Textos clásicos
Muhammad ibn 'Abd Allah ibn 'Umar
Libro de los animales que cazan
(Kitab al-yawarih)
LIBRO PRIMERO
Prólogo
Aquí comiença el primer tractado del libro que es fecho de las animalias que caçan, e de sos estados naturales e accidentales. Y este libro fezo Mafomat, fijo d'Aud Alla e nieto de Homar el Acetrero de las aves e de las bestias que caçan. Dixo Mafomat: "Este libro partí en .v. tractados, e nombraré en cada tractado el número de sos capítolos".
El primer capítolo es del prólogo del libro e de las .vii. propositiones.
El .ii. capítulo cuenta de las animalias que caçan e que a los omnes tienen pro.
Terçero capítolo fabla de los tiempos en que se engendran / e en aquellos prenden y en aquellos mudan.
El .iiii . capítolo fabla de la faiçón dellas por ó las pueda omne connocer si son buenas o si no, segund judgaron los mestros que algo ý entendieron.
El .v . capítolo fabla de la natura quel faz aver tal faiçón en parecencia e en figura, e en las otras cosas que á en ellas por natura.
El .vi . capítolo diz cómo las pruevan si son enfermas o sanas, o si son esforçadas o covardas.
El .vii . capítolo diz quál cevo les convien o quál non.
El .viii . capítolo fabla de la quantía que les an a dar a comer de las carnes.
El .viiii . capítolo fabla [fol. 2v] de las electiones de las oras en que las deven comprar e ensennar e sacar a caça por arte de austrolomía.
El .x . capítolo fabla de cúmo catan agüero quando salen con ellas a caça, si avrán caça o si no.
El .xi. capítolo dize de cómo las an a aguardar e cómo las an a ensennar e cúmo deven caçar con ellas.
El .xii . capítolo dize cúmo las mudan e cúmo las guardan quando están en muda.
El tredzeno capítolo dize las naturas dellas, cómo podrán connoçer en las sennales que pareçen en ellas de fuera qué mal [an] de dentro.
El .xiiii . capíto[lo] dize quáles son las enfermedades de que non podrán guarecer. /
I
Aquí comiença el [primer] capítolo del tractado primero, el que fabla del prólogo del libro e de las .vii. propositiones. E dezimos assí porque es costumbre de todos los que fazen libros de render primeramient grado e gracias a Dios porque da gracia y entendimiento a aquellos que prenden voto por componer alguna sciencia. Tove por bien de ir por aquella carrera por ó los sabios foron, onde rendo gracias a Dios que es uno sennor espirital que non le pueden prender las terminationes, Él, que fezo sus cosas bien compuestas e bien asmadas, con grand maestría e con grand entendimiento, a la más bella faiçón e a la más limpia fremosura que podríe seer. [fol. 3r]
Digo que [a] la maestría de la caça perteneçen U tres cosas nobles entre todas las otras maestrías. La primera segund dixo aquél que fezo el libro, que Dios fabló della en sus Escripturas, e que él lo quiso demostrar a los omnes por mucho apuesto ordenamiento e por bella maestría, porqué la caça fue fallada por .vi. razones. Las .v. dellas son muy nobles e la .viª. pártese dellas en nobleza. La primera razón e la más noble es porque la amostró Dios. La segunda porque lo dixieron los sabios de su part. La tercera razón porque los reyes altos lo recibieron dellos. La quarta por los maestros que meten en obra la maestría de la caça por madami-/-ento de los reyes. La .vª. por las aves e por las bestias que caçan. Mas la .viª. razón es por las cosas que padeçen la caça que son las animalias que son caçadas. Esto todo prende la .iª. cosa de las tres cosas antedichas. La .iiª. cosa es porque es .iª. arte sacada de filosofía, ca es .iª. partida de saber governar, e saber governar es una grand partida de filosofía. La .iiiª. cosa es porque siempre perteneció a reyes, assí como es antedicho, porque siempre amaron maestría de caça, e aquellos que entendíen della, ca assí les conviene porque es una manera de apoderamiento, e por esso dizen rey, porque á poder sobre muchas cosas, e por vencer todas las cosas ques le quieren defender, [fol. 3v] e qui estas dos cosas pudiere complir conviene quel digan rey, porque lo vençe por fuerça e por apoderamiento que aya sobre las cosas ques le quieren defender, ca el regnamiento puédelo aver el rey venciendo a aquellos quel contra 'stán, e esto puédelo aver por armas e por maneras de lidiar e por esto es costumbre de los reyes de usar maneras de lidiar por tal que sean reyes. E las cosas verdaderas an unas semejanças en lo demás que semejan maneras de juego. E la lid es mester verdadero que conviene a los reyes por tal de apoderarse, e por tal de aprender maestría de lid, usan unas cosas en juego que son semejanças de lid, e es maestría de caça en que ayan depuer-/-to e rembrança del mester por que ellos regnan e por aver gozo de vencer, ca el mester primero verdadero fázenle porque non lo pueden escusar, mas el segundo, que es de juego, fázenlo por su voluntad, e este mester que es de caça faziéndoles pro en deportándose en ello es cosa muy semejante al mester verdadero que es lidiar e vençer. E por esto se trabajaron dello los reyes de las yentes tanto que mandaron a sos sabios que compusiessen libros de cómo se avíe a fazer e cómo se avíe a governar. E el omne que más nombrado fo en este menester de los filósofos romanos, fue Eraclís e Forforis e Platón e Hostar. E el más nombrado que fue de los reyes que ge-[fol. 4r]-lo mandaron fazer fue Hifiridón.
E los demás de los sabios de los turcos otrosí se trabajaron dend, e el más nombrado rey que gelo mandó fazer fue Facán, rey de los turcos. E los persios otrosí se trabajaron dend los sabios dellos, e el más nombrado rey que gelo mandava fazer fue Quisraobroyz. Los indios otrosí se trabajaron dend grand companna de los sos sabios e de los sos reyes, non que fallássemos ningún nombre de ssos sabios nin de ssos reyes, ca cada uno dellos metíe en los libros quanto ende provava, assí cumo veníen unos es pos otros. Otrosí fizieron los sabios e los reyes de Çín. /
E por quanto los sabios de cada una yent pusieron libros en este mester, e non fallamos que ningún sabio d'esta yent aráviga fiziesse nengún libro que de pro fuesse en este menester de caça ni en las cosas quel perteneçen, por esso fiz yo este libro. Que tenga pro al que lo leyere, assí que si bueno fuere segundo conviene complidamientre, rendré por ello gracias a Dios porque me guió a la derecha carrera, e si no yo fio por Él, que Él me dará buen gualardón por la buena voluntad que yo ý metí, ca yo por bien lo fiz, quier cumpla o non.
E con la ayuda de Dios agora quiero començar. E digo porqué esta maestría, e todas las otras ma-[fol. 4v]-estrías deven aver materia e forma, e movimiento e tiempo, e logar e fazedor, e artificio e semejança, e començamiento e acabamiento. Conviene a esta maestría de caça que conprenda todas estas .x. cosas principales, e á mester ayudorio porque es menester muy sotil. La materia es las animalias que caçan. La forma es buscar la caça en el logar ó la pueden fallar las más vezes. El movimiento es en echar las aves o las bestias que caçan. El tiempo es la sazón de la caça. El logar es el logar del venado. El fazedor es el açorero o el que guarda las animalias que caçan. El artificio es las unnas e los picos de las aves que caçan e los colmiellos e los dedos e las unnas / de las bestias que caçan. La semejança es la natura. El començamiento es el sabor de la caça. El acabamiento es de prender omne aquello [que] demanda. El ayudorio álo menester porque las cosas naturales que son en esta maestría non pueden escusar el seso del omne, ni el seso del omne non puede escusar la prueva ni el uso, ni la prueva ni el uso non pueden seer a menos de saber omne las carreras e las reglas de cómo se deven fazer. E la summa d'esto es de saberse guardar de no espantar el venado, e de saberlo seguir, e la raíz de todo esto es de darle manera e de poder aturarlo.
Las .vii. propositiones las antedichas, éstas son [...]
II
Et convien que ant que las contemos, que ffablemos en la rrazón por qué non podemos aver nin ssaber todas las generaçiones de las aves que caçan; et esto es porque á en cada tierra atales que non las podrán aver en otra tierra nin las pueden connosçer, ca muchas d'ellas á contra la parte de mediodía que non sson ffalladas a parte de sseptemtrión. Et otrossí á muchas a parte de septentrión que non sson ffalladas a parte de mediodía, et esto sse entiende que es verdat porque fallan muchas aves duendas a la una parte d'estas dos que non sse pueden engendrar en la otra parte ssi las mudan de la una parte [fol. 5r] en la otra. E esto es porque se departen sus naturas por el enclinamiento del sol, porque mucho se para de diversas maneras quando es más cerca duna tierra o más luenne, o más alto o más baxo, segund las regiones de las villas e la diversidad del aire, por esta razón sobredicha. E ésta es la razón por que las naturas de las animalias son en una tierra d'una manera e en otra tierra d'otra manera. E por esto es muy grave cosa de connoçer omne todas las naturas de las animalias que caçan que son en cada tierra. E si nos quisiéremos departir de las propriedades de las animalias que aduzen de parte de meridie, o de las que aduzen de las / tierras que son mucho enclinadas a parte de septemtrión, non podríemos bien acertar la verdad de quál natura son, nin de quáles maneras, ca las maneras que an en su tierra onde son naturales cámia[n]sseles quando las lievan a otra tierra, camiamiento connoçudo segund cuentan la bondad de los açores d'India, de cómo son fuertes e ardidos en su tierra e tan buenos que en esta tierra nunqua se pudieron aprovar tan bien como en la tierra onde son naturales, mas de quál guisa son bien lo podemos dezir, ca los veemos de tallo de los açores pequennos que son de parte de septentrión, sinon que son más negros e las pintas de los pechos tornan más en negro, e los picos e las palmas an muy rezios e muy duros [fol. 5v] e tornan en verde, e otrosí las piernas tornan en verde. E la faiçón de los gavilanes que son de tierra de Caçria semejan a los sagres, sinon que son muy pintados e an las palmas luengas e bien fechas e las alas muy luengas. {xiii}
Otrosí cuentan de los gavilanes de tierra de Cazdria, los que son nombrados togrines, de cómo son altaneros e cómo dan salto a qual nuvada quier que vean d'aves, sean quan grandes se quiere, ca non se partirán d'ellas en todo'l día fasta que las abatan en tierra a todas, e en estas tierras non son atales.
E pues que avemos metido de primero aquello / que nos conviene de dezir, queremos contar las maneras de las animalias que caçan, las que son presas en esta tierra, e las que aduzen de los logares más açerca d'aquí, de parte de septemtrión que son más açerca de nos de las que son provadas. E dezimos assí: que las aves mayores que son de pro son las águilas e sos torçuelos, e las taformas e sos torçuelos, e los açores e sos torçuelos, e los sagres e sos torçuelos, e los falcones e sos torçuelos. E dizen en arávigo a los torçuelos de las águilas afçiet, e otrosí llaman a los torçuelos de las taformas, e dizen a la taforma zumeche e a las muchas zamemija, [fol. 6r] e a los torçuelos de los açores zararica, e a los de los sagres cauuenige, e a los de los falcones cararica. E agora tornemos a la razón del libro, dize que las aves menores que caçan, las que son de pro, son los gavilanes e otras aves que son dichas en arávigo çunuc e son los esmerijones, e los alcotanes e sos torçuelos, éstas que son dichas en arávigo afçiet; e dizen en arávigo al gavilán bexich e çef, e dizen a los alcontanes yauuey. Mas las águilas pártense en .iii. maneras. La una dellas dízenles las viadas, e son las mayores e las más negras, e dízenles en ar-/-ávigo ceyriet. Las segundas dízenles las morenas, e son en las espaldas negras e en los pechos pardas, e dízenles en arávigo hodayriet. Las terceras dízenles las de las cabeças blancas, e dízenles en arávigo zoco e son menores que las otras, e son de color mezclada entre negro y cárdeno e an los vientres vermejos e las cabeças blancas, e algunos dixieron que éstos son los maslos, e que las morenas son las fembras. {x}
Mas las taformas e los açores e sos torçuelos depártense en la color la natura de las unas de las otras, segundo diremos adelantre en el quarto [fol. 6v] capítolo d'este tractado.
Mas los sagres pártense en dos maneras. La una dízenle en arávigo ahfarar, e a la segunda saroch. E la manera de ahfarar son mejores que la manera de saroch, e depártese la manera de ahfarar de la de saroch en las pénnolas que an más nidias e la color más clara, e las piernas más cortas e las palmas más nidias, e dellos ay que son racortos que no an colas e en las renes son muy pintados, e dellos ay que an las colas con las renes muy pintadas e dízenles dumb. Mas el saroch son escontra d'estos, que an las pénnolas más ásperas e la color más turvia, e las tiseras de las / alas más anchas, e las piernas más luengas e las palmas más crespas, e algunos ay dellos que son racortos e an las renes pintadas, de la manera de las colas de ahfarar, sinon que non son tan pintados, e d'ellos ay que an las cabeças blancas. {xii}
Mas los falcones pártense en dos maneras. La una manera dízenles mariniegos porque se engendran a partes de la mar e dízenles en arávigo bahariet. La .iiª. dízenles en lengua persiana cozteniet, e éstos son los que se engendran en las pennas e en los montes, e la manera de los baharís son mejores que la manera de [fol. 7r] los coztenís, e depártense los baharís de los coztenís en que son mayores e an las cabeças más blancas, o más escontra amariellas e la color más clara, e los coztenís son encontra d'estos en que son menores e an las cabeças vermejas e la color más turbia. Estas maneras que nombramos de las aves mayores son las que tienen pro, e las otras que non tienen pro d'esta generatión non las quisiemos nombrar.
{xiii} Mas las aves menores non se departen sino en la color o segund se departen las mayores que son las primas de las menores, que son sos torçuelos, e en las taformas e en sos torçuelos, e en los sagres e en / los falcones e en los alcotanes e en todos sos torçuelos quando los cevan o quando los prenden [et por esto el ussamiento dellos] es en los picos más que en las manos, porque los picos usan más que otro mienbro en cevar e en prender. Mas los açores e los gavilanes e los esmerijones e todos sos torçuelos, pareçe más el usamiento d'ellos en las palmas e en las unnas porque apiertan mucho la mano del omne quando los çevan e la caça quando la prenden.
E todas estas generationes de las aves que avemos contadas, pártense en otra manera, ca ay dellas que las prenden en sos nios e dízenlas niegas e en arávigo dízenles gatarif e uacria; e dellas ay que las prenden [fol. 7v] quando vuelan e dízenles mudantes e en arávigo montaquila, e éstos son los rameros; e dellas ay que las prenden quando son acabadas e an caçado, e éstas son las que dizen aranniegas e dízenles en arávigo badria; e éstas son las naturas que son más pollos; e dellas ay que las prenden después que aya llovido sobrellas caçando e dízenles l[l]ovedizas e en arávigo mantora; e dellas ay que las prenden a cabo d'un anno e dízenles sementales e en arávigo mubtadira; e dellas ay que las prenden en la sazón que están en çelo e dízenles tornantes e en arávigo rauuageh. E todas estas naturas se de-/-parten en seer más pollos o más acabadas o más entradas en días, si non porque ay algunas de las tornantes que las prenden depués que an mudadas algunas de las pénnolas o las demás d'ellas, e segund an mudado son más pollas o más entradas en días; e dellas ay que las prenden depués que an un anno mudado o .ii. o más, e segund esso dizen que son más envegeçidas en so yermo; e dellas ay que envegecen seyendo duendas desde chiquinnez, e segund esso dirán que de tantos annos son, e las que envegecen seyendo bravas, tales ay dellas que non gelo podrán entender, quando fueren frescas y fremosas, sól' que sea de [fol. 8r] dos o annos o de tres o un poco más; e dellos ay que pujan en bondad entrando en días, assí como son los açores e los sagres e los gavilanes; e dellos ay que cansan entrando en días, que non son tan buenos cumo quando son pollos, assí como son los falcones e sos torçuelos, e estrémanse los que son acabados seyendo duendos de los que son acabados seyendo bravos, e en los ojos e en las narizes, e en las piernas e en las palmas porque todo esto an más blanco las duendas que las bravas, e algunas ay de las duendas que les envermejecen los ojos; e las bra-/-vas an todo esto amariello; e dellas ay que lo an verde todo esto en logar d'amariello e los ojos vermejos, e este departimiento no acaece sino en los açores, ca los falcones e los sagres e sos torçuelos non se departen los que fueron niegos de los que fueron rameros con atales departimientos, mas depártense e connócense por color de las pénnolas, segund avemos dicho en las naturas de las otras aves, e por aventura acaeçe alguna dellas que se departe por aquellas sennales sobredichas. E aquí se acaba el segundo capítolo.
III
Aquí comiença el tercero capítolo, que fabla de las sazones en que se engen-[fol. 8v]-dran las aves que caçan, e de las sazones en que las prenden e en que las meten en mudan.
