Textos clásicos


Diogo Fernandes Ferreira

Arte da caça de altaneria

Portada traducción española

Al excelentísimo señor Marqués de Priego.

El traductor desta arte.

Con el águila, princesa

de aves, se coronó

el romano, y la tomó

por divisa y por empresa.

Honrose Agis con ella,

rey valeroso espartano,

pero puesta en vuestra mano,

es más hermosa y más vella.

El águila, ave sim par,

de todas es la corona,

y la que más la corona

es la casa de Aguilar.

Escriben los naturales

de una avecilla pequeña,

que con su calor se empeña

en los aires celestiales.

Con su favor sube y baxa

mas como es con su favor

la baxa le causa onor,

que con tal favor no ay baxa.

Esta humilde tradución,

hecha por vuestro mandado,

el ave es, que a vuestro lado

sube a suprema región.

No en ello se desbaneze,

que conoce su humildad,

y en tanta desigualdad

por obediente mereze.

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Prólogo al letor

Quando me dispuse a escrevir esta ciencia de la caça de altanería, mi principal intento fue mostrar a mis naturales un arte con la qual huyessen la ociosidad, y los príncipes y señores tuviessen hombres sabios y práticos que los supiesesen servir en ella con satisfación y agradar con experiencia.

Esta arte se divide como las demás en prática y teórica. La teórica pueden saber reyes, príncipes y señores y todo género de personas leyendo esta, aunque no la exerciten, que tiene reglas y precetos que enseñan a caçar. La prática está en el uso, sábese por la costumbre (la cual entre nosotros está sepultada), por lo qual no perdoné el trabajo (siendo de setenta años) de sacar a luz esta ciencia por averme criado en ella desde mi niñez caçando con açores, halcones, gavilanes y esmerejones, la qual enseña cómo los hombres an de criar estos desde pequeños sueltos en el aire y, después de criados, a caçar, y cómo pueden venir [fol. 3v] de ultramar bien tratados. Nombra todas las suertes de aves de rapiña y quáles sean las reales, y quántos géneros ay de halcones, y cómo por los plumages, talles y faiciones se conocen los mejores. Muestra quáles sean sus enfermedades y los remedios y medicinas para cada una dellas. Declara la causa por qué de las aves de rapiña son mayores las hembras que los machos y mejores caçadoras. Y cómo la naturaleza crió también abes de rapiña noturnas. Y cómo con el búho se toman halcones, gavilanes, açores y todo género de aves que se sustentan de rapiña con armadillos, que [también] enseña.

Da precetos a los curiosos para saber governar todo género de aves de caça, y cómo se procederá con los açores venidos de Noruega, en la enseñança de su caça, qu’es al contrario de los de España. Trata del pasaje y peregrinación de las [fol. 4r] aves del norte y de los últimos montes de la India a inbernar a nuestra España, en cuya compañía passan los halcones [y] neblíes y baharíes peregrinando por toda Europa. De algunas aves de notable grandeza haze capítulos diferentes. Dize cómo tornando estas a criar sus hijos vienen otras a estos reynos a hazer sus nidos, y cómo se recogen pasando el berano a invernar a las partes de África de adonde vinieron. Muestra la diferencia que ay de las aves silbestres a las agrestes, y cómo la naturaleza enseñó a cada uno destos géneros a conserbar su especie y hasta a las tifillas, teniendo sus hijos criados, dio modo para que se pasen a África.

Y si en la escritura pasé los límites de la caça, no fue inadvertencia, porque la varia lección deleyta y las cosas de la naturaleza no enfadan, y si mi estilo no fuere [tan levantado] como [fol. 4v] combiene al altanería, pido al letor amigo perdone la falta de mi eloqüencia, que [yo] lo que combiene al arte diré, como Guido de Cauliaco en el capítulo general de su Ciruxía: "Sufficit facere quod ars precepit".

Valle.

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Advertencia de los bocablos desta

arte y de la significación dellos

En la plática desta arte de la caça como en todas las demás, andan introducidos algunos bocablos que solamente se usan en ella, y serán estraños a las personas que della no tuvieren mucha noticia, por lo qual me pareció cosa conbeniente declarar algunos bocablos de los que uso en esta arte por no mudar estilo haciendo rodeo de palabras sin las quales no se pudiera declarar la propiedad de la cossa. Los verbos pertenecen al arte, y muchos de los nonbres a las propias aves de rapiña.

