Textos clásicos


Juan Manuel

Libro de la caza

Introducción

El Libro de la caza de Juan Manuel durante mucho tiempo se ha tenido como el primer y fundamental libro de nuestra bibliografía1 aunque Pascual de Gayangos no lo publicó en las obras completas de Juan Manuel en la Biblioteca de Autores Españoles porque estaba falto de principio y fin.

Es cierto que es la primera obra de cetrería castellana de autor conocido, aunque ya no se le puede considerar totalmente original, su modelo subyacente es el De arte venandi cum avibus de Federico II. Se había sospechado2, pero hasta hace poco no se ha podido demostrar fehacientemente3. Lo que sí es cierto, es que se trata del primer libro dedicado a la práctica de la caza, la elección y entrenamiento de las aves de caza escrito en castellano y que aporta una serie de novedades al género muy interesantes como son las anécdotas para aligerar la carga doctrinal:

Et aun dize que sienpre ovo él por costumbre de engañar muy de grado a los [que] andan con él a caça por les fazer entrar en tales lugares que cayan o lleg[u]en a tal lugar que se ayan a reir d'ellos, et quando por otra manera non los podía engañar, que iba apriessa al logar do él dizía que solía que era el paso, et fazíales creer que quería entrar et que los que venían con él que se metían delante et cayan o afondavan, en guisa que avían todos razón de reír (cap. 12).

y que dejan entrever la pasión que Juan Manuel sentía por la caza de cetrería:

los falcones caçan las grúas derribándolas muchas vezes, así que las más vegadas tardan mucho ante que sea muerta. Et an los omnes muy grant plazer quando veen que la apartan los falcones entre las otras, et como la derriba[n] et como la faze[n] estar penada et como acorren los canes a los falcones por la tomar o por la levantar, et como acorren los falconeros et los omnes de cavallo et aun los de las mulas. Ca muy pocos son los que veen quando los falcones van con las grúas et la apartan et la derriban, et veen como sus conpañas vienen acorrer a la derriba, et entienden el peligro en que los falcones serán sinon fueren acorridos. ¡Que allá acorran todos! Lo uno por matar la grúa, lo ál por acorrer los falcones, lo ál por el plazer que toman de los falcones et de los canes quando bien se ayudan los unos a los otros. Por ende, corren allá todos quanto pueden et non catan por do van; dellos çahondan et están en grant priessa, dellos caen et vánseles las bestias, los otros corren quanto pueden (cap. 2).

El Libro de la caza solo se ocupa de los halcones altaneros (gerifaltes, sacres, neblíes, baharíes y borníes). Deja de lado los azores, ca los falcones matan la garça después que los azores la dexan e por esto es más noble (cap. 2), aunque en el capítulo segundo anuncia Juan Manuel que

des que fuere acabado lo de la caça de los falcones, ponerse á en este libro lo de la caça de los açores que don Johan sabe, et lo que oyó dezir et usar.

Desafortunadamente esta obra se ha conservado incompleta y con numerosos errores de copia en un único manuscrito, el 6376 de la Biblioteca Nacional de España. La obra está perfectamente estructurada. Comienza por dar la clasificación de las aves de caza (cap. 1), los motivos por los cuáles él prefiere la caza con halcón que con azor (cap. 2) para pasar a la descripción y elección de los mejores halcones (cap. 3), su amansamiento (cap. 4), afeitamiento (cap. 5), especialización (caps. 6 garceros, 7 grueros y 8 que no sean raleones) y caza (cap. 9). En el décimo capítulo nos introduce en un aspecto delicadísimo en la vida de las aves: la muda, para en el undécimo tocar someramente las enfermedades y su cura, tema por el que Juan Manuel no sentía ninguna simpatía ni interés puesto que

la teórica del arte de la caça es muy grave de se saber verdaderamente [...] non se atrevió él a fablar en ella ninguna cosa, salvo ende quanto tañe a lo que se allega la teórica, a lo que se agora usa en las enfermedades de los falcones. (Prólogo)

A pesar de este aparente rechazo, muestra orgullosamente los tres remedios que él desarrolló:

Otrosí quando el falcón á lonbrizes [...] Et dize don Johan que de todas las cosas que él vio para guaresçer las lonbrizes, que esto es lo mejor. Et esto aprendió él por aventura: que un día, vañando los falcones en pevrada para meterlos en la muda, cayó de aquella pevrada en la voca a un falcón que avié lonbrizes, et a muy poco rato que començó a toller las lombrizes muertas. Et después acá sienpre usó don Johan de lo fazer a los falcones que an lonbrizes quando con todas las otras melezinas non pueden guaresçer. (cap. 11)

Otrosí quando an alguna ferida de garça o de grúa, dévenle melezinar en esta manera: [...] et ponerle del ungüento blanco que faze don Johan, et luego será sano et guarido [...] Esto le deven fazer, si non pudieren aver del ungüento de don Johan; mas si de aquél pudieren aver, para qualquier manera que la ferida o la quebradura sea, sol que non sea salidura, dize don Iohan que non ha mester otra maestría, ca sin dubda con aquel ungüento luego será guarida. (cap. 11)

Et después que don Johan fizo este libro, falló otra manera para fazer a los falcones purgar de los vondejos (cap. 11).