Conviene que digamos en este capítolo quáles son las sazones en que se engendra esta natura de las animalias, e en quál sazón las prenden e en quál las mudan, ca estos tres tiempos comprenden lo demás de todos sos estados e aprés de cada un estado d'estos, acaéceles començamiento d'otro estado que es por venir, e por esso fablamos d'esto, por tal d'entrar a la razón d'este menester más planamientre. E dezimos assí: que porque se engendran en tiempos connocidos, convien de parar mientes quándo comiençan essos / tiempos e quándo se acaban. E el començamiento se entiende en que gritan más que suelen. El acabamiento quando an engendrado sos huevos; e el començamiento es lo demás el primer día de março, o poco antes o poco después. Mas este día que determinamos aquí e en las otras sazones, es en el començamiento del tiempo que comiença poco ante o poco depués, e este tiempo es quando el sol es en la meatad de Pices. E el tiempo que ellos andan en mayor çelo es desdel primer día d'abril fasta'l primer día de mayo, e este tiem[p]o es desque es el sol en la meatad d'Aries fasta que es en la meatad de Thaurus. Et después d'esto paramos mientes al tienpo en que han ya engorado sus huevos, et fallamos que es el segundo día de junio, quando el sol es en la meitad de Géminis, et logares ay que es esto antes, et logares ay que es después et esto es por enclinamiento del sol porques para más açerca de una tierra que de otra, et más luenne d'una tierra que d'otra et por esto es una tierra más caliente que otra et una tierra más fría que otra, et por esto sse engendran ant' en una tierra que en otra, et ésta es cossa que pareçe vessiblemientre, que quando omne prende dos aves de una natura et en un día connoçe omne que es el uno más pollo que el otro, et esto sse entiende en las ssennales que á el pollo, assí commo es del pelo blanco que tiene et los ojos que an más blancos, et los cuchiellos de las alas que non son tan conplidos, et en los logares que sson más luenne del polo de sseptentrión enjéndransse más aína que non los que sson más acerca dél, et esto es porque passa el ssol ante ssobre los logares que sson más luenne de sseptentrión que non ssobre los logares que sson más açerca dél.
La ssazón en que deven prender los pollos de los nios es desde'l ssegundo día de junio ffasta el quarto día andado de agosto, et esto es desde que el ssol es en la meatad de Gémini ffasta que es en la meitad de Leo.
La ssazón que deven tomar los rranniegos et los aranniegos es desde [el] quarto día andado de agosto fasta'l terçero día andado de dizienbre, quando el ssol es en la meatad de Sagitario; mas los nios apoderado ssazón [sic] de prenderlos es desde la meatad de ssetienbre ffasta diez días de otubre, et esto es desde que es el ssol en .xxii. grados de Virgo ffasta que es en .xxi. grados de Libra.
El tienpo en que deven prender los tornantes es desde'l primer día de março ffasta mediado abril, et esto es desque es el ssol en la meatad de Piçes ffasta que es [en] el primer grado de Thauro.
La ssazón en que mudan en las tierras tenpradas es desde .xviii. días andados de junio ffasta .xii. días andados de ssetienbre, et esto es desque es el ssol en el primer grado de Cançer ffasta que es en el primer grado de Libra, et esto es en las tierras que sson más tenpradas, mas las tierras que sson de aire más espesso, que non sson tan tenpradas, es la ssazón de mudar desde'l ssegundo día de junio ffasta'l quarto día de ssetienbre, et esto es desde que es el ssol en la meatad de Gémini ffasta que es en la meatad de Virgo; mas en las tierras muy calientes la ssazón en que las deven mudar es desde'l dezeno día andado de abril ffasta .xx. días andados de julio, et esto es desque es el ssol en .xxiiii. grados de Aries ffasta que es en el primer grado de Leo; et la mejor ssa-[fol. 9r]-zón de començar en la región de Babilonna e en las tierras que son más açerca d'ellas es desde'l .vº. día dabril quando el sol es en .x. grados de Thauro. Mas en los logares fríos e en los montes do nieva, e es a .xviii. días andados de mayo fasta .xviii. días andados de junio, e esto es desque es el sol en x grados de Gémini fasta que es en .xviii. grados dél. Mas la sazón en que comiençan a messar las plumas d'aquellas aves que lo an menester es desde .xiiii. días andados de julio quando es el sol en el primer grado de Leo. Mas las sazones en que enferman las aves en el anno / son dos: la una es de tres días andados de noviembre fasta tres días andados de deziembre, e esto es desde que es el sol en la meatad d'Escorpio fasta que es en la meatad de Sagitario. La segunda sazón es desde'l primer día de março fasta'l primer día d'abril, e esto es desde que es el sol en la meatad de Pisces fasta que es en la meatad de Aries. Mas la enfermedad que an la primera sazón es de camiar assí como es vómito; e la enfermedad que an en la segunda sazón es de fastidio, e dízenle en arávigo aliaz, e esta enfermedad segunda es peor que la primera, e pocas end escapan de las que enferman en la segunda [fol. 9v] sazón. E aquí se acaba el .iii[º]. capítolo.
Dize el trasladador que los tiempos que son dichos en este libro, segundo los logares del sol son dichos, assí como era en essa sazón que fue fecho el libro. Mas agora, en este tiempo, no entra el sol en estos grados que él dixo, sino a cabo de .v. días demás del mes que él nombró, e esto es porque las estrellas fixas que dan la figura a los signos avíen menos andado .v. grados de lo que an agora andado, e este andar de las estrellas fixas es un grado en .c. annos, e segund dixo Tolomeo que assí andan todavía, mas segund Azar/quer assechó después anda un grado cada .c. annos fasta .vii. grados, e después tornan un grado cada .c. annos atrás. E este movimiento es dicho movimiento del venir e del tornar, e ést' es el verdadero segundo fueron assechados los medios cursos de las planetas desde'l tiempo del diluvio acá, e dizen en arávigo a este movimiento harac alie bel hual idber.
IV
Aquí comiença el quarto capítolo, el que fabla de la connocencia del vultu de las animalias que caçan, e muestra a connoçer quáles son buenas o quáles non, segun-[fol. 10r]-do dixieron aquellos que algo entendieron en ello, en aquellas tierras sobredichas.
Cada yent daquellas tierras antedichas an sus sennales de connocer las animalias que caçan quáles son buenas o quáles no, segund esto se departen por .v. partidas. La una de color. La segunda de so movimiento. La tercera de su figura. La quarta de cómo están las vías. La quinta de la fuerça de sos coraçones que pareçen en sos sentidos o de su flaqueza, e en esto ayuda mucho las tierras ó son e el aire de los tiempos.
La connocençia de la faiçón en la color es que / sea pura, que non sea mezclada con otra color. E del movimiento es que sea temprado e de buen continent. E la connocencia de la figura dellas es en ser todos sos mienbros de buena mesura e eguales naturalmientre que no aya ý nada de más nin de menos. E la connocençia de las vías en que ellas pareçen es en seer bien departidas, que non sean travadas una con otra. E de la fuerça de sos coraçones es que sean bien despiertas e bien corajosas. [Et las malas son encontra destas].
Conviene que ante que fablemos más destas faiçones, que metamos delantre unas cosas que [fol. 10v] provaron los mestros en este tiempo de connocencia dellas en color y en figura. E començaremos a fablar primeramientre en las mayores e después en las menores, e seguirlo emos con las palabras que dixieron los sabios de las yentes antiguas en esta razón, e después fablaremos por semejança de la grandez quál á de seer en lo demás.
Dezimos que las águilas non pueden connocer su bondad en la color, mas puédenla connoçer en la mesura de su grandez e en el corage dellas e en su mansedumbre, pero las que son negras son / más mansas que las otras.
E las taformas depártense en la color, que ay dellas que an los pechos vermejos e las espaldas amariellas e las demás son todas vermejas, mas las mejores son las que an las espaldas amariellas e viadas con vías ruvias.
Mas los açores mucho an aparçería en color con las otras aves que las semejan segund el nombre de la color, ca dizen açor vermejo e sagre vermejo, mas la vermejura pura que semeja robí no es sino en los açores e en los gavilanes propriamientre, e las [fol. 11r] demás de las colores que son falladas en los açores non las fallan en las otras aves nin son nombradas por ellas, ca dizen en arávigo al açor negro dorage, e al vermejo dizen en persiano çarachdem, e al rucio zphrage, e estos nombres non los dizen a otra ave ni a otra cosa sino al açor, ca a otra ave vermeja o a otra cosa vermeja dízenle ahmar, e al negro dizen açuet, e al ruçio axhab, e al amariello azfar, e al que es mezclado de cárdeno e de negro armahe, mas a los falcones e a los torçuelos e a los sagres e a sos torçuelos dízen/les verdes propriamient entre todas las aves, e a las vezes dizen assí a los gavilanes e a los açores; e en los açores dellos ay que son blancos; e dellos ay que son rucios, que dizen en persiano zfarage; e dellos ay amariellos; e dellos vermejos; e dellos color doro, mas los blancos e los ruçios an mayor poder en agua e en caça que sea dagua, e los rucios enferman mucho de parelisía e daver mucha pluma, mas son muy buenos lebreros, mayormient los que son de poca pluma e que ayan los somizos de las alas luengas e las coxas luengas, [fol. 11v] e las ijadas e las palmas anchas, e que ayan las piernas bien abiertas una dotra, e que ayan buenas colas e buenos cuellos, e grandes cabeças e grandes inojos, e que ayan las sobercejas someras e las çancas perrancanas, e que se paren bien enfiestos, que non sean baxos de los ombros.
E los açores negros que son dichos en arávigo dahuerige, an las carnes más tiestas e los uessos más fuertes, e an mayor esfuerço de caçar mayores aves, mas son de poca pluma e más rasos.
E los açores vermejos puros an ma/yor fuerça sobre agua e en toda caça que sea dagua, e son más maneros e más mansos. E los que son muy vermejos, que tornan en oscuro e an los ojos cuevos e las sobercejas altas e las cabeças grandes e las fruentes e los pechos anchos, e otrosí entre amos los ombros ancho e los ojos cárdenos, éstos son de grand esfuerço pora caçar grandes aves, e los que son destos más bravos e más estultos e an las cabeças luengas e las colas luengas, son connocidos pora prender grand presón e duran mucho más, e stos son muy pocos, mas los amariellos son más [fol. 12r] dulçes e de mejor taliento.
E los que son de color doro e an los uessos bien fuertes e afirman bien las manos en la luva de lieve, pocos son dessos que non sean muy buenos e much esforçados pora prender grand presón.
Mas los falcones e los sagres e las otras aves que los semejan, no los catan sino a las colores que sean fremosas, e a las pénnolas que sean bien nidias e claras e dagua e grandes de cuerpos, e que ayan las palmas nidias e blandas. Mas las colores de los sagres ay dellos que son blancos; / e ay dellos que son rucios; e ay dellos vermejos que tornan en ruçio; e dellos negros; e dellos amariellos; e dellos verdes; e dellos loros que son mezclados entre vermejo y negro, e ay dotra color quel dizen en arávigo armahe que son mezclados de negro y de cárdeno, e los demás dellos son manchados en los pechos e en las espaldas; e ay dellos que son blancos que tornan en amariello en las espaldas e pruevan mejor, e a esta color dizen en arávigo açhar. Mas los rucios que an las espaldas vermejas son corajosos, e los negros son muy buenos, mas non son atrevidos [fol. 12v] pora prender grandes aves, e los pardos que son mezclados de negro e de cárdeno, que dizen en arávigo al uno dellos armahe, pocos son dellos que bien aprueven e el que bien aprueva dellos es esforçado pora caça dagua e pora prender unas aves dagua que dizen en arávigo abgat, e otra ave cárdena que dizen en arávigo azrahe, mayormient los que an las alas luengas e las colas e las cabeças grandes, e los que apiertan bien la mano e an buenas piernas [et los pechos anchos, et otrossí las palmas anchas et venossas et las piernas] bien abiertas una dotra e bonos collares e de poca pluma, éstos prenden bien liebres e corços e otra tal caça desta natura. Mas los ver/des, mayormientre los que an la verdura de los pechos de la manera de las espaldas, demuestra que pruevan bien. E todas las otras naturas de los sagres que son mezclados de muchas colores e son de mucha pluma, no valen nada e nunqua pruevan bien.
E los falcones ay dellos que son vermejos; e dellos negros; e dellos amariellos; e dellos verdes; e dellos nidios que tornan en vermejo, e a esta color dizen en arávigo aemar, e a los que dizen vermejos e an los pechos e los vientres vermejos e las espaldas amariellas o negras. [Et los que sson vermejos que tornan en pardo, los más dellos non ffalleçen de bondat], o los que son ver-[fol. 13r]-mejos puros son de más grand atrevimiento sobre agua e siguen bien su caça. E los negros ay dellos que an los cabos de las pénnolas pintadas con amariello e dízenles los pintados; e dellos ay que an las espaldas verdes e pintadas e son de mejor natura e más nobles. E los amariellos no an pintadura ninguna, mas an poca pluma en las espaldas; e dellos ay que an las espaldas entre negras y cárdenas e son más sabrosas e mejores, mayormientre los que no son muy grandes desta natura e los que non / son floxos, ca dellos ay que son floxos e de mucha pluma. E los negros que an las espaldas amariellas apruevan bien, e los que son vermejos e an las espaldas rucias son muy pocos, e el que atal es de lieu non falleçe de bueno. E los verdes son de grand agudeza, e más son dellos los buenos que los malos sino que á en ellos braveza e espántanse ante las águilas. E los ruvios son más de cobdiciosa color. E después de todo esto conviene que paren mientes a todos sos mienbros, ca los que an los pechos anchos e redondos e son de muchas pintas en los ombros, e an los ombros alongados uno [fol. 13v] dotro e an buenas coxas, e an las monnecas perrancanas y verdes, e los cacaveços rezios y duros, e an las piernas bien abiertas una dotra, e an las palmas nidias e anchas y verdes e de poca carne, e los picos e las unnas e las alas luengas, e las pénnolas blancas e las colas e las cuchiellas bien complidas, e de buena çaguera e de mucha pluma, e grandes cabeças e los ojos cuevos, e las soberçejas altas e las fruentes anchas, e las nariçes bien espaciadas e los uessos rezios e tiestos e los quexares anchos, éstos son los buenos e los que mejor apruevan, e el que de tal fechura / fuere non deven parar mientes a la color, e sea qual se quiere. E los falcones que son entrados en edad si fueren amariellos o que tornen contra vermejo, o ruvios pintados en las espaldas o negros bien oscuros, éstos son mejores que los que son de las otras colores antedichas. E los pequennos tan bien los pollos como los que son entrados en edad, son mejores que los grandes en lo demás. E los torçuelos de los falcones, los que son dichos en persiano cararica, los mejores dellos son los que son de las colores sobredichas de los falcones que son entrados en edad, e los pequennos [fol. 14r] dellos son mejores que los grandes. E algunos fallan de los grandes que son buenos, e el que dellos es bueno vuela de rezio e aína e fiere decho, e son escuseras e traidores e catan siempre arriba.
E los gavilanes atales son de color y de tallo como los açores, ni más ni menos. Mas los mejores dellos son los que son amariellos o ruçios que tornan en amariello e an la color egual en las espaldas con los pechos, e que no ayan muchas vías en los pechos e las pintas de las espaldas que sean eguales, e éstos son muy pocos. E omnes ay que dizen a / los gavilanes verdes que tornan las pintas en ruçio, dízenles los blancos e no es assí de cierto. E dizen a los amariellos oscuros e ruçios amariellos. E dizen a los vermejos que son mezclados dotra color qualquier vermejos, e no nombran con ella otra color. E otrasí yerran en nombrar las colores de los açores segund en esto. Mas la color rucia pura que es dicha en persiano ezpaharaja, es la que tiene la blancura pura que no es mezclada con otra color. E la color amariella pura es la que semeja color doro, assí como son las colores de los açores aranniegos, los que an las espaldas [fol. 14v] pintas. Mas los vermejos puros son los que semejan color de alaçar claro e bien resplandient, e son pintados en las espaldas e semeja la color de las espaldas a la de los pechos. E los que son dellos negros, que son dichos en arávigo dauuerige, an las carnes más tiestas e las pénnolas más pocas, e esta color es fallada mayormientre en los que son presos a cabo dun anno, los que son dichos sementales. Maguer á en ellos braveza, más son los buenos dellos que los malos. E los que an dellos las pintaduras de los pechos anchas e deyuso las alas pintadas e están açerca de la lúa, que quier atan/to dezir como que son baxos de piernas, e éstos [son] buenos para caçar con galgos. E los que son dellos vermejos puros e de poca pluma, e an los costados anchos e las monnecas pequennas, e las coxas redondas e las palmas anchas, e los cuellos luengos e las cabeças grandes, e los ojos escontra blanco o de color dazeit, esto todo demuestra de su bondad e de su mansedumbre e de so bon talent, e de ser esforçados sobre agua e en toda caça que sea dagua. E los que son amariellos e que semeja la color de los pechos a la color de las espaldas, e que an poca negrura [en las espaldas et] en las pénnolas e que sean rezios, otrosí demue-[fol. 15r]-stra de su bondad e que apruevan bien. E los que son nidios, que an la color mezclada entre vermejo y negro e las pintaduras anchas demuestra otrosí de su bondad. Mas los verdes pocos end escapan dellos que non sean malos e de mal prender e de seer bravos, si no es algunos por aventura. E los que son ruçios e de poca pluma e an la carne nerviosa son buenos en caça de palomas. Mas los vermejos que tornan en verde o en pardo dízenles en persiano cerhaderet, mas los que an dellos las pintas anchas e son bien enfiestos, e cortan bien con los picos e an las carnes nerviosas, e los uessos fuertes e an / buenas cabeças e los ojos de color dazeit, éstos son sobra de buenos. Mas todas las otras colores fueras end éstas que avemos nombradas non paran mientes en ál sino en su figura e en so grandez e de cómo cortan con sos picos, ca los que son dellos escogidos por buenos, son los que an los cuellos luengos e las cabeças e los picos grandes, e las narizes anchas e los ojos bien abiertos e anchos, e los ombros anchos e las piernas bien abiertas una dotra e que están acerca de la luva, e éstos son los qui an las piernas baxas e que an las tetiellas redondas, e las palmas anchas e las unnas gor-[fol. 15v]-das, e las colas espessas e que las tengan bien paradas enfiestas, que quando las abren e las echan sobre la luva demuestran que son de flacos cuerpos e de mal saltar, e los que tales fueren no pierden nada por ser pequennos o de mucha pluma, sól que sean de buena color, mayormient los que an las vías de los pechos bien menudas, assí como son las vías de los pechos de los que an mudado tres vezes o quatro, ca esto demuestra de su bondad e que apruevan bien. E los que son destos por dotra manera que an las vías de los pechos anchas del un cabo al otro, que no ay pinta ni atravessadura ninguna non son / buenos, ca las que an las vías de los pechos sin atravessadura no á en ellos bien nenguno, pero de tarde en tarde fallan alguno dellos bueno, mas non dura nada.