Decimos halcón prima, azor prima, gavilán prima, esmerejón prima y de la misma manera dezimos halcón, açor, gavilán, esmerejón torçuelo. Las henbras destas aves son las primas, y los torçuelos los machos. No hallo de donde nazca esta diferencia de nonbres más de que estas aves son nobles y esta plática de caça de altanería inventada para reyes y nobles del mundo, y por no dezir halcón henbra y halcón macho, por policía, [fol. 5v] se mudó en prima y torçuelo. No como algunos piensan que prima sea aquel que nace primero en el nido, y que por esta causa se nonbre assí. Las henbras, que son las primas en las aves de rapiña, todas son mayores de cuerpo que los machos, la causa por qué lo sean, y mejores en la caça que los torçuelos, se verá en el capítulo del águila con mucha satisfación.

Los nonbres adjuntos a estas aves son plumages, los quales significan propiamente las pintas de las plumas, con las quales están cubiertos los pechos destas, porque unas dellas son pintadas en los pechos de blanco y negro, otras de plumas rubias, y las pintas del mismo color con algunas diferencias. Otras varían (como se verá en el capítulo de cada suerte de halcones) por las quales el caçador conoce al açor o halcón y a los demás, y para qué puede ser de probecho cada uno; que la naturaleza no se descuidó mostrando en las aves lo que no escondió en los honbres, porque a unos hizo coléricos, a otros flemáticos, a otros [fol. 6r] melancólicos, a otros sanguíneos, y conforme la predominación de los humores así les dio la color de los cabellos y rostros. A los coléricos hizo rubios, a los flemáticos blancos, a los melancólicos morenos, a los sanguíneos rojos, y conforme a los colores y mezcla de los humores se juzgan las inclinaciones de los honbres, assí en las aves según las colores de las plumas y pintas que tienen en los pechos (a que llamamos plumages) los escogemos. Tienen mas en las alas plumas de diferentes nonbres, y ellas diferentes en sí. A unas llaman hozes o piñones, que son las que están en los encuentros de las alas; a otras cuchillos y nacen de las puntas de las alas; a otras llaman tixeras que son las primeras que se ven en las puntas de las alas y son a modo de tixeras, y menores que las reales. Las plumas reales son las más largas de todas y están junto de las tixeras hasta la vuelta del ala; partidores son aquellas que nacen en la junta de las alas de la vanda de dentro; las aguaderas se llaman todas aquellas que acompañan las alas hasta la cola; las coverteras son aquellas que cubren las plumas reales y amparan el nacimiento dellas y sirven [fol. 6v] como de fortificación, para así hazerlas hermosas, fuertes y más voladoras, que las crió la naturaleza para que en estas aves nobles estubiesse todo perfeto y acavado.

Canillas de las piernas, que en nosotros tienen este nonbre, en las aves se llaman çancos, y los pies, manos, y los dedos de en medio llaman ciñideras, y los dedos qu’están solos por sí, alcanço o pressa; a las correas que traen puestas en los çancos llaman piuelas, y a las que tienen los cascabeles, mallos; a las con que atan el halcón en la vara llaman lonjas; la correa que va del tornillo a las lágrimas o cuentas se dice saltillo o corpiño; al palo en que acostunbran poner y atar al halcón, alcándara; lo que trae en la cabeça, capirote, el qual se le pone para que esté quieto en el lugar donde el caçador lo pusiere. Guarnecer llaman los caçadores quando tienen sus aves concertadas y proveídas de todas estas cossas cumplidamente.

Plumada es un bulto pequeño hecho de plumas del tamaño de la cabeça de un dedo pulgar (si fuere de halcón) que los halcones y gavilanes y açores echan por [fol. 7r] la boca cada día por la mañana, el qual vulto es conforme al cuerpo del ave, y se ajunta en el buche de las plumas y goseçuelos que estas aves comen mezclados con la carne de las aves de que se cevan. La carne como blanda se cuece en el buche y la naturaleza encamina aquellas hezes al lugar que para esso por ella está diputado, al qual por la onestidad llaman obero, y la immundicia se llama tollidura o pluma.

Dormida es el árbol que el halcón o cada una de las aves tiene conocido para reposar, y donde van a dormir todas las noches como a casa suya.

Querencia es aquella parte o lugar donde estas aves de verano acostunbran criar sus hijos, sean bosques de arboledas o rocas de altíssimas peñas.