Pero la teórica no sólo comprende los temas anatómicos y veterinarios sino también los ornitológicos. Así no establece una clasificación de las aves, parte de la idea de que todo el mundo ya sabe cuáles son las aves con que se puede cazar, tan sólo se permite aclarar que agora usan (Tabla), usan al tienpo de agora, usan caçar agora (cap. 1) y que unas son más nobles (los halcones) que otras (los azores). Nobleza que depende del modo de caza:

La primera et más noble es los falcones girifaltes, et éstos son mayores que todos los otros falcones et más ligeros et caçan más ligeramente et más apuesta (cap. 1),

et porque en la de los falcones se faze más conplidamente que en la de los açores, et por ende la puso don Johan ante en este libro. Ca los falcones matan la garça después que los azores la dexan et por esto es más noble (cap. 2),

no, como sucede en el mundo árabe, en el que la nobleza de una ave de rapiña viene determinada por su modo de alimentación, nobles (hurr) las que se alimentan de animales vivos cazados por ellas mismas y no nobles (bugat) cuando se alimentan de carroñas4.

La teoría ornitológica juanmanuelina se encuentra fuera del Libro de la caza: hay que buscarla en el Libro del caballero e del escudero, en el capítulo 41 titulado Commo el cavallero ançiano rresponde al cavallero novel que cosa son las aves en la que se halla la más maravillosa clasificación ornitológica del medievo español5. Clasificación que Juan Manuel se atreve hacer porque:

a cosa del mundo de que mas vse, en quanto visque al mundo, de caualleria afuera, fue fecho de caça; et por que yo usaua mucho della, obe a·saber mucho de las aues: ca non ha cosa que más se allegue con las maneras del cauallero que ser montero et caçador6.

El quinto asunto del Libro de la caza es el geográfico. Es, asimismo, el más novedoso de toda la obra, pero sólo se han conservado tres de los quince obispados prometidos (Cartagena, Cuenca y Sigüenza). Es una curiosa descripción, salpicada de anécdotas y protestas de no ser chufador, de las mejores riberas para practicar la cetrería, y señala las diversas raleas existentes, lo cual permite dibujar, con cierto detalle, la distribución de las especies cinegéticas en el primer cuarto del siglo XIV.

En el prólogo anuncia una sexta parte no cetrera, que está perdida:

et otrosí lo que falló en la arte del venar, que quiere dezir la caça de los venados que se caçan en el monte, escriviólo en este libro [...] Pero toda la arte del benar ponerse á en este libro después que fuere acabado [el] del arte del caçar.

De haberse conservado todo el material anunciado, el Libro de la caza habría sido el primer libro español en aunar ambas técnicas cinegéticas: la cetrería y la montería, lo que se logrará en el siglo XVI de la pluma de Juan Vallés.

José Manuel FRADEJAS RUEDA


1 Manuel Terrón Albarrán (ed.), Luis de Zapata, Libro de cetrería: facsímil del manuscrito inédito 4.219 de la Biblioteca Nacional de Madrid, Badajoz: Institución Pedro de Valencia, 1984, p. lxxix.

2 Giuseppe Di Stefano, «Don Juan Manuel nel suo Libro de la caza», Quaderni Ibero-Americani, 31 (1965): 382n12 y 383n14.

3 José Manuel Fradejas Rueda, «La influencia del De arte venandi cum avibus de Federico II en el Libro de la caza de Juan Manuel», en Los libros de caza. Tordesillas: Seminario de Filología Medieval, Instituto de Estudios de Iberoamérica y Portugal, Universidad de Valladolid, 2005, p. 41-54.

4 François Viré, «Falcoaria arabica: glanures philologiques», Arabica, 8 (1961): 273-93; 9: 37-60 y 152-92, cita en la p. 280.

5 José Manuel Fradejas Rueda, «Falconers’ ornithological classification in Medieval Spain», en La Chasse au Moyen Àge: Société, traités, symboles, Florencia: Sismel – Edizioni del Galluzzo, 2000, 63-70, cita en las p. 73-79.

6 José Manuel Blecua (ed.), Juan Manuel, Obras completas, Madrid: Gredos, 1981, p. 90.

Creación / última revisión: 28.05.2013