Mas las aves que son dichas en arávigo zunuch, que se entiende por esmerijones e semejan mucho en la color a los gavilanes. Mas los que son dellos rucios son apoderados en caçar cuervos e otras aves grandes, e vuelan bien e privadamientre, más que los otros. E los que son dellos amariellos an fuerça sobre agua, e otrosí los vermejos mas non se arremeten tan privadamientre como los otros, e pár-[fol. 16r]-tense en dos maneras. Los unos an los ojos cárdenos e los otros negros. E los que an los ojos negros non valen nada ni apruevan bien de lieu. E los que an los ojos cárdenos e son aranniegos, éssos son de pro, ca no los niegos, ca los aranniegos son de más luengo cosso e prenden más firme, e los niegos son de menor cosso mas son más osados en prender mayores aves; e todas las otras faiçones que demuestran de sus maneras son segund es dicho ante de la faiçón de los gavilanes. E a las vezes acaeçe que fallan açor o gavilán que á los ojos negros e es cosa estranna pero non les empeez / nada en seer buenos, lo que non fazen los esmerijones que son dichos en arávigo çunue, ca las que an dellas los ojos negros non valen nada, e las mejores dellas son las que non gritan mucho, ca ésta es muy mala manna dellos porque espantan la caça.
Mas los alcotanes, las sennales que demuestran de sus maneras en color e en cuerpo son assí como es antedicho en los sagres, ca los semejan mucho en todas sus naturas, pero los que son dellos negros son mejores e an osadía sobre agua e en caçar aves menores e mayores. E los rucios que tornan en [fol. 16v] vermejo, si escapan que non sean delexados e perezosos, demuéstrales que deven ser en grand esfuerço e de grand osadía sobre agua e aman mucho caçar gangas en las tierras labradas. E los amariellos apruevan mejor en ser altaneros. E los nidios apruevan mejor en rodear. E los verdes an osadía en prender grandes aves e semejan en su bondad a los ruçios que tornan en vermejo sino que son muy queixosos e de grand braveza. E los vermejos puros son buenos e esforçados sinon que son pocos desta natura. E los que an las lenguas luengas non pueden errar en seer buenos. E todo quanto avemos dicho destas aves antedichas, otras tales son sos torçuelos. Mas los lo/gares ó deven catar las colores certeras de todas estas aves son tres: El uno es los queixares. E el otro es deyuso del cuello entre los ombros. E el otro es en las viadas detrás con las renes quánto pueden cobrir las alas. E esto es porque el sol no les puede ferir tanto en estos tres logares que les pueda camiar nada de su color natural, ca en los quexares no les puede bien ferir el sol porque mueven las cabeças a menudo, e entre los ombros no les puede ferir otrosí porque cubren con las pénnolas del cuello, e otrosí las viadas porque lo cubren con las alas. E por estos tres logares se pueden judgar, si el un logar se acuerda con el otro [fol. 17r] de quál color son, si son amariellos o vermejos o dotra color qualquier.
E pues que avemos dicho lo que entendieron los sabios deste nuestro tiempo de la faiçón de las animalias que caçan, queremos fablar de cómo entendieron dello los sabios daquellas yentes que son sobredichas. E dezimos assí: que los sabios que entendíen las naturas de las aves dixieron segund avíen luengamientre provado, que las menores de cada natura de las aves son los maslos, e las mayores son las fembras.
Los sabios de los turcos paravan mientes en la faiçón de los buenos torçuelos de los açores que son dichos en arávigo za/rarica, e dizen assí que quando son amariellos o rucios puros, o rucios que tornan en vermejo, o que sean bien vermejos pintados de muchas colores e que ayan las cabeças e las tetiellas e los picos bien grandes, e los cuellos e los cuchiellos de las alas bien luengas, e las coxas de las piernas otrosí bien luengas e gordas, e que ayan las llanas pequennas, e éstas son las pénnolas que an .en. medio del ala acerca los cuchiellos, e que ayan otrosí las colas e las piernas pequennas e las palmas anchas e nidias, e que ayan los papos anchos e las orejas anchas, e los quexares anchos e que tuelga bien aluenne, e que aya los picos e las unnas e las lenguas bien negras, e que [fol. 17v] semeje el so tallo al tallo de los sagres o de los cuervos que an los pechos blancos, ca éstos son los que apruevan bien, e los que son bien maneros e bien corajosos e de buen talent, e quanto más se alongare el un ombro del otro tanto vuelan más e más privado, e otrosí quanto más blanca fuere la pluma de los papos e de los logares que están acerca dellos, vuelan más e más privado e son mejores, mayormient en caça dagua, más que en aves grandes.
E agora queremos dezir de la connocencia de la faiçón de los malos destos torçuelos, éstas son las sennales en que connocíen los malos dellos: aver mucha pluma en los cuellos / e los cuchiellos de las alas pequennos, e las coxas perrancanas e las piernas luengas, e las palmas crespas e amariellas e con mucha carne, e aver las vías e las llanas escontra negras. E á con todo quanto más tornan en negro tanto son peores e apruevan peor.
E agora queremos dezir de la connocencia de la faiçón de las buenas primas de los açores, e connoçíen la bondad de las primas en sus colores, que las que son rucias o vermejas puras o amariellas pintadas en las espaldas, éssas tienen por buenas. E en los cuerpos quanto mayores son e an los picos e las unnas gran-[fol. 18r]-des, e los miembros bien otorgados uno con otro, e que son de poca pluma e que son pesados, e las coxas bien gordas e los quexares anchos, e los ojos anchos e claros, e las cabeças pequennas e los cuellos e los cuchiellos de las alas bien luengos, e las llanas pequennas e las piernas perrancanas, e las carnes tiestas e entre los ombros bien grandes, e las plumas nidias e las palmas anchas e venosas, e las raízes de las colas bien grandes e las pénnolas de las colas bien enfiestas, e que coman bien e que muelan bien lo que comieren.
E la faiçón de las malas dellas tienen que eran segund la faiçón / de los malos de los torçuelos.
Mas los sabios de la tierra de Scín, la cosa por qué a las primas teníen por mejores era en ser bien pesados, e dizíen que quanto más pesados fuessen que aprovavan mejor, e teníen por mejores a las que avíen la color vermeja pura o vermejas que tornavan en cárdeno, e que oviessen las vías bien anchas, e otrosí a las rucias que tiravan a blanco e a las amariellas de las espaldas pintadas, e que comíen bien e que molíen bien lo que comíen.
E las malas teníen que eran las que avíen las piernas amariellas e las palmas otrosí.
E los de tierra de Co-[fol. 18v]-raçén segund avíen provado, teníen por buenos açores a los que eran de buen talent, e de las colores e de las grandezas e de las figuras teníen por buenos assí como teníen los sabios de los turcos, pero amavan más a los que avíen lo blanco dellos bien puro, que non tornava en vermejo ni en otra color. E otrosí a los amariellos color doro e a los que avíen las espladas ruçiadas, e a los que eran vermejos bien puros e bien claros e avíen las espaldas pintadas e las piernas perrancanas, e las coxas bien abiertas una dotra e los cuellos luengos. E tienen por de mal talent a los que avíen las sobercejas altas e bien blancas. E teníen por malos ma/neros e por bravos e que se alongavan mucho del que los echava, los que eran negros e a los pardos mezclados con vermejo. E otrosí a los que an las plumas de so los sobacos pintas o que semeja la pintadura de los sobacos a la de los pechos, e que sean las vías negras, que an en las colas en figura de triángulos, e a los que an los inojos grandes e agudos e otrasí las coyunturas de los dedos, e a los que an la pluma de sobre los inojos luenga de parte detrás, pero esto demuestra que son rezios. E ay otros que tienen por malos e que non aprovavan bien, e son los que an mucha pluma e an las coxas delgadas perrancanas, e las cabeças grandes [fol. 19r] e la pluma de los cuellos espessa e los quexares pequennos.
Los sabios de Persia judgavan en los açores segunt judgavan los turcos. Mas los sabios romanos otorgávanse mucho más con lo que judgavan los de tierra de Scín, pero cada una natura destas que avemos sobredichas á una propriedad que no á en la otra.
Pues que avemos dicho seso de cada una yent, de cómo connocíen la faiçón de las aves que caçan, e lo que dixieron los sabios dellos sobresta razón, queremos dar semejanças de qué tamannos an de seer los grandes e las medianas e las pequennas, segundo es usado en lo demás./
E dezimos que las águilas grandes son tamannas como los butres pequennos, e las medianas son menores segund la grandez de las mayores, e las menores son tamannas como sos torçuelos.
Mas los torçuelos de las águilas, los mayores dellos son tamannos como las águilas primas pequennas, e los medianos son menores segund la grandez de los mayores, e los menores son tamannos como las grandes taformas primas.
E las taformas grandes son tamannas como los torçuelos de las águilas, e las medianas son menores segund la grandez de las mayores, [fol. 19v] e las menores son tamannas como los sos torçuelos.
E los torçuelos de las taformas, los mayores dellos son tamannos como las taformas primas menores, e los medianos son menores segund la grandez de los mayores, e los menores son tamannos como los açores grandes. E a los torçuelos de las águilas e a los de las taformas dízenles en arávigo afciet.
Mas los açores, los mayores dellos son tamannos como los torçuelos de las taformas, e los medianos son menores segund la grandez de las mayores o tamannas como unas aves que son dichas en persiano iahardenquet, e los menores son tamannos / como los sos torçuelos, que son dichos en arávigo zararica.
Mas los torçuelos de los açores, los mayores dellos son tamannos como los açores menores, e los medianos son menores segund la grandez de los mayores, e los menores son tamannos como los gavilanes mayores.
E los sagres, los mayores dellos son tamannos como los açores menores, e los medianos son menores segund la grandez de los mayores, e los menores son tamannos como los sos torçuelos, que son dichos en arávigo cauuenige.
Mas los torçuelos de los sagres, los mayo-[fol. 20r]-res dellos son tamannos como las menores de las fembras, e los medianos son menores segund la grandez de las mayores, e los menores son tamannos como unas aves que son dichas en persiano taherue.
E los falcones, los mayores dellos son tamannos como los sagres mayores, e los medianos son menores segund la grandez de los mayores, e las menores son tamannas como los sos torçuelos, que son dichos en arávigo cararica.
E los torçuelos de los falcones, los mayores dellos son tamannos como las sus primas menores, e los medianos son menores segund la grandez de los mayores, e los / menores son tamannos como unas aves que son dichas en persiano taherue.
Mas los gavilanes, los mayores dellos son tamannos como los torçuelos menores de los açores, e los medianos son menores segund la grandez de los mayores, e los menores son tamannos como los sos torçuelos.
E los torçuelos de los gavilanes, los mayores dellos son tamannos como las sus primas menores, e los medianos son menores segund la grandez de las mayores, e los menores son tamannos como unas aves que les dizen en arávigo çarden, e es una af que es mayor que cabdón.
Mas las aves que son di-[fol. 20v]-chas en arávigo çumie, son los esmerijones. Las primas e los torçuelos dellos son en su grandez segund es dicho de los gavilanes.
E los alcotanes, los mayores dellos son tamannos como las aves que son dichas en persiano taherue, e las medianas son menores segund la grandez de las mayores, e las menores son tamannas como los torçuelos de los gavilanes.
E quando connocieren estas grandezas de todas estas naturas, fallarán que son bien semejantes o acerca en lo demás. E aquí se cumple el iiiiº. capítolo.
V
Aquí comiença el quinto capítolo, el que fabla de la connocencia de las / aves que caçan de quál complexión son o de quáles maneras segund demuestran sus faiçones naturales por derecha razón.
E dezimos assí, que por la natura de todas cosas an mayor fuerça en demostrar a escoger las cosas, por esso conviene que catemos en estas aves a la bondad de la complexión de so spíritu e de so cuerpo porque es cosa natural e porque las maneras espirituales, las demás dellas se demuestran por las sennales que pareçen en el cuerpo. Començamos primeramientre en contar las faiçones del cuerpo, quáles son buenas e qué demuestra cada una dellas, e porque la cabeça es casa de los .v. sentidos e es la mayor demostración [fol. 21r] del espírito, tenemos por mejor de començar primeramient de la faiçón della. E dezimos que qualquier destas aves que aya la cabeça redonda o cerca de redonda, e la fruent mesuradament grand y pequenna e que sea nidia e que non sea tesa afuera, éssa es de buenos sentidos e de buen espíritu, ca demuestra que á el meollo temprado, que si fuesse más caliente de lo que devíe, avríe la fruente mayor de so derecho, e si fuesse más frío averla íe menor, e si fuesse más húmido averla íe más luenga, e si fuesse más seco averla íe más corta. E conviene que aya los ojos mesurados, entre grandes y pequennos y entre cuevos y tesos e que caten bien firme de catadu/ra aguda, non muy queixosa catadura nin modorra nin turbia, e el af que es de tales faiçones es temprada y entenduda e de fuerte spíritu. E conviene que aya el pico mesurado, ca esto demuestra que el af es temprada e cuerda e rezia e fuerte, ca la raíz del pico nace de los nervios. E conviene que aya las narizes anchas, ca en esto demuestra que la complexión de so coraçón es fuerte e ardida e cometida, ca la natura faze las fechuras a toda animalia segund le conviene e quál á menester, e por esto faz la natura las narizes anchas a toda animalia porque, á menester aspiratión grand e mucho fuelgo por tal que atiem-[fol. 21v]-pre la su grand calentura, ca la calentura siempre ensancha las canales. E conviene que ayan los quexares anchos, ca en esso demuestran que a[n] menester otrosí mucho fuelgo porque an los coraçones bien calientes e que pican el cevo escorrechamientre e aína. E conviene que ayan los cuellos luengos, ca esto demuestra que vuelan bien. E que ayan espacio entre las tetiellas e entre los ombros, ca esto demuestra que son de grandes coraçones e ardidos e aturadores e de rezias coyunturas. E que ayan los cuchiellos de las alas luengos, non sin mesura, e que sean las pénnolas bien allegadas e espessas e bien ordenadas, ca esso les demuestra / ligereza de volar e que son altaneros. E que ayan las pénnolas limpias, ca esso demuestra que cometen a prender tan bien en el agua como en el aire. E que ayan los ombros fuertes, ca esso demuestra que se debaten de rrezio dalas e que non cansan tan aína. E que ayan grandes coxas, ca esso demuestra que son nerviosos e de buenos muslos e por esto prenden más de rrezio e aturan mayor afán. E que ayan las monnecas pequennas e los dedos mesurados de grandez e las coxas luengas, ca esto demuestra que saltan fuerte pora prender e que son de fuertes mienbros. E que ayan las colas mesuradas e de gordas pénnolas e firmes, ca esto demuestra [fol. 22r] que son de limpia complexión e de poca sobrefluidad e que son sanas e alegres e rezias, porque la sobrefluidad de los cuerpos de las aves siempre decende a las colas e por esto, quando non sobra en ellas la sobrefluidad e son de complexión temprada e fuertes, estonçe an las colas mesuradas e firmes e non las an esparzidas ni marrotadas. E conviene que sean mesuradas despaldas e que tiren más esquantra pequennas e que semejen todos sos miembros uno a mesura dotro, ca esto demuestra que son todos los mienbros de temprada complexión e que no an el un miembro más flaco que el otro, ca el miembro fla/co avríe sofrir la pesadumbre del miembro más rezio e por esso avríe a fallecer la obra del miembro más flaco. Esto es lo que conviene por natura de bondad de figura de los miembros de las aves [que caçan].