Desainar es verbo que significa propiamente traer las aves en la mano de noche; estas, después de averlas sacado de la muda (que para que muden bien las plumas viejas, y críen otras de nuebo, bien fornidas, les dan a comer buenas viandas, ellas bien curadas y quietas en la cassa de la muda toman mucha carne y crían saín y enjundia, y al salir de la muda están ásperas por mansas que entren en ella), como en aquel [fol. 7v] tienpo no se traen en la mano se hazen esquibas y toman orgullo, y para tornarlas a ablandar y poner en las carnes que conviene para caçar trabajan con ellas de noche; este trabajo llaman desainar.

Madrugar o matinar es verbo de la caça que significa levantarse el caçador de madrugada con su ave para assí tenerla a punto y con hambre para ir a caçar, porque si le dan poco de comer enflaquece, y conbiene aya prudencia, que a las madrugadas amansan y hazen hanbre.

Treinar significa enseñar las aves que apeguen en aquellas aves brabas a las quales los halcones y açores no se avían de llegar nunca sino por [enseñança i] industria de honbre. Quiero que mi halcón mate las garzas o patas brabas, doile de comer sobre la garça o pata mansa y hago que apegue en ella, y por esso le doi a comer gallina encima de la pata, y lo mismo hago en la garça, y en el milano, para que el halcón o açor, assí acostunbrado a comer sobre estas aves, teniendo perdido el miedo dellas, lançándolo a la braba por el aire affierre en ella y la enbarace hasta que lo socorran, y deste modo se treína cada ave en [fol. 8r] su cariño, [a que el portugués llama ralé,] el gavilán en el cernícalo y urraca; a esta enseñança y acción llaman treinar, y a lo que echan llaman treína, de donde dizen los caçadores "ya treiné mí halcón en tal [y en tal] ave".

Cevar es verbo que significa dar de comer al halcón, o a qualquiera ave, así como mi halcón mató la garça y el açor la perdiz, díle de comer, y aunque el caçador no se lo dé, si él come del ave que mató, también guarda el mismo nombre. La perdiz en que el açor se cevó, si queda alguna cosa della se llama cebadura.

Sopessar es verbo que significa teniendo los gavilanes o esmerejones tomados los pájaros, huir con ellos en las manos a los caçadores, lo qual tanbién hazen algunas bezes los açores con las perdices en la caça.

Ralé es el cariño, ave o pájaro a que es más inclinado el halcón, gavilán o açor. El halcón a las palomas; el açor a la perdiz; el gavilán a los pájaros pequeños i la industria humana los haze passar adelante.

Prisión es aquella ave que prende el halcón o el açor o gavilán, sea grande o pequeña.

Picadas son aquellas que dan los caçadores de la carne a su [fol. 8v] ave para hazerle agasajo, y mostrarle que son amigos, y quando le quieren dar plumadas para que engullen los hilos, los mezclan con unas migajas de carne; tanbién las rebuelben con plumas menudas para hazer plumada.

Pollo es el halcón o açor o gavilán nacido en aquel año.

Orgullo es sobervia del ave, la qual toma si no la traen en la mano y le dan de comer demasiado y de aves agrestes.

Tivio, covarde, determinado y colérico [se dice conforme la complesión y naturaleça de cada uno].

Muda es la cassa en que se pone el halcón o gavilán o açor para mudar las plumas.

Herida se llama el lugar al qual se acoge la perdiz por miedo del açor, o sean rocas, cuebas o barrancos, selvas, árboles.

Señuelo es aquella insignia hecha de cuero, en la qual se atan alas de aves y caparanchones de gallinas, con los quales llaman a los [açores y] halcones los caçadores andando volando por el aire, rodeando con aquel señuelo teniéndolo atado en una correa, y lo largan al halcón acostunbrado a pegar dél. Los portugueses lo llaman rol.

Los escudetes o conchas son aquellas aspereças que [fol. 9r] los halcones, açores y las demás aves de rapiña tienen en los çancos, hechas a semejança de escamas de pescado.

Halcón garcero es el que matas garças. Grullero el que afierra a las grullas. Altanero el que caça toda volatería. Niñego el criado en casa por los honbres [o a el aire]. Zahareño, el halcón brabo criado [en su nido] por los padres.

Citraría es nonbre desta arte de caça muy antiguo. Significa generalmente ciencia de caçar con aves de rapiña y saverlas curar, preservándolas de que no enfermen, y stándolo sauerlas curar y aplicar los remedios, así a los males exteriores como a las enfermedades interiores.

Citrero es el caçador savio, tanto como médico o cirujano.

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Edición de Beatriz TOURON TORRADO

Creación / última revisión: 08.06.2012