 1993, I, pp. 119-26.
12 Garcia Sempere, La versió catalana…, p. 26.
13 Este Tratado do muito nobre rei d'Ancos se encuentra dividido en tres partes de distinta extensión y origen. La primera (fols. 33v-35v) la constituyen ocho capítulos que son una versión portuguesa de fragmentos procedentes del Libro de la caza de las aves de Pero López de Ayala. De la segunda (fols. 36-38v), que originalmente debió de ser más extensa de lo que se ha conservado, aun no se han podido establecer las fuentes, aunque parece tener alguna ligera reminiscencia del Guillelmus Falconarius. La tercer y última parte (fols. 39r-44v) la constituyen veintiún capítulos procedentes de varias fuentes: Pero Menino, Francisco Mendanha, Dancus Rex, Gerardus Falconarius y del De medicaminum avium (la versión castellana de esta obra es el Libro de los azores). Para más detalles véase J. M. Fradejas Rueda, "Aproximación a la literatura cetrera portuguesa", e-Humanista, 8 (2007): 197-226.
Creación / última revisión: 13.06.2012