E agora queremos dezir de la bondad de los miembros otrasí. Dezimos que conviene que ayan los cuellos e los cuerpos enfiestos, ca esso demuestra que son de fuertes coyunturas e de fuertes coraçones e ardidos e de grand porfía, que no an temor de nada, ca el acorvamiento e el afloxamiento dellas demuestra que son flacas e perezosas. E conviene que ayan las sobercejas altas e las cabeças de las alas retornadas a ayuso, [fol. 22v] e los cuchiellos e las planas allegadas uno a otro e que non sean esparzidas ni una más alta que otra, ca esto demuestra que se debaten fuerte dalas e que vuelan aína, e que ayan todas las otras plumas allegadas e que non sean menudas. E que ayan los espinazos gordos sin inchadura ninguna e que non sean altos e semeje que an sobre los espinazos como veneras nidias o como pórpola tiesta, ca esto demuestra que an el cuero e los nervios bien fuertes e las complexiones limpias e los poros en que están las pénnolas fincadas bien fuertes, e por esto derompe más aína el aire quando á de volar e nol pueden destorvar los vientos, e entendrán la su for/taleza en aquesto de moverse bien e escorrechamientre e que aturen bien afán e que suban ligeramient en el aire, e que suban enfiestas sobre las colas e depués que an mucho trabajado, que posen enfiestas e las colas alçadas. E conviene que no ayan ninguna enfermedad de quantas contaremos adelantre, e que no ayan los cuellos pequennos ni las pénnolas rebueltas, ca atales cosas les destorvan. E entendrán que an los miembros escorrechos en que fagan todas sus obras ligeramientre e que vengan a la mano aína, sól que gela muevan un poco, e quando picare, que pique mansamient y de rezio. E conviene que sean pesadas e que ayan los miembros [fol. 23r] gordos e nerviosos e nidios sin inchadura ninguna, e que estén quedas en la mano e que [apierten bien la mano et que] non sean queixosas ni caten de catadura espantada, ca esto demuestra que son fuertes de cuerpo e de coraçón. E conviene que ayan la color clara, que non sea oscura, ca la claridad demuestra tempramiento e humidad natural, e la oscura demuestra grand calor con sequedad, e la color turbia demuestra friura con humidad. E la bondad de so espíritu es que sea[n] de buen alvedrío e escorrechas pora caça, e esto se entiende en su catadura, que caten bien de firme a la caça que quieren prender e que sean dagudo sentimiento, ca todas estas cosas demuestran que aturan bien e que apruevan bien. E aquí se / acaba el quinto capítolo.
VI
Aquí comiença el .vi[º]. capítolo, el que fabla de connocer las aves que caçan si son sanas o enfermas, o si son ardidas o covardas. E agora queremos dezir de cómo las prueban si son sanas o enfermas o ardidas o covardas. Conviene que quando las prisieren teniendo los ojos cosidos, que las metan en casas e que las requiran muchas vezes de noch, e si vieren que resfuelgan fuerte teniendo las bocas abiertas, sabrán que son mucho escalentadas e que son dannadas de dentro e ques perderán aína, e si fuere el fuelgo mucho durarán menos, e si fuere poco vivrán, mas temprándolas segund tempran a las que son enfermas de calentura, e quanto más [fol. 23v] las provaren mejor entendrán quánto podrán bevir, mayormient a los sagres.
E pruévanlos dotra manera, que les den a comer carne de carnero a la tarde, e que las requiran de noche tres vezes o quatro, e si las fallaren durmiendo apesgadas e amanecieren sin gorja, que ayan la vianda molida, sabrán que son sanas, e si las non fallaren durmiendo o non fallaren la vianda molida sabrán que son dolientes e estonçe las guardarán segund entendieren de su enfermedad. E ay otra prueva, que les den a la tarde grand gorja de livianos de carnero e si lo molieren / bien son sanas e si non entendrán que son enfermas. E conviene que las echen en tierra e pararse omne sobre sus cabeças e llamallas, e si se alçaren aína a la mano de buen volar e de rrezio son sanas e si no son enfermas. E otrosí las connoçen si son sanas quando las veen alegres e de buen alvedrío e que ayan la catadura clara e que retengan bien la vianda en sos papos e en sos vientres, que non lo echen aína. E aun las pruevan [en] otra manera, en tomar duna melezina quel dizen asafétida, e molerla e destemprarla con vino annejo e meter en ella a rremojar car-[fol. 24r]-ne de palomino volant e déngela a comer, e si lo molieren bien e lo tollieren son sanas e si lo non tollieren son enfermas. O que tomen un poco de lodo e que gelo apeguen en la pluma del vientre e déxengelo una noch e depués cátenlo otro día, e si fallaren el cuero del vientre floxo son enfermas e sil fallaren tirado son sanas. E quando las vieren tristes e espeluzradas sepan que an alguna enfermedad encubierta, estonçe conviene que tomen carne de palomino volant e que lo enbuelvan en vino mezclado con miel o con vino que sea mezclado con una melezina quel dizen asarón e dénge/lo a comer. O denles a comer de lo delantero de los galápagos o de lo çaguero o si qualquier destas carnes moliere[n] bien son sanas o si non son enfermas. O tomen la limadura del fierro e déngelo en tres bocados e si lo molieren bien son sanas e si saliere sangre alguna en lo que tolliere[n] son enfermas, e si les sonaren los uessos con ello o las coyunturas entendrán que les fezo pro aquellas limaduras e que son guaridos con aquella limadura daquella fermedad. E quando fueren magras, si dubdaren que es aquella magrez por mala guarda o por tísica provarlas an: que les den a comer por tres días carne de cabrón o de algazel con leche dasna; e si mejoraren [fol. 24v] por ello entendrán que es de tísica, e conviene que gelo sigan fasta que sanen; e si no mejoraren por ello entendrán que enmagrecieron por mala guarda, e estonçe conviene que les den la carne con las cosas que engruessan segund contaremos adelantre. E si sospecharen que alguna dellas á mal, denle a comer tres días carne de mur o de çervato o de carnero o palominos gruessos volantes o de gallinas negras, e dall an al segundo día de la triaca que es dicha en este libro tanto quanto á mester, e métanle della en las narizes e con esto sanará de sus enfermedades. E si quisieren saber en quál part an la enferme/dad o en quál miembro, cátenlas quando se olean e si se olearen damos cabos e tovieren la carne exuta e los dos uessos que se tienen con la carne de cola son eguales, entendrán que son sanas, e si se olearen duna part no más, entendrán que an mal en aquella part de que non se olian porque non se pueden sofrir daquella parte de que son enfermas; e otrosí, los dos uessos sobredichos si fueren deseguales entendrán que son enfermas. E conviene que les paren mientes quando vuelan, e si posaren en ante que cumplan so cosso entendrán, otrosí, que son dolientes, e aun pueden entender si son enfermas en las dos venas que son so [fol. 25r] las alas, si les batiere bien el pulso dellas e de rrezio son sanas, e si les batiere flacamientre son enfermas. E pruévanlas dotra manera, que paren mientes a lo que tuellen e si tirare escontra verde e tollieren a menudo e que no tuelgan entre la una vez e la otra blanco como lech, e movieren las colas apriessa e amaren mucho bever agua, e fuere la pluma de los costados enfiesta e que parezca la pluma como polvorienta, todas estas sennales son malas e demuestran que se perderán aína. E quando pareciere en el papo dellas un nudo cumo landre, sepan que es cumo quilma llena de gusanos que es ape/gada en el cuero del papo, entre las dos telas, e non podrán guarecer porque las melezinas non pueden ý allegar nin podríen fender el cuero del papo por sacar aquellos gusanos, ca los papos nunqua se pueden soldar depués que son rotos, e aquellos gusanos todavía se fazen más fasta que las matan e por esto conviene que las esquiven. E otrosí a las que tovieren verrugas en las palmas, ca son muy graves de sanar. E conviene que las prueven en otra manera, e mayormient a las aves menores, que les paren mientes a los paladares, ca por aventura fallaren ý abertura que se faze cançre o les pa-[fol. 25v]-reçrá en las gargantas blancura e son pustiellas e de lieu nunqua sanan bien destas dos enfermedades si non pensaren bien dellas con las melezinas que son dichas en este libro.
Queremos agora fablar de connocerlas si son ardidas o covardas. Quando esso quisieren saber, conviene que las metan en casas lóbregas e pónganles la mano desuso, e si saltaren luego e travaren de la mano demuestra que son ardides e que prenden grandes caças, e si lo non fizieren non son ardides. E otrosí, si echaren bien aluenne lo que tuellen de sí, demuestra que son de rezios lomos, e la que es de rezios lomos demue/stra que es festinosa e ardid. E aquí se cumple el .viº. capítolo.
VII
Este es el .vii[º]. capítolo e fabla de los cevos que convienen a las aves que caçan o de quáles las deven guardar. E dezimos assí: que en saber quáles carnes convienen a las aves [que caçan] o de quáles las deven guardar es cosa que ayuda mucho en su salud e pueden más durar e que sean sanas sin enfermedades. E agora començaremos a dezir de quáles carnes de las aves les conviene más.
Dezimos que carne de grua depués que fuere bien purgada de la sangre e de los nervios, que les es muy buena. E otro-[fol. 26r]-sí dun af quel dizen çement, que sea limpia de la sangre, esles buena, pero si mucha comieren della enbeúdanle con ella e no á pro en ellas fasta que sean libradas daquel vaguido que se les faze del bafo que se les alça a las cabeças daquella sangre. E otrosí de las carnes dunas aves que les dizen lagaliga son buenas. E carne dotra af quel dizen cansansar á en ella grossura e esles buena sinon porque es pesada un poco, e la carne de las fembras dellas es mejor que la de los maslos. E carnes dunas aves que les dizen xorocat son buenas, e mayormient a los falcones. E carnes dotras aves que les dizen sayc son buenas. E otras que les dizen hadef, e son los cuervos marinos, / son mejores que ellas, mayormient a los açores e a los falcones, e si les cortaren los pescueços e gelos dieren a comer, fázeles pro a la costribatión quel dizen el mal del yesso, e es quando se les faze lo que tuellen seco y duro, e acaéçeles de la sobrefluidad de los comeres malos que son de poca grossura assí como son los uessos en que no á meollo. E la mejor cosa que les pueden dar de las carnes de las aves que crían en las aguas son las pechugas. E la mejor carne que les pueden dar en ivierno son las cerçetas e las menores aves que crían en las aguas, e quanto más menores fueren tanto más mejores son, e [fol. 26v] las carnes de las aotardas otrosí son buenas. E la carne de las perdizes e de las pássaras e de las cugujadas e de las tórtolas e de las palomas e de las torcazas e de los xaxes e de las codornizes, todas éstas carnes son muy buenas, e las piernas son mejores que las pechugas, e las que se goviernan en los montes son mejores que las que se goviernan en los prados e en las verduras, ca son más ligeras carnes e muélense más aína. E la carne dunas aves que son en ultramar que les dizen çilve es más ligera que todas éstas, mayormient a los falcones. E la carne de los saxos es mejor que la carne de las torcazas non governándose de las yervas, ca quando se go/viernan de las yervas si las cevan daquella carne dánnaseles lo que tuellen e fázeles podreçer el cevo en sus moliellas e muélese tarde, ca la carne de las torcazas es áspera e créceles mucho en los papos. E conviene que lo que les dieren de la carne de las palomas que sea picado, e selles á bueno e clarecerles á lo que tuellen, pero conviene que no lo usen mucho, ca fazerles íe grand sed e roído en los vientres, mayormient si les dieren de las tetiellas. E si acaesçiere que non tengan ál que les dar, conviene que lo laven con agua calient troa que sea limpio e déngelo a comer. E si tomaren de los palominos de las torcazas e los mataren en [fol. 27r] guisa que no salga dellos sangre e los remojaren en el agua un día e los lavaren de dentro e si gelos dieren a comer otro día con su pluma e con quanto tienen en el vientre, fazerles á grand pro a la costribazón e alimpiarlas á dello e de la flema que se les cría dentro en los cuerpos, e faze pro a las que son tísicas dellas. E la carne de las gallinas que son duendas, mayormient las que son negras, alímpiales la flema que se les faze en los cuerpos e tiéneles pro al tremer que les conteçe del dolor de las cabeças e al mal que es dicho en arávigo roge, e es tremor, e a la costribatión. E los pollos de las / gallinas fazen pro a las que an calentura e a las tísicas que tuellen verde, e quando gelos dieren a comer conviene que les tuelgan los pies y las cabeças e las alas e que los dessuellen quando gelos ovieren a dar por tal que non se saborguen en ellos, [qu]e no querríen caçar otra caça. E denles plomadas de las piernas e de los pescueços e tenerles á grand pro a los papos e fazerles á toller más claro, mayormient en el tiempo del estat, ca la pluma de los pollos ensánchales los estentinos e exúxales los limos e la umor que se les faze en las moliellas. E la carne de las aves que semejan a los estruços e son falladas en tierras de Romania, esles muy buena e prestable [fol. 27v] porque se muele aína.
E agora queremos dezir de quáles carnes de las aves las deven guardar. E dezimos que las carnes de los estruços e de los butres e de los crebantauessos e de otras aves que son blancas e otras que son amariellas, que comen las calabrinas, e otras que les dizen uuach porque meten atales vozes, de todas éstas non conviene que les den dellas sinon las que se cazaren ellas por sí o las que fueren pollas dellas e que sea la carne fresca. E toda carne que sea daves dagua e que ayan mala olor, assí como son las aves que comen las ranas e las que crían en las navas e en los tremedales e en las aguas estan/tias, todas son pesadas e malas. E la carne de los cuervos e de las cornejas e de las picaças e de las grajas, todas son malas e pesadas, pero la carne del cuervo fázeles pro a las inchaduras de los ojos que les acaeçe por el mal del yesso, esto es, quando endureçe lo que tuellen que non pueden echar, e lo que echan es blanco e duro, e quando gelo dieren con las melezinas que fazen pro a aquel mal, e quando gelo ovieren a dar conviene que les den un poco de tetiellas purgado de los cueros e que les den, otrosí, de los meollos de las cabeças e de los coraçones e de los fígados, pero en la carne de los cuervos ay dulçor [fol. 28r] e es conviniente pora algunas aves, mas si mucho la usaren fazles criar piojos, mas la sangre e los vientres dellos es muy malo e otrosí los grandes dellos fazen muy grand sed e grand ardor mortal de que sanan muy tarde, pero la sangre de las picaças es más dulçe que no su carne, ca en la carne dellas á amargor, mas las carnes de los cuervos que an blancura en los pechos son muy malas e magras, pero la carne çaguera dellas esles buena pora fazelles echar aína la pluma quando están en muda. E la carne del buho es mala pero fázeles pro a la ventosidad que les acaeçe por el mal del / yesso. E la carne de las lechuzas es mala sinon que presta a las tísicas. E toda carne muelle e magra es mala. E toda af que no aya fiel son malos los fígados della pora cevar, e los uessos que non tienen meollo son malos pora cevar, mayormientre los uessos de las aves que crían en agua, e otrosí los pescueços e los fígados dellas si gelos non dieren con la fiel. E conviene que non ceven a ave caçador de carne dotra ave caçador, ca esles mala e podelles íe ende venir grande danno. Fasta aquí fablamos del cevo de carne daves, e daquí adelante fablaremos del cevo de las carnes de las quatropedias.
Dezimos que las carnes [fol. 28v] buenas éstas son: carne de bezerro e carne de cabrón quando les dieren dello mesuradamient e que non sean estas carnes viejas, ca tornaríe en fuerte natura. E la sangre del cabrón maslo si lo pusieren en un escudiella e lo dexaren fasta ques esfríe un poco e les dieren dello a comer dos días, guarecerlas á de la costribatión que es dicho el mal del yesso, ca es cosa calient, pero si mucho lo usaren fázeles las moliellas delgadas, e si les minguaren el comer e les dieren de la sangre del cabrón que sale a postremas quandol degüellan en guisa de pedaços negros, e daquellos ceven todo so cevo una vez en la semana, en sazón que tengan los cuerpos vazíos del comer dan/tes, desfazelles á el yesso que se les faze dentro en los cuerpos, e otrosí les desfaze el yesso la carne del cabrón montés e la carne del carnero de dos dientes, e otrosí de la oveja e de sus cabeças fázeles pro a la tísica, e mayormient la carne de los pescueços. E quando remojaren estas carnes en agua calient en ivierno e en agua fría en verano e les dieren dello a comer, mayormient a los falcones, guarécelas del echar de la carne quando la echan crua que semeja gusanos o moras, e no es ál sinon carne que non se molió bien en sus moliellas, e este cevo les es atal cumo purga quando están en muda e ablandéceles [fol. 29r] los cuerpos e fázeles mudar aína. E la carne del carnero borro que no á anno, si la fendieren e la escalentaren al fuego e gela dieren a comer, fázeles pro a la tísica. E la carne del cordero fázeles pro en el tiempo frío. E la carne del cabrito que anda fuera esles buena en el tiempo calient. E la carne del cervato desfázeles la flema que se les faze en los cuerpos e la ventosidad que se les faze del yesso. Dize el trasladador que segund la razón que él entiende, este yesso se les faze por detenencia quando non pueden bien toller. Dize el libro que non conviene que les den de los pelos de ninguna destas carnes, e los meollos e los uessos destas carnes son/les malos, ca fázenles lombrizes e gusanos en los cuerpos e acaéçeles por ello malas enfermedades encubiertas por que se pueden perder. E la carne de la liebre es buena e desfá[ze]les el yesso e el so fígado es mejor que la carne. E la carne del lechón fázeles grand pro a la tísica. E la carne de los perriellos chiquiellos e la su sangre otrosí son sanas e fázeles grand pro quando an grand frío, e otrosí les faze pro al yesso e al ofego. E la carne de los ratos pequennos e de los mures esles muy buena, mayormient si gelos dieren con sos cueros e si les ende dieren cada día fazelles á grand pro, ca alimpiarlas á de la cólera e de la flema e de las [fol. 29v] enfermedades que se fazen por el yesso e del remadizmo e del ofego, e fázeles pro dentro en los cuerpos e esfuérçales las moliellas, mayormient a las que son pollas e ayúdales bien a moler el cevo e dale sabor de comer, e quando la remojaren en leche de cabras e gelo dieren a comer fázeles pro a la tísica.
E agora queremos dezir de quáles carnes de las quatropedias les deven guardar. Dezimos que la carne del ciervo esles muy pesada e mala de moler. E la carne del osso, otrosí, es pesada e calient e fázeles mal, e si mucho la siguieren fázeles grand fastío e demudamientos malos, e otrosí, [si] siguieren / mucho la carne de las ovejas e de los bezerros fázeles fastío de guisa que se pueden perder por ello. E conviene que no les den del sevo nin de la grosura de las quatropedias que avemos nombradas nin de sos uessos, ca todo les es malo e dánnales la fuerça de las moliellas e el moler del cevo. E conviene que non las ceven de carne que non sea fresca, e si acaeciere que non tengan ál sino carne de dos días, conviene que lo laven ante que gelo den a comer, mas si más passare de dos días non gelo den a comer por ninguna guisa, ca si gela dieren fázeles las enfermedades por que caen en el mal del yesso e todo [fol. 30r] mal que las faze dessecar, e contéçeles por ello podrecimientos e dannamientos de sos carcados e acaéceles por ello muert a so ora. E conviene que les non den de carne en que aya sal, ca la sal es una cosa de las porque se pierden aína, e otrosí carne en que tanxó olio o cayó en alguna cosa de las que les an a dar a comer esles muy malo, mayormient olio que queme o en que aya sal esles muy peor fueras si gelo dieren por melezinamiento.
E porque las aves menudas, assí como son los gavilanes e los esmerijones e los alcotanes, son más sotiles que las grandes e non pueden sofrir tales comeres como las mayores, / conviene que contemos quáles comeres perteneçen a las aves menores e quáles no. Dezimos que la más sana carne que les pueden dar es de cugujadas, e que sea fresca, e del so seuo e de sos uesos, ca les faze pro al mal del yesso, e cévenlas de las cabeças sin los ojos e ábrangelas calientes por tal que bevan de la sangre e coman de lo de dentro, los coraçones no más, ca todo lo ál esles muy malo, mayormient quando comen la yerva verde. E si fueren degolladas una pieça en ante que gelas den a comer en guisa que ayan los vientres dannados, conviene que no los den daquella carne, e si fueren degolladas al ora que tengan los vientres frescos, den-[fol. 30v]-les a comer de la carne e non de los vientres, e que las dessuellen e que crebanten la carne un poco, e lávenlas bien con agua calient e escórranlas del agua e déxenlas enxugar e después denles dello a comer, e esto fazen a las aves que non pueden moler bien lo que comen. E conviene que les den de la carne de los cuerpos destas cugujadas a menos de los uessos e de las piernas con sos uessos, ca les faze pro a las que son magras. E conviene que desechen los uessos que no tienen meollos e la grosura que tienen en los espinazos e en las raízes de las colas, ca les es mala. E otrosí los pássaros sonles buenos pero si mucho los usaren / fázeles angoxamiento de guisa que se les ensangosta el fundamiento, mas la su sangre faze pro a las magras. E conviene que no les den de las cugujadas nin de los pássaros quando están en celo, e denles en essa sazón carne de golondrinas e de otras aves que dizen nauath e dararizah, e son los trigueros, e host e botar, todas estas aves son natura de pásaros e de aviones e de tordos e fázenles pro al mal del yesso e al ofego; esto es, quando se costrinnen que non pueden toller, e fázeles lo que tuellen blanco. E la carne de los tordos pintados fázeles pro quando an calentura de dentro, e esto se connoce quando es lo que echan verde, [fol. 31r] más que amariello, e otrosí les faze pro al fastío. E toda carne enxuta que sea de poca grossura fázeles pro a esso; e quando les dieren la carne de los tordos pintados sobredichos, conviene que les tuelgan la grosura e que los metan en agua fría e después déngelos a comer. E los vientres de los pollos de las golondrinas sonles malos, e otrosí de todas las aves que viven de gusanos e de cocaraxos del campo e de moscas. Mas la carne de los pollos de las golondrinas desfázeles el mal del yesso e faze pro a las tísicas quando es lo que tuellen verde, e otrosí fázeles pro al fastío que an desuso o deyuso. E otro/sí conviene que desechen las moliellas de todas las aves que comen los granos de las semientes, e otrosí de las aves que comen las verduras, ca todas se goviernan dunas bestiuelas malas que se crían entrellas e fazerles íe aver gusanos e lombrizes dentro en los vientres, mas las carnes dellas son muy buenas mientra se trabajan, mas quando son estantias e gruessas sonles malas, ca les faze fastío. E conviene que no usen mucho la carne dunas aveziellas que an las cabeças blancas, ca son salgadas e magras, e si a dárgelas ovieren, que no tengan ál, conviene que la remogen en leche de mu-[fol. 31v]-gieres, ca gelo fazer mejor moler. E la carne de todas las otras aves que avemos nombradas, conviene que gela den a menos de la grosura, ca las aves que caçan quando non son much usadas a la grosura no lo pueden bien moler, mas si fueren much usadas a ella denles dello mesuradamient, e la carne que les dieren con grosura denles dello la meatad que les solíen dar sin grosura. E los vientres de las aves que non comen semientes, quando gelos dieren a comer en uno con sus fieles e con sos estentinos, seyendo frescas, púrgalas por manazón de guisa que non se les faz el mal del / yesso. E la carne dunas aves que les dizen dorrache e la de las perdizes e de las codornizes es buena fueras ende los pechos, assí como avemos dicho, e si mester fuere de darles de los pechos, mezclen con ello de las piernas con sos uessos, e si picaren los pescueços e las piernas e los coraçones e lo mezclaren con la carne de los pechos quando menester fuere, seerles á bueno. E la carne dunas aves que les dizen sicrac e de las tórtolas e dotras tórtolas blancas que les dizen fahet e la de las gangas, todas son buenas, mayormient a los açores e a los sagres porque son de humida natura, e estas car-[fol. 32r]-nes sobredichas son secas, mas conviene que no les den dend mucho, ca se danna aína en sos papos. E los palominos de las torcazas son mejores que los palominos de las tórtolas blancas, e quando les dieren de la carne de las gangas, denles de sus pechugas, e conviene que las desuel[l]en en ante de la tela que tienen sobrel pecho deyuso del cuero, ca es muy dura e conviene que gela den fresca. E la carne dunas aves que les dizen hezleche presta al començamiento del mal del yesso con ofego. E la carne de los pavones e dotras aves que les dizen tacalquet e dotras que son dichas zarahat son buenas, mas la carne de las que di/zen tacalquet es mejor, ca maguer que es la carne húmida trae un poco a salado e non se camian en el tiempo que están en celo nin quando salen dél ni en los otros tiempos del anno e fázeles pro al començamiento del mal del yesso con offego, e esto es quando non pueden toller e se les faze lo que tuellen blanco e duro; e los uevos que son fallados en los vientres dellas fázeles pro al mal del yesso e ensánchales las canales en tal que les non den ende mucho. E la carne dotras aves que les dizen nasesiche es más sotil e más sabrosa que todas las otras sobredichas e son buenas pora las aves mayores e pora las menores. E el sevo de las aveziellas pequennas [fol. 32v] esles bueno e préstales al mal del yesso, mayormient a las aves que lo an costumbrado. E los meollos de los uesos que suelen comer las aves caçadores quando andan bravas á propriedad de guarecellas del mal del yesso. E toda af caçador que aya la moliella desecada, fázeles pro la carne de las aves que dizen tacalquet, e deste mal del yesso pocas end guarecen si no an buena guarda. E las aves caçadores que an los carcados secos e calientes fázeles pro la carne del carnero e la carne de los palominos volantes, ca atales carnes muelen ellas bien. E conviene que les den dend todo so cevo complido, que les no mingüen ende nada, e si andidiere a caça conviene que / les den poco a poco e a menudo. E conviene que las guarden más [de la grossura, ca non ssofriríen la] la grosura con la humidad de la carne, ca la humidad fázeles pro porque tienen los carcados secos, e la sequedad es començamiento del mal del yesso e por esso non pueden moler bien otras carnes sinon las húmidas porque an los los estentinos angostos, pero si comiessen la grosura con la carne húmida non lo podríen tan bien moler. E las aves caçadores que son de húmida complexión e ovieren los papos fríos, esles buena toda carne que sea de natura calient, assí como es la carne de los pássaros e de las cugujadas e de las ánades que crían en agua e de [33r] las tórtolas e de las codornizes, mayormient en las tierras frías. E las que fueren de caliente complexión e los papos calientes, esles buena toda carne húmida e calient, assí como es carne de cabrito e de cordero e de carnero annal, e otrosí la carne de las aves que crían en el agua esles buena en las tierras calientes. E las aves que fueren de complexión fría e seca, esles buena la carne de las golondrinas e de las tórtolas blancas que son dichas faher.
E de las quatropedias esles buena la carne de los galápagos e de los carneros que trabajan e que non sean maruecos, e la carne de los pollinos de los camellos esles bueno, mayormientre en las tierras frías e secas, e / toda carne que sea buena pora qual complexión se quier es mala pora otra complexión contraria della. E quantas carnes contrallosas avemos dichas, no las puede moler si non fuere af que sea fuerte e de buena complexión e comedor porque non deven dar cevo a ninguna af si non qual conviene a su natura. E non conviene que les den ningún cevo de los sobredichos con agua calient ni con tibia sino quando las ovieren a purgar de las humores malas de dentro quando fuere menester, e que les den quanto el tercio de so cevo remojado en agua calient, e non conviene que lo usen mucho, ca dánnales los papos e adelgazárgelos íe [fol. 33v] e acaecelles íe el mal del yesso porque lo echaríen aína, mas fazelles á pro quando las quisieren purgar de las humores de dentro por la manazón, e depués guárdenlas dello, ca si mucho lo usaren enfermarán por ello. E si por aventura enfermaren por este uso, conviene que las guarezcan con cosas que las blandeçe, ca si no morríen por usar la carne con agua calient, pero quando fuer la carne fría e les quisieren dar della, puédenla lavar con agua calient e dexallo esfriar e después dárgelo.
E la carne de las aves que andan en el agua e de las aves que ellas non pueden prender, son malas pora las aves caçadores me/nores. E conviene que den a las otras aves, en cada tiempo, carne daves que son salidas de çelo en aquel tiempo, ca les es más convinient porque toda la carne daf es más sabrosa en el tiempo que son salidas de çelo que non quando están en él. E en esta razón que avemos dicha en este capítolo ay abondo, e no á menester de nombrar más cevos de los que avemos nombrados. E conviene que en el tiempo del ivierno que ennadan en el cevo de los falcones e de sos torçuelos e de los sagres e de los esmerijones e de los alcotanes por el frío e porque son las noches grandes. E otrosí, conviene que les mengüen quanto el tercio de so cevo en el tiempo del verano, que es desde media-[fol. 34r]-do março fasta mediado junio. E quando fuere el día donze oras, e esto es .iii. semanas andadas de febrero, conviene que les mengüen quanto la meetad de so cevo porque en aquel tiempo entran en çelo, e fagan esto primeramientre a los esmerijones e a los alcotanes porque entran en çelo ante que las otras, e después fáganlo a los falcones e a sos torçuelos e a los sagres, ca éstas entran en celo aprés de las otras, e después fáganlo a los açores e a los gavilanes, ca éstas entran en çelo apostremas de todas. E non conviene que mingüen a los açores ni a los falcones de so cevo tanto quanto dixiemos que minguassen a las otras, ca las demás destas / dos naturas daves ennádenles en esta sazón. Mas la sazón en que les deven minguar es quando son prennadas e quando yazen sobre sos uevos, e otrosí por el tiempo que es calient, ca no muelen tan bien so cevo com en el tiempo frío, e non conviene que les den en este tiempo carne de quatropedias, ca es mala porque pacen la yerva verde e la seca e por esso se les dannan las carnes, e si cevan dellas las aves, caen por ello en enfermedades malas. E aquí se acaba el .viiº. capítolo.
VIII
Aquí comiença el .viiiº. capítolo, el que fabla de la quantía del cevo que an a dar a las aves que caçan. Queremos contar en este capítolo quán-[fol. 34v]-to conviene a dar de cada una carne a toda af que caçe segund lo an provado en cada una tierra. E queremos contar en ante unas cosas que ternán grand pro pora entender esta razón. E dezimos que el cevo de las aves se departe en quantía por .vi. razones. La primera segund el tiempo. La segunda segund el logar. La tercera segund el uso. La quarta segund la qualidad del af que an de cevar. La quinta segund la qualidad del cevo. La .viª. segund la edad de cada una ave que caçe.
E agora començamos a dezir de la razón primera que fabla segund el tiempo. Conviene que les den mayor cevo en un tiempo que en otro por dos cosas: / La una por la longueza de las noches porque lo muelen ante que venga el ora del cevar o porque vien la ora del cevar en ante que lo muela[n] o por el tiempo que es frío, que muelen el cevo más aína porque tienen los vientres más calientes, o que es el tiempo calient e tienen los vientres más fríos. E quando corre el cierço de mayor fuerça, ál tiempo frío e á las noches luengas; e quando corre el ábrego de mayor fuerça, ál tiempo calient e á las noches chicas, ca el cierço quando corre faze moler el cevo mejor, assí como faze el tiempo frío e las noches luengas; e el ábrego quando corre faze moler el cevo más tar-[fol. 35r]-de e peor, assí como faze el tiempo calient e las noches pequennas.
E la que es segund el logar. Dezimos que en las tierras frías ó cae la niev comen mejor e dévenles a dar más. E en las tierras calientes muélenlo peor e dévenles a dar menos.
E la que fabla segund el uso. A la que á usado de comer más dévenle a dar más, ca el cevo mesurado muélenlo más aína porque quieren más comer, segund lo an usado.
E la que fabla de su qualidad. Dize que la ave mayor á mester más çevo que el af menor.
E la que fabla de la qualidad del cevo. Dize que / quanto más liviano fuere el cevo, conviene quel den dello más, e quanto más pesado fuere quel den dello menos.
E la que fabla de la edad. Dize que quanto más joven fuere el af tanto mejor muele so cevo. E por estas .vi. cosas conviene de ennader en el cevo o de minguar.
E los sabios antigos contaron el peso de cada çevo que conviene pora toda af segundo sus tierras e las carnes que eran ý trobadas, e porque non tiene pro a nos, queremos contar el peso del cevo que avemos provado en nuestras tierras. E dezimos que a las águilas deven dar quanto una libra o poco menos o poco más segund conviene. E a las ta-[fol. 35v]-formas que son menores denles quanto dos tercios de libra fasta tres quarterones. E a los açores, porque son menores que las taformas, denles quarta de libra quando los quisieren desainar, o tercia de libra quando los quisieren dar so derecho. E a los sagres e a los falcones, porque son menores que los açores, denles quarta de libra. E a los gavilanes e a los esmerijones e a los alcotanes, porque son menores que todas las otras, denles quanto una onça o poco menos o poco más segundo conviene e segundo fueren mayores o menores o segundo molieren aína o tarde e segundo su costrumbre e segundo fuere la carne liviana o pesada, e a las vezes escogen de la carne / de las piernas e a las vezes de los cuerpos, e esto escogerán segundo vieren la bondad de la carne del miembro o si es pesada o liviana, o de buena sabor o de mala, o si es salada o dulçe, o dura o tierna, o si deven dexar los uessos o los meollos o la grossura segundo lo avemos todo contado en el .viiº. capítolo. E todo lo pueden escoger segundo lo provaron en cada una tierra e a cada una af de cada un cevo, ca atal cevo es malo pora un af que será bueno pora otra, e la pro o el danno será segund la natura de cada una af e de cada un cevo.
Mas la ora en que las deven cevar. Dezimos que a las aves mayores segun[36r]do su edad de cada af e la costumbre, assí que a las que fueren más pollas cévenlas quando saliere el sol. E a las que fueren mayores cévenlas dos oras passadas del día. E a las que fueren costumbradas de comer dos vezes al día denles la segunda a ora de viésperas, en tal ora que entiendan que será molido a la quarta parte de la noch, en guisa que otro día, a las oras que avemos dichas, que ayan sabor de comer. E la que fuere gruessa, que aya menester dessainar, conviene que les den a comer a tres oras passadas del día, si les ovieren a enantar a la tarde, [mas ssi non les ovieren a enantar a la tarde] cévenlas a la tercia parte del día passado.
Mas a las aves menores conviene que las ceven al alva del día, e cámienles / el cevo a menudo de muchas maneras de carnes por tal que no usen mucho una carne, e si después les camiassen otra carne fazerles íe mal. E a essa ora les den a comer que entiendan que an el cevo dante bien molido e echado, e si lo que echaren fuere ralo no les den a comer fasta que se alinpien bien, ca si antes las cevassen fazelles íe fastío e camiaríen el cevo e fazerle íe otros males. E conviene que las ceven cada día a una sazón, e déxenlas folgar en la siesta e a la noch, ca en esta sazón fuelgan ellas quando andan bravas. E aquí se acaba el ochavo capítolo.
IX
Est es el noveno capítolo, el que fabla de [fol. 36v] escoger las oras, quáles son buenas pora comprar las animalias que caçan y a ensennar e a salir con ellas a caça, e porque los caçadores quieren complir su voluntad en prender buena caça conviene que escojan buenas oras en guisa que se cumpla aquello que ellos quieren con el ayuda de Dios. E dezimos assí: que las buenas oras pora comprar las aves que caçan son quando la luna fuere en Capricornio o en Libra o en Sagitario, ca desdel començamiento de Capricornio fasta .xx. grados dél ay figura de açor, e éssas son las estrellas que an nombre buitre volant. E conviene que aya en Libra buenas planetas e otrosí si fuere ascendent uno destos .iii. signos. E con/viene que la luna e el ascendent e el sennor del ascendent sean librados de malas planetas. E conviene que la luna se cate con Mars e con Mercurio e que sea recebida dellos de buen catamiento e que aya ý algún catamiento de Júpiter.
Mas las buenas oras pora comprar los canes e las otras quatropedias que caçan son quando la luna es en la fin de Gémini o en el començamiento de Cancro fasta .xviii. grados andados dél o en Sagitario o en León, ca ay figura de lobo, e conviene ques cate con Júpiter e con Mars e que sea recebida dellos e librada de malas planetas e otrosí, el ascendent e so sennor que sean librados de malas planetas. [fol. 37r]
Mas las buenas oras pora ensennar las aves a caçar son quando la luna es en Aquario e que se cate con Mars e que sea Mars en Escorpio, ca aprovarán bien e serán atrevudas pora prender grand caça.
Mas las oras buenas pora ensennar los canes a caçar e a las otras quatropedias, son quando la luna fuere en la fin de Gémini o en el començamiento de Cancro fasta .ix. grados andados dél o en León o que se cate con Mars e que sea Mars en Aries, ca por esto provarán bien e serán buenos, e otrosí que se cate la luna con Mars e que sea Mars en Escorpión, ca por esto pruevan bien, mas son más fuertes e más sannudas.
Mas las oras buenas po/ra salir a caça, ca ésta es la fin deste mester, conviene que las caten en dos maneras. La una en saber si el caçador será alegre con su caça e de buen talent o si no, e si fallará la caça presta o con trabajo o si sel escapará la caça o si se apoderará della. E la otra manera de caçar es en escoger los ascendentes de los cuerpos celestiales de cómo deven estar al ora que an de salir a caça. E conviene que digamos primero la manera de saber cómo conteçrá al caçador o qué será dél porque es cosa más general.
E dezimos que al ora de la qüestión de cómo será del caçador, deven catar el ascendent e al so sennor e al sennor de [fol. 37v] so término, e a la luna e a las planetas de que se partió la luna, e a los sennores del logar dessas planetas e al sennor de la ora, e catarán de cómo será de la caça a la .7ª. casa e a las planetas a que se allega la luna e a los sennores del logar dessas planetas, assí que quando fuere el sennor del ascendent en buen estado e en buen logar de las .12. casas e en buen catamiento del sol e se allega al sennor de la .7ª. casa o se alça sobrel, demostrará que el caçador será alegre e avrá fuerça e apoderamiento e alegría con su caça. Otrosí, quando el ascendent fuere signo de dos cuerpos e al sennor de la setena casa en el siguiente á[n]gulo, e otrosí, si la luna e el sennor / de la ora fueren fortunados e estidieren en ángulo, demuestra otro tal. E si fuere Júpiter sennor del ascendent o sennor de la ora, demuestra que fallará la caça presta e sin trabajo e que avrá buen cabo e con salud. E si fuere la luna en el ascendent demuestra que fallará la caça presta. Mas si el sennor de la .7ª. casa fuere Saturnus o si fuere dannado el sennor de la .7ª. casa, mayormientre si la luna fuere dannada e non catare a las fortunas, demuestra que non fallará caça e que avrá trabajo e lazería en buscarla e que tornará con nada. E si la luna fuere en la .7ª. casa o en el ángulo de los ángulos e fuere fortunada, demuestra que fallará caça e que verná con algo. [fol. 38r] Mas si el sennor de la casa fuer dannado e las buenas planetas fueren caídas de la .7ª. casa, demuestra que avrá poca caça e grand enojo en buscarla, mayormient si fuere Saturnus sennor de la .7ª. casa. E si fuere Mars el sennor de la .7ª. casa e esté en logar en que aya poder, demuestra que fallará caça assaz, mas que avrá ý palabras e contienda dessa salida pero avrán buen cabo e tornarán con salud, mayormientre si fuere Júpiter sennor de la ora o del ascendent e catare a Mars, estonçe demuestra que avrá buen cabo e fallará caça presta. E si fuere la .7ª. casa uno de los signos de quatropedia e fuere el sennor de la ora en alguno de los ángulos e que sea / fortunado, demuestra que fallará mucha caça e grand presa. E si fuere el sennor de la .7ª. casa de los signos del aire o de la tierra e fuere el sennor della buena planeta, o si fueren las buenas planetas en la setena casa, todo esto demuestra de bien y de salud en aquella caça. Mas si el sennor de la ora fuere mala planeta maguer que demuestre esso, no fallará tanta caça cumo querrá e esso que fuere, será con trabajo e con lazería, pero si catare el sennor de la ora a Júpiter o a Mercurio mejorará ý algo. E si fuere la luna en medio cielo dannada de Mars, demuestra que matará la caça a las aves que caçan, assí como fazen las gruas a las vezes. E si fuere Mars en la .7ª. casa, de-[fol. 38v]-muestra que las aves se apoderarán de la caça. E quando fueren las planetas en medio çielo o que caten a él, demuestra que avrán mucha caça e de muchas maneras, tantas quantas fueren las planetas que ý estidieren o ý cataren. E si catare el sennor de medio çielo al sennor del ascendent e al sennor de la ora, demuestra que avrán mucha caça e de muchas maneras. E quando la luna se allega a planetas retrógadas, demuestra que avrán mingua de caça e éssa que fuere no la podrán aver tan bien. Fasta aquí fablamos de las qüestiones por saber lo que acaeçrá a los que salen a caça, e agora queremos fablar de cómo catan las oras que son buenas pora salir a caça.
E dezimos que quando qui/sieren salir a caça, conviene que sea el ascendent uno de las casas de Mars, e que Mars non sea combusco nin retrógrado nin dannado o que sea el ascendent planeta oriental en ángulo de los ángulos, e el sennor de la .7ª. casa que sea dannado del sennor del ascendent. E conviene que la planeta de que se partió la luna que cate a la planeta a que se allega la luna, e mayormientre si fuere el sennor del ascendent alçado sobrel sennor de la .7ª. casa e la planeta de que se parte la luna que sea alçada sobre la planeta a que se allega la luna, ca tod esto faze aver mucha caça e buena con ayuda de Dios. E si non catare el sennor del ascendent al sennor de la .7ª. casa no fallarán caça, e esso que fallaren ascondérse[fol. 39r]les á. E si quisieren caça de mont, es mejor que sea el ascendent signo de quatropedia, e la luna e el sennor del ascendent en el trigóm del fuego. E si quisieren caça de campos e de uertos, conviene que sea la luna e el sennor del ascendent en el trigóm de la tierra. E si quisieren caça de aves, conviene que sea en trigóm de aire. E si quisieren caça dagua o de ribera, conviene que sea la luna e el sennor del ascendent en trigóm de agua. E otrosí, si fuere en signo de dos cuerpos o en signo mudant, será buena la caça. E si fuere el ascendent casa dalguna buena planeta e que caya ý rayo dalguna buena planeta, faze aver caça presta e buena presa. E conviene que a la ora de la salida / non sea el ascendent Tauro ni Gémini ni Escorpio ni Capricornio porque la caça se destorva por estos ascendentes, que se ascondrá en los montes e en los altos logares, e propriamient si Capricornio fuere el ascendient asconders á la caça en los espinos e en las matas. E conviene que sea Mars en la .7ª. casa o en buen logar del ascendent, e la luna que se parta dél e que non cate a Saturno, ca si Saturnus oviere que veer con la .7ª. casa e con la luna estando en uno de los ángulos, demuestra que la caça ferrá a las aves que caçan e escapárseles á. E si Saturnus no oviere que veer con la .7ª. casa ni con la luna, demuestra que las aves caçarán bien e alegremientre e mucho e que gozarán dellas. E [fol. 39v] conviene que la luna sea crecient en lumbre y en grandeza e en cuenta e que aya que ver con Júpiter e con Venus e con Mercurio, e que sean descendientes en aquella parte que fueren en logar que siga a algún ángulo, ca todo aquesto faze aver la caça presta e buena presa. E non conviene que la planeta a que se allega la luna que sea en ángulo, ca esso daríe apoderamiento a la caça. E otrosí non conviene que se allegue la luna a planetas caídas de los ángulos, ca esso feríe escapar la caça. E conviene que Mercurio cate a la luna o alguna planeta de las que catan a la luna, ca esso faz vencer a la caça. E non con/viene que la luna sea en la fin de los signos nin sin catamiento alguno, otrosí que non se allegue a planeta que sea retrógrada nin sea en signo mudant sinon si la catare el sennor del signo, ca quando la catare el sennor del signo demuestra ques apoderarán de la caça e que la fallarán ligeramientre. E convie[ne] que Mars non sea en el medio çielo, ca si fuere demuestra que perderán las aves que caçan, pero si catare el sennor de medio çielo a Mars o a Mercurio o a Júpiter, e qualquier dellos que sea sennor del ascendent o sennor de la ora, mayormient si Saturnus non catare a Mars ni al sennor de medio cielo, esto demuestra que avrán mucha caça e presta e [fol. 40r] de poca lazería e con grand alegría. E conviene que Saturnus no cate a Mars de mal catamiento, e si ovier alguna fuerça en el logar de Mars o en el medio çielo, ca si otra guisa fuere, demuestra que avrá tristeza e mingua de caça. E si Júpiter no ovier algún catamiento, demuestra alguna occasión. E conviene que la luna cate a Mars e no a Saturnus, ca si assí fuere e se catare la luna con alguna planeta e oviere part en el ascendent o en so logar, e que sea apoderado el sennor en medio cielo o el sennor de la ora, demuestra que avrán mucha caça e que se apoderarán della. Mas si catare a Saturnus dannarlo á todo e metrá ý tristeza e trabajo. E conviene que cate la luna a Mercurio e que la re/ciba, mayormient si fuere Mercurio en la xi[ª]. casa o en la quinta.
E las oras buenas pora salir a caça con las águilas son quando la luna fuere en Aquario e que cate a Mars catamiento sextil o trial. E si fuere la luna en Capricornio que cate a Mars de catamiento quartal, e será mejor si fuere el sol en Aries, ca esso demostrará que avrán caça mayor de aves e de quatropedias.
E a la caça de los açores e de los gavilanes, conviene que sea assí como avemos sobredicho, mas que sea la luna en algún signo daire e [sserá] mejor si fuere en Gémini e recebida de Mercurio. E si quisieren caçar aves de agua, convie-[fol. 40v]-ne que sea la luna en signo daire e que cate a la planeta que sea signo dagua.
E la mejor ora pora caçar con sagres e con falcones es quando la luna fuere en Libra e que cate a Mercurio e a Mars, mayormient si quisieren caça de campo assí como son aotardas. E si quisieren caçar liebres con los sagres, conviene que sea la luna desde v grados de Gémini troa .ix. de Cancro.
E las oras buenas pora caçar con canes son assí como avemos dicho, e que cate la luna a Júpiter e a Mars de buen catamiento. E aquí se acaba el noveno capítolo.
X
Aquí comiença el de/zeno capítolo, que fabla de catar agüero quando salen a caça. E dezimos que quando salen a caça e ovieren nief delantre o detrás o de siniestro, demuestra que fallarán caça, mas que será poca. E quando llegaren a la caça si ovieren águila siniestra o que esté posada de siniestro que o passe de siniestro a diestro, demuestra que fallarán caça e que se apoderarán della, otrosí si fuere el águila diestra. E otrosí catarán a muchas aves bravas caçadores como catarán a las águilas. E otrosí, quando allegaren a la caça si ovieren cuervo que pose siniestro, demuestra que avrán caça mas que será poca; e si fuere diestro, demuestra que avrán más caça; e si fuere siniestro e llamare, [fol. 41r] demuestra que avrán mucha caça. E otrosí si cataren a las cornejas e a los cuervos blancos.
E el agüero de los canes: quando llegaren a la caça si vieren can que pase de parte siniestra, demuestra que se apoderarán de la caça e que avrán alegría con ella, e mayormient si fuere el can vermejo.
E el agüero de las golpejas: quando llegaren a la caça si encontraren golpeja diestra que venga o siniestra que vaya e que meta vozes, o si vieren dos golpejas que vengan o que vayan de siniestro o de diestro, e caten todavía a los canes que caçan, todo esto muestra que fallarán mucha caça e buena. E si encontraren golpe/ja que venga de siniestro e que meta vozes, demuestra que non fallarán caça. E si fuere de diestro e metier vozes, demuestra que fallarán mucha caça e buena.
E el agüero de los corços e de los cervatos: si vieren cervato venir de la parte derecha o que vaya de la parte siniestra, o que venga de parte diestra e que passe a la siniestra, o que esté assentado de la parte derecha o que vaya de diestro o de siniestro, e caten mucho a los canes, tod esto demuestra que fallarán mucha caça e buena. Esto es lo que provaron los sabios e non quisiemos dezir más en esta razón porque tenemos que ay abondo. E aquí se acaba el dezeno capítolo. [fol. 41v].
XI
Est es el onzeno capítolo, que fabla de cómo deven prender a las aves que caçan e cómo las guardan e cómo las deven ensennar e cómo deven caçar con ellas, ca estas cosas son mucho menester pora aprender en arte complidamientre. E queremos dezir primeramientre de cómo las prenden. E dezimos que las prenden de muchas maneras. Dellas ay que las prenden en los nios; e dellas prenden en redes; e dellas en arannuelos; e dellas con liguia. E la mejor cosa con que las pueden prender son las redes e la peor es con la liguia porque se encoban e se debaten e caen en tierra e pueden ý prender danno. E porque queremos fablar en / otras cosas que convienen más a esta art, tenemos que ay abondo en lo que avemos dicho en esta razón.
E agora queremos dezir los tiempos en que las deven prender. E dezimos que las que prenden en ante del tiempo en que las suelen prender son mejores que las depués del tiempo passado. E las que prenden acerca de la tierra ó las quieren criar son mejores que las que traen de luenne porque las que traen de luenne dánnanse en la carrera por las calenturas e porque se marrotan e por los cevos que no les dan tan buenos, ca por aventura non pueden aver bonos cevos en la luenga carrera e por esto son pocas las que end escapan sanas. E las que prenden en ante del tiempo e de más [fol. 42r] acerca son mejores que las otras. E las que prisieren de los nios conviene que les den carne bien purgada de sevo e de los nervios e que sea picada e déng[el]o en cabo daguja si fueren muy pequennas, e si fueren mayores, en guisa que puedan comer por sí, denles cada día un mur o un af de las pequennas. E quando fueren más esforçadas e gordas denles carne de cabrón de dos dientes. E quando pudieren ferir de manos échenles af tamanna que la puedan bien prender, e degüéllengela entre las manos e cévenle en ella. E quando pudiere bien volar, sáquenla a caça e amostrarl an e afeitarl an assí como diremos adelantre.
Mas las aves aranniegas conviene / que las dexen una pieça, depués que las prisieren, los ojos abiertos por tal que cate a los omnes e que se amanse de la queixa que ovo al ora del prender, e después cósanle los ojos e denles a comer en los dos días primeros carne de carnero o de oveja que sea joven, e al tercer día denles a comer [carne] de gal[l]ina o de paloma e que les mezclen con ello quanto pesa una tercia dun dinero duna melezina quel dizen andarach, molida e cernida o déngelo en una pieça de carne de carnero, ca con esto escapará sil fezo mal el prender o si se firió, e después desto cevarla an .vii. días de carne de carnero con azeit o con manteca de vacas, ca ésta es la me-[fol. 42v]-jor cosa pora librarlas del mal que prisieron al ora del prender, e después cévenlas de palominos eguados e de tórtolas e guárdenlas de carne de picaças.
E las aves mayores, assí como son los açores, conviene que las lieven la primera noch e a la madrugada en bestia ensellada e irán más folgadas, e cévenlas de perdizes e de palomas e de torcazas. E conviene que les den de dos cevos mientre fueren bravas, ca se amansarán más aína por ello, fasta que sean mansas e después tornarlas an a un cevo, e guárdenlas de la carne de carnero si non fuere fresca.
Mas los sagres e los falcones lue/go que los prisieren, conviene que los bannen en agua fría, mayormient a los falcones conviene que todavía los sigan de mojarlos entre las piernas con agua e so las alas e en los ombros, e que los ceven assí como avemos dicho a los açores. E quando les abrieren los ojos conviene que los lieven de grand madrugada e que los mogen todavía con agua assí como avemos dicho, e pónganlos en logar lóbrego por tal ques amansen e no les den mucho a comer, e denles de los meollos de los uessos por tal que non se les sequen los fígados por la calentura que les acaeció al ora de la prisión, ca pocas son las aves que mueren sinon por mucho comer o por poco [fol. 43r] bannar o por grand sed.
E las aves menores, assí como los gavilanes, conviene que los mogen con agua luego que fueren presas fueras si fuere el tiempo frío, que conviene que las guarden del agua. E conviene que los lieven en la madrugada ante que los den a comer e que los paren al viento, ca les faze mejor prender, e denles a comer de los buenos comeres, assí como avemos antes dicho en el capítulo de los cevos, fasta que sean bien usadas, mayormientre de la carne de las aves que non son en çelo.
E agora queremos dezir en qué manera les deven coser los ojos. E dezimos que conviene que las / dexen cosidas fasta ques amansen bien, e a las vezes á menester de dexallas luengo tiempo cosidas, mayormient a las que traen de luenne, e dánnaseles los ojos por ello e por esto conviene que quando están luengo tiempo cosidas, que no es sazón de abrillas, que las descosan una vez mojándoles los ojos con agua fría antes o con agua rosada que es mejor, e alímpienles los lagrimales con algodón mojado e cósanlos de cabo con aguja delgada por los logares que no les duelen con filo de algodón, ca el filo de lino romperlos íe aína. E conviene que sea la costura rala e que gela mogen con agua por tal que les non fagan mal las rompeduras de las agujas. [fol. 43v] E si por aventura se le fizieren las roturas blancas e se les fiziere ý cavadura, conviene que les pongan ý algarrovas mezcladas, ca les faze pro, e si sanaren la cavadura e fincare la blancura, conviene que metan con las algarrovas un poco de salpedres e póngangelo desuso. E conviene que paren la mano en que suban las qui no son bien costumbradas a saltar, e a las que tienen los ojos cosidos por tal que quando saltaren e cayeren end, que las tornen con la otra mano muy quedo, ca si bravamientre las tornaren adolecen del espinazo e de las piernas del tirar que tiran, e a las vezes acaeçe que les quiebra dentro una vena por que se pueden perder; e si fueren bien acostumbradas e de buen sal/tar non conviene que las tornen luego que cayeren, ca les faríe mal por la fuerça del saltar e del tornar, que adoleçríen de las piernas, mas conviene que quando cayeren que las dexen estar un poco e después que las tornen muy quedo. E conviene que las metan en casas lóbregas e vazías e que les pongan dentro vasos llenos dagua por tal que bevan dello; e si no quisieren bever, échenles del agua en las gargantas con un poco de bolo arménico o una poca de canfora.
E agora queremos dezir en qué manera deven ser las piuelas fechas. E dezimos que deven seer de correas negras o blancas que sean raídas e untadas, e que aya en los ojales e en lo que cuelga e en los nudos [fol. 44r] tres dedos en luengo por todo. E non conviene que sean vermejas por miedo de las águilas, que las verán e darán salto en ellas e perders' íen por ello. E los omnes que moran en tierra de Coraçén fázenles las piuelas de correas redondas e dizen que las pueden echar más de rezio por ello.
E agora queremos dezir de cómo deven ser fechas las lonjas. E dezimos que deven ser mesuradas, que non deven ser muy cortas ni muy luengas, ca si mucho luengas fueren quando saltan de las perchas puédense ferir en alguna pared o en otra cosa que les feríe mal, e quando fueren mesuradas puédense tornar a so logar sin trabajo e sin lazería, e otro/sí si muy cortas fueren, quando saltaren porque es el trecho poco fázese el salto más de rrezio e pueden ý prender alguna crebantadura en los cuerpos o que se les marrotarán las pénnolas.
E dezimos que ay aves a que deven poner panno cosido enderredor de las piernas, deyuso de las piuelas, e mayormient a los gavilanes por tal que les non fagan los echos al ora del echar mal. E no los ponen a los açores porque pueden mejor sofrir el tirar de las correas, e no lo pueden tan bien sofrir los gavilanes, e otrosí no lo ponen a los alcotanes porque an por costumbre de tirar porque quier que tengan en los dedos e avríen de romper estos pannos e ferirs íen [fol. 44v] en las piernas e en los dedos. E este panno deve ser de seda pora qual af quier quel pongan.
E agora queremos dezir de cómo deven poner los cascaveles. E dezimos que gelos aten sobre las piuelas o entre las piuelas e las calças a las aves que las deven poner, ca por los cascaveles se connoçrán e se amansan ende, mas non se pueden asconder en ningún logar que las non fallen. E los cascaveles pónenlos a los açores e a los gavilanes, e no los ponen a los falcones ni a los sagres, porque la caça que prenden aquel[l]as a quien los ponen ascóndese más en las matas e en los logares en que non pued omne entrar e an de entrar por ellas e non podrí/en saber ó eran sinon fuese por el cascavel. Mas los sagres e los falcones porque lo demás de la su caça es en logar descubierto e en alto e ellas no an porqué se asconder, por esso no los an menester si non quisieren fueras end si quisieren caçar con ellos de las aves que se suelen asconder puédengelos poner. Mas los omnes que moran en tierra de Coraçén pónenles los cascaveles en las colas e dizen que les defienden mucho que no anden en ralea, e otrosí quando se asconden e tienen alguna presa non mueven los pies por la presa que tienen e an de mover las colas, e sabrán por ello ó están, mas los que moran en tierra de Alirach ponen los cascaveles en los pies. [fol. 45r] E dellos ay que ponen dos cascaveles; e dellos ay que les non ponen más de uno e pónengele en la pierna derecha por tal que sea la mano esquierda más liviana, ca con la esquierda fieren la caça.
E queremos agora dezir en qué guisa deven ser las perchas e los fustes en que los ponen. E dezimos que las perchas de las aves mayores, de las que son aranniegas mientra tienen los ojos cosidos, conviene que ayan perchas de fierro o de madero. E las aves menores, assí como son gavilanes, mientra tienen los ojos cosidos, conviene que los pongan en cannaveras o en perchas de bar/ro acerca de tierra. E conviene que a las mayores aranniegas que quando las descosieren los ojos, que las pongan en piértegas mesuradas, ni muy delgadas ni muy gordas, e que sean redondas e nidias, e que no aya en ellas agudeza ninguna, e conviene que las envistan de fierro o de panno de lana las perchas. E quando abrieren los ojos a las aves menores, conviene que las pongan en piértegas altas de tierra fasta que sean bien amansadas, ca por esso aprendrán a saltar mejor, e conviene que las allegen acerca de la percha por tal que salten de la mano a la percha, e quando saltaren pora ir a la percha, tórnenlas unas dos vezes a la mano por tal que aprendan mejor a saltar a [fol. 45v] suso, e non gelo fagan muchas vezes; e quando fueren bien amansadas, pónganlas en piértegas acerca de tierra, assí como avemos dicho. E conviene que quando las pusieren en las perchas, que aten bien las lonjas con lazo en guisa que non se desaten quandos debatieren. E quando las tomaren de las perchas non las tomen sinon llamándolas por tal que vengan mejor a mano. E quando tovieren dos aves en una casa, conviene que sean luenne la una del otra por tal que no alcançe la una a la otra, ca les faríe mal en comer la una de la carne de la otra.
E agora queremos dezir de cómo las deven afeitar quando les abri/eren los ojos. E dezimos assí: que si las fallaren estonçe sannudas o bravas que será porque serán luengo tiempo bravas o porque les cosieron los ojos luego al ora que fueron presas, ca quando assí les fazen remanéçeles el miedo en los coraçones e son por ello más bravas e más sannudas. E los antiguos solíanles fazer maestrías pora amansarlas e pora domarlas, assí que las enbolvíen en pannos e las colgavan las cabeças ayuso acerca de los que fieren de martiellos por tal que oyessen el son; e dellos avíe ý que los atavan sobre carrales pequennas de noch e poníenles candelas delantre e movíenlas to-[fol. 46r]-davía a las aves por tal que non durmiessen; e dellos avíe ý que las poníen en fustes atravessados acerca de tierra e movíenlas todavía otrosí por tal que non durmiessen. E la mejor manna por amansallas es de levarlas en la prima ora de la noch e en la madrugada con candelas en los logares ó ayan grand roído de martiello e de otras cosas, e dexallas folgar de día depués que las ovieren cevadas. E usándoles esto amansarán bien.
E agora queremos dezir de cómo las an de levar. E dezimos que los que moran en tierra de Alirach liévanlos dotra manera que los / no lievan los de tierra de Coraçén, ca los de tierra de Alirach liévanlos en la mano esquierda e los otros todos liévanlos en la mano derecha. E los unos e los otros dan razón porqué lo fazen. Los que las lievan en la mano esquierda dizen que es más a derechas porque si la luva tovies en la mano derecha non podríe sacudir la caça de las manos de las aves nin podríe fazer nada de lo que oviese a fazer con ella, e por esto es mejor en levallas en la mano esquierda, porque avríen a toller la luva de la mano derecha si en ella la levas. E los otros dizen que las echa omne más de rrezio con la mano derecha e que prenden mejor por ello [fol. 46v] e demás, que puede omne cavalgar por ello más ligeramient, ca si la levas en la mano esquierda avríe a poner el af sobrel arçón de la siella quando oviesse a cavalgar e si saltasse el af ende, quando las oviesse el omne a tornar podríen prender ý crebantura o torcedura o daríen salto en el arçón detrás e destorvaríen al omne quando ovies de cavalgar, e por aventura prenderlas íen deyuso e poderlas íen matar. E los unos e los otros dan razón segundo an usado, más quando las an usado de la una mano a la otra de levarlas e las quisieren mudar a la otra mano por el uso que an usado, tornan las caras esquantra fuera e las colas esquantra el / omne e por esso conviene que quando las quisieren camiar del uso que an usado, que las amuestren algún tiempo fasta que lo ayan desusado. E conviene que el que levare el af que la sepa falagar e amansar e fazerle plazentería e guardarla de toda cosa que la espante, e algunas aves ay que se espantan de la cara del omne porque non fueron bien afeitadas daquellos que las levavan e a éstas conviene que las amansen e que las tornen la cara a otra part a menudo, e quando les tornaren la cara denles alguna cosa a comer por tal que se amansen, ca las aves e las otras animalias que caçan an pensamiento e son de agudo entendimiento [fol. 47r] e tienen sanna a tiempo e miémbrales de que quier que les fagan de bien o de mal, e por esto dizen los sabios que el uso e la costumbre es la natura segunda. E conviene que no las estulten ni las escupan en la cara. E algunas aves ay que aborreçen la mala olor [o la olor] del vino e por esso conviene que las no aya omne que mal seneldo oviere e que nol uela la boca a vino e que sea limpio. E otrosí, conviene que las guarden del fuego e del fumo e del polvo, ca estas cosas les faze grand mal, e si les acaeçiere fumo o polvo conviene que las chupen las narizes e que les echen ý olio violado. E la mejor ora en que las pueden levar es en la mannana o en la tarde si non fueren / los días que an a caçar. E quando las tomaren en la tarde conviene que las trayan ante que las ceven, ca esso les da mayor sanidad e mayor fuerça en las piernas e en los lombos e fázeles moler mejor el cevo. E el traer mucho mátalas, e non las trayendo, otrosí, en las oras que las deven traer fázeles mal e non muelen bien lo que comen. E las que son usadas de traer mucho fázeles mal si las dexan folgar, e por esso conviene que a cada una af como lo oviere usado asíl fagan. E quando folgaren mucho en casa, conviene que les mingüen del cevo cada tercer día e serán por ello más sanas, e déxenlas folgar en las siestas assí co-[fol. 47v]-mo ellas an usado quando son bravas, e a esta ora deven folgar quando caçan con ellas, ca serán por ello más sanas e más alegres e avrán mayor sabor de comer e non se vezarán a andar en ralea. E non conviene que las trayan sino quando corrieren los vientos quedos, e que las trayan de cara contral viento, ca los vientos fuertes, maguer que las faze mejor saltar, fázeles mal e trabajo. E conviene que las trayan después que no tovieren cevo en los papos, ca si saltaren teniendo cevo en los papos fázeles mal e dánnales el comer e fázeles sed e a las vezes fázeles camiar, e si a aquel ora no les dieren un poco despodio con agua fría acaeçerles á por ello / enfermedades peligrosas. E conviene que las prueven si an sed quando las ovieren de levar o de trabajar con ellas, ca si assí no lo fizieren fazérseles íe grand calentura de dentro e podríen morir por ello, e esto pareçe en el tiempo de la muda, e si escaparen saldrán floxas e magras, que non ternán pro, e a las vezes acaéçeles por ello ventosidad en los vientres, e quando esto les acaeciere, denles de las raízes de las espadannas descortezada[s] peso dun dinero e cévenlas depués a cabo de un ora, ca luego lo echarán fuera, e si non lo echaren puede seer crebadura de la tela del vientre e non pueden end guarecer.
E agora queremos dezir de las [fol. 48r] aves que traen dotra tierra. E dezimos que los mejores açores que traen son de tierra dArmenia e de tierra de los puertos e de la Lidiquia, ca éstos apruevan bien e an grand esfuerço pora prender granada caça. E los que traen de tierra de Coraçén son fremosos e vuelan mucho e son ardides pora caça de agua e pora otras aves que les dizen dorrache. E los sagres e los falcones que traen de tierra d'Alcusa e d'Alvazra son muy buenos. E los que traen de las otras partes pareçe su bondad en la caça que an usada e en aquella que más fallan en la tierra don son. E los mejores gavilanes e esmerijones son los que son ensennados en Medi/na de C,alem e en Ezpaham e en tierra de Coraçén e en Arraca e en Carquisia e en tierra de Perinissión. E las que traen de tierra d'Esquef son de más fuertes coraçones e mejores e otrosí los que traen de tierra d'Alcusa e de la ciudad de Yatrib son buenos, pero los que traen de tierra d'Alcusa, los demás dellos, son de tierra de Meca e de Nasde e de Atrib e éstos son los mejores, e los que traen d'Albazcra e d'Alahoaz e de Persia son de menos bondad que estos otros. E las que traen de tierra de los negros todos son malos, que no á en ellos bien ninguno, pero acaeçe en ellos que prenden quando son en çelo alguno que será muy bueno, mayormientre de los que traen en ochu-[fol. 48v]-bre. E muchos omnes non se pagan de los gavilanes que traen de tierra de Hit, e ésos son los mejores aviendo las sennales de bondad así como avemos dicho. E quando los traen de logar en logar muchas vezes o las camian de mano en mano, acaéçeles por ello flaqueza e enfermedad, por esso conviene que las guarden assí como las solíen guardar sos duennos primeramientre en su tierra, e que los pongan en logares semejantes de los que avíen costumbrados, e que caçen con ellos en tal sazón como avíen costumbrado fasta que se vayan faziendo a la tierra e a la costumbre que les quisieren dar, e mayormientre a las aves menores. E quando las troguieren duna vil/la a otra, conviene que las enbuelvan las alas e las colas con filos de lana e no les cosan las pénnolas ni las alas, ca se crebantan mucho al ora del descoser. E conviene que a las aves menores que las trayan en alcafazes porque vengan más folgadas, e quando las desenbolvieren, conviene que las pénnolas que fueron enbueltas que las metan en agua tibia e que las endereçen fasta que se tornen en so siesto, e si tomaren las raízes del malvavisco e las coxieren en agua e la colaren e les metieren ý las colas e las alas, afirmarles á las pénnolas; e si tomaren los nabos e los coxieren bien en el agua e les metieren dentro otro-[fol. 49r]-sí las colas e las alas, fazerles á grand pro, e mayormient a las que an las pénnolas salgadas, que se crebantan. E quando se les fendieren las pénnolas de parte de dentro por fortaleza de las ataduras, tomen el espuma que sale de la lenna del atarsa quando la meten en el fuego e póngangelo ý calient e apertárgelo á e guardarlas á que non se crebanten. E si por aventura se les untaren las pénnolas de las alas o de los pechos con olio o con grossura, tomen duna yerva quel dizen uxnen e de la greda e muélanlo e ciérnanlo e mógenlo con agua calient e póngangelo en aquellos logares untados e párenlas al sol fasta que se / sequen, después liévenlas e tuélganles la greda muy quedo, e si fincare algo dello, que non sea tollido, póngangelo otra vez e lávengelo con agua calient e luego se toldrá.
E agora queremos dezir de cómo an a aguardar e a afeitar a las aves niegas que son criadas en las casas. E dezimos que las que son gruessas que las guarden mansamientre, e quando se debatieren que las tornen mansamient e que ayan piedad dellas, e que non se debatan mucho e que las metan en casas lóbregas por tal que non se debatan mucho e non las metan en las casas frías ni en logares muy calientes ni en logar ó les tanga fumo, e [fol. 49v] non las saquen de las casas fasta que sean afechas al aire de la tierra ó son aduchas e a la costumbre del cevar, e que les mingüen lo que conviene a minguar de so cevo quanto una semana, e quando fueren usadas a aquel cevo a aquellas que les quieren costumbrar, liévenlas en la prim[er] ora de la noch e en la madrugada e después cévenlas e déxenlas folgar e non las lieven sinon después que ovieren molido so cevo, mayormient a las aves menores. E la cosa que más deven acatar es en saber de cómo retienen el cevo en sos papos e lo que echan quál es, ca es cosa que se camia en el día muchas vezes, e mayormientre esto a las que son nuevamiente traídas, assí que / quando fuere lo que tienen en sos papos redondo e de buena manera, non muy duro ni muy blando, e tovieren el vientre yuso rezio e lleno, que no aya ý inchadura, e que sea assí tendudo como la nuez, estonz están muy bien, e si se les afloxaren los papos e se le[s] fizieren luengos con los gorgomellos, sabrán que esso les acaeçe por algún demudamiento que non pueden echar tan bien como deven, e acaéçeles que se les demuda el retener del cevo e contéceles por sed o por calentura, e a las vezes acaéçeles por retener el cevo fasta la noch, mayormient en el tiempo que se faze el día pequenno e las noches grandes e se van esfriando. E conviene que les paren mientes a los [fol. 50r] ojos, de cómo catan bien e de cómo están ledas e de cómo saltan. E si entendieren algún delexamiento o pereza, entendrán que son demudadas e lo demás les acaeçe este demudamiento por fastío. E conviene que les mingüen el çevo mientre el aire fuere calient o temprado, ante que faga grand frío, e que las tenpren a menudo en essa sazón fasta que sepan bien caçar, ca en essa sazón pueden mejor sofrir el tempramiento que quando faze frío, e assí les deven fazer fasta ques metan bien en carne estando sanas, ca si les minguaren el cevo en el tiempo que non deven e les acaeciere que les dé el viento cierço aprés de l[l]uvia matarlas á, e pocas end esca/pan, e el que escapa fi[n]ca ende muy magro maguer aya estado muy gruesso; e quando esso fuere, conviene que les den el cevo que deven dar a las que son magras e que las metan en casas que no les tanga frío ni viento. E conviene que pongan a las aves menores en alcafazes enferrados e que aya ý varas enferradas por tal que fuelgen en ellas, e cévenlas de pássaros e de cug[uj]adas frescas assí como avemos dicho. E conviene que no las metan a afán ni las ceven daquí a que sean desenbargadas del comer primero e que ayan bien tollido e, maguer ayan tollido, si non fueren bien desenbargadas no les den nada a comer.
E agora queremos de-[fol. 50v]-zir de las aves aranniegas, las que fueron criadas bravas, e de cómo las an a guardar. E dezimos que éstas son dotra manera que non son las niegas, ca éstas engruesan mucho ante que entre el ivierno e muelen bien so cevo en essa sazón, e conviene que quando molieren bien so cevo que no les den por esso más, mas denles cada día tanto quanto suelen, e maguer corra el viento cierço no les den por esso más, e párenles mientes de cómo tienen los papos e segund esso fagan, e non les den tanto quanto ellas querrán, e lo mejor es que paren mientes de cómo están alegres e de cómo esmenuzan la carne e de cómo crebantan los uessos e de cómo tienen los papos l[l]enos e segund / esso les den, ca a las vezes fázeseles humidad de dentro, e si les dieren más de lo que deven, e non pararen mientes de cómo lo retienen e qué tal es lo que tuellen, acaéceles por ello muchas enfermedades, e non paren mientes si corre sierço o si muelen bien, ca por esso no les deven dar más de so derecho. E quando tovieren bien los papos damas partes e lo que tollieren fuere bueno, non conviene que las muevan a nada, mas que les fagan buena voluntad e que las falaguen o que las trayan si suelen moler mejor por ello so cevo, e fáganles assí como an usado, e que las guarden de saltar mucho. E si detovieren el cevo en los papos fasta una partida de la noch e en-[fol. 51r]-tendieren que lo podrán moler en toda la noch déxenlas estar, e si non tráyanlas muy quedo fasta que ayan molido lo demás, e después tórnenlas a so logar. E la cosa que les fará las carnes tiestas e les fará bien saltar es en cevarlas en carne de palomas e de los pescueços e de los ombros, e que gelo piquen ante e que lo trayan con la mano e déxenlo al aire fasta que se enxugue, ca si les passare la carne al papo o a la moliella estando húmida, fázeles fastío e non lo pueden bien moler e puédense perder por ello; e quando las cevaren desta carne que avemos dicha e les acaecier fastío, caten aquello que tuellen, e si fuere seco, que no aya olor ninguno, e entendieren que / an menester grossura por sequedad que ayan, conviene que las guarezcan con essa carne e que sea gruessa e húmida e non la enxuguen. E si se les mudare lo que tuellen, conviene que tomen palomino gruesso volant e quel degüellen e retengan la sangre, que non salga, e denle dello a comer quanto la meatad o tanto quanto á menester, e que gelo den con de la pluma, e guarden que no les den a comer además fasta que echen duro en aquello que tollieren e lo ál que sea claro e de buena manera, e después tornarlas an a su costumbre. E quando se demudan las aves duendas son en mayor peligro que quando se demudan las bravas, ca las duendas sufren mayor fastío que non las bravas e non adolecen [fol. 51v] tan aína, mas quando adolecen son en mayor peligro que las bravas, ca a las bravas acaéceles el mal del yesso por mucho comer e porque non comen meollos nin uessos e otras enfermedades que les acaece a menudo, mas las duendas non mueren sinon por muchas humores, e a las vezes mueren a so ora estando gruessas e sazonadas e por esso conviene que les den cada semana carne mondada de las venas quanto peso de dos dineros, e sea lavada con agua calient fasta que sea blanca, e déngela con leche caliente de mugier o de oveja e con un poco de açúcar e de manteca e apiértenlas fasta que lo echen e que se alimpien dello, e / después enantarles an quanto la quarta parte de so cevo de carne de cugujada con su pluma, o denles a comer aquel cevo que les conviene a las menores, e a las mayores segund an costumbrado, e si pareciere en sos ojos encogimiento alguno por aquella melezina, defiéndanles los uessos e las plomadas e cévenlas de carne purgada de los nervios tanto que lo puedan bien moler.
E agora queremos dezir de cómo las lagxan. E dezimos que non deven lagxar a las que fueren flacas sinon si fuere aquella flaqueza por el enfermedad del yeso, e a las que laxaren dellas non conviene que les pongan agua delantre sinon después que fuer passado el cevo [fol. 52r] que tovieren en los papos. E conviene que si las quisieren laxar en el tiempo frío, que tomen de la carne purgada de las venas o el un lado de la cugujada, e que sea atanto quanto el tercio de so cevo, e úntenlo con olio de nuezes mezclado con açúcar e déngelo a comer e fazerl á pro. E quando las quisieren lagxar e non quisieren comer las laxativas, conviene que las dexen aver sed e después échenles en un bacín agua de pozo, que non sea dulce, o otra agua salada e póngangelo delantre por tal que bevan dello e con esso tollerán bien. E si les quisieren purgar las moliellas de la cólera o de la flema, tomen de la rabada del / carnero e entretágengela e enbuélvanla en miel blanca e denles dello a comer algunos bocados, e pónganlas al sol fasta que se les escalienten los espinazos e pónganles delantre un bacín con agua, ca esto les fará pro.
E agora queremos dezir cómo las guareçen quando camian el cevo, e este mal es dicho en latín vómito. E conviene que quando camiaren que no les den es día a comer e denles otro día quanto tres pedaçuelos de carne con gengibre molido e con açúcar blanco e un poco de mestuerço, e otro día denles otros tres pedaçuelos con manteca de vacas, e dezimos tres pedaçuelos porque gelo den en tres vezes, e quando fuere el me-[fol. 52v]-diodía denles todo so cevo complido e remojado en agua calient, e si cambiaren el gengibre denles tres pedaços de carne de cabrón remojada en agua [calient et lavada, et ssi aquella non molieren bien, denles tres pedaçuelos de carne rremojada en agua] en que fue ya remojada una piedra vermeja quel dizen bolo arménico, e que sea quemada ante, e denles con ello un poco de pimienta. E si les fizier tragar alguna cosa o les dieren carne con alguna melezina e lo cambiaren, conviene que les echen en la garganta .v. gotas de olio de sísamo, e denles otro día mannana a comer carne de mur o de perdiz o de paloma, o tomen un poco de semiente de rávano e písenlo bien e destemprenlo con agua calient e fágangelo passar e fazer/les á pro, o denles carne de vaca remojada en vino e enbuelta en manteca de vacas. E a las aves mayores e a las menores denles tanto quanto perteneçe a cada una dellas, e si retovieren el cevo, que no lo camiaren ni lo pudieren moler, denles de pierna de paloma que sea descarnada sin sangre por tal que crebanten el cevo e que lo muelan mejor, e si lo camiaren tomen el vino annejo aágüenlo e métanlo a bullir e tomen carne de carnero o carne fresca de buenas aves e lávenla con aquel vino e cévenlas dello quanto fuer mester, e fazerles á pro; o remojen un poco de carne de oveja en leche de ovejas calient e déngelo a comer [fol. 53r] e fazerles á pro; e si mejoraren con esto bien, e si non denles a comer en tres pedaçuelos de carne un poco de tomiello e avrán sabor de so cevo por ello e molerlo an bien, o denles con ello un poco de girofré e átenlas en sus perchas e déxenlas fasta que tuelgan. E si fuere el aire caliente tomen de los palominos volantes e fáganles bever tres días çumo de mielgranas agras e non les den a bever, e al quarto día degüéllenlos e denles a comer dessa carne tanto quanto ovieren mester. E quando camiaren a menudo e non pudieren bien moler so cevo, cévenlas en palominos volantes menos que suelen por dos días, e / después denles a comer carne de oveja con olio de sísamo, e denles dello menos que suelen, o remogen las pechugas de las tórtolas que les dizen saxe en vino annejo e déngela a comer fresca, e fazerles á pro. E quando se les affincare mucho el camiar tomen del vino annejo e del mosto cocho de los mimbriellos, de cada uno peso de quatro dineros, e metan ý quanto un grano daçúcar e fágangelo tragar ante que las ceven e déxenlas [estar] grand pieça fasta que escalienten e que ayan sabor de comer e después cévenlas dotro cevo que non sea atal como el que camiaron. E quando las aves tienen los fígados sanos e esforçados pueden bien moler el cevo, e por [fol. 53v] end la que toviere el fígado flaco fázle mayor mal en darles mucho a comer además que en darles de menos, e tales ay dellas, las que son de fuertes fígados e gruessas, que les faze grand pro a esta enfermedad en darles a comer carne de camello chico, e non conviene que lo den a las que son magras o an los fígados flacos, ca non la podríen moler. E quando les viniere sabor de cambiar e non podieren camiar, denles a comer dunas raízes que son dichas en arávigo maharot en tres pedaços de carne e tollerles á aquel sabor, o remogen estas raízes en agua e mogen ý el cevo que les ovieren a dar. E si por aventura ovieren sed aprés de fastío / o de cambiar e se bolviere lo negro que tuellen con lo blanco, fáganles tragar agua tibia por tal que les lave el cuerpo de dentro, e si fuere el tiempo frío denles a comer, después que ovieren tollido, un pedaço de carne con un poco de çue molido mezclado con çumo de mimbriellos e de maçanas e de mielgranas dulces, todo en uno, o denles a comer un lado de cugujada, mayormient a las aves menores, e a las mayores denles ende más e sea remojado en agua cocha con gengibre e cardamomo e lignumáloes e mastic, e fazerles á grand pro. E si quisieren bever, pónganles delantre agua cocha con aniso, e si camiaren este pedaço [fol. 54r] e les acaeçiere aprés desto tremor por ventosidad que ayan, e esto les acaeçe por muchas humores que tienen dentro en los cuerpos, e a esto conviene que tomen vino annejo aaguado e fáganles ende passar tanto que se les parezca en los papos, e después átenlas en sus perchas fasta que lo echen, e denles después a comer un pedaço de carne tierna purgada de las venas de los nervios remojado en agua calient o en olio de nuezes o un lado de cugujada que sea assí mezclado a las que son menores. E quando ovieren menester de camiar lo que tienen, conviene que les fagan tragar quanto un avellana daçúcar o de miel de panares, e si con esto non pudieren camiar tráyanles el paladar con polvos / de pebre luengo o de pelitre o de habarraz mezclados con açúcar, e non gelo trayan mucho, ca echaríen quanto toviessen dentro en los cuerpos, e aunque no aya ý açúcar complirá, e non conviene que lo sigan a todas las aves, ca es cosa peligrosa. E conviene que den a las aves mayores .vii. granos de fabarraz, e a las medianas .v. granos e medio, e a las menores tres granos e medio, e denles a comer aprés desso carne de palominos volantes o de gallina negra o de ratón o de pássaros o carne de oveja, e si non destempren de la miel de los panares con agua calient e echaren ý del pebre blanco cosa mesurada e gelo fizieren tragar, o si tomaren unto de puerco salado cosa mesurada e lo bolvieren con otro tanto [fol. 54v] de miel e gelo dieren a comer con un pedaço de carne, o si tomaren duna melezina quel dizen diarrodón cardonicón e lo metieren en una pieça de carne e gelo dieren a comer, o si tomaren dos granos molidos de habarraz e los bolvieren con dos pedaçuelos de carne e gelo fizieren tragar, o si tomaren pimienta molida e lo mezclaren con quanto un avellana de manteca e gelo fizieren tragar, todo aquesto les fará camiar lo que tovieren en los papos, e si qualquier desto les dieren quando ovieren fastío, fazerles á grand pro e podrán luego caçar con ellas si quisieren, e si non denles a comer a cabo dun hora de buenas carnes quales conviene a cada una e déxenlas folgar, e otrosí les presta poral camiar un pedaçuelo de car/ne remojado en orina. E quando fueren ya bien usadas e entradas en carne e les dieren las plomadas e les acaeciere en tiempo frío, conviene que caten la plomada e si la tollieren luego prima noch, a la aves menores, enantarles an un lado caliente de cugujada que sea fresca, e si entendieren que lo podrán bien moler dalles an toda la cugujada con so sangre e con so meollo e con so coraçón, e a las mayores darán más, e otro día segund vieren que están alegres e segund vieren quál es lo que tuellen assí les darán a comer, ca si lo que tollieren fuere blando demuestra que á mucha flema en sos cuerpos e estonçe conviene que tomen de la pimienta blanca e del espic del girofré, tanto de lo uno como de lo otro, todo molido e cernido e [fol. 55r] denles dello cada día en un pedaçuelo de carne quanto peso dun medio pipión ante que las ceven, e esto darán a las aves mayores e a las menores darán quanto la meatad desto, e ponganles delantre, después que ovieren abaxado el cevo de los papos, agua, e esto les fagan usar fasta que se alimpien bien de las humores.
E agora quermos dezir del defeçio e de cómo las guareçen ende. E dezimos assí: que quando les acaeciere [qu]e non quisiere[n] comer la carne, tomen de los mirabolannos indes e muélanlos e buélvanlos con azeit e denles dello quanto peso de dos dineros en una peçezuela de carne a las aves mayores, e a las menores den menos e fágangelo tragar. E quando fuere mediodía e / lo ovieren tollido denles todo so cevo complido de carne de carnero o de gallinas o de otras aves buenas que les pertenecen a las aves mayores e a las menores, e déxenlas tres días folgar, que non las muevan ni las trabagen, e después denles carne de oveja metida en agua calient dos vezes al día, e essa carne sea del cervigal, que es de mejor mudamiento e engrúess[al]as más aína. E conviene que sea la carne bien purgada de las venas e de los nervios e bien lavada, que non finque ý sangre ninguna, e remógenla depués en agua tibia e déngelo a comer atal qual salier del agua con su humidad, e si tomaren dend grandes bocados ensancharles á las canales e engrossarán más aína por ello; e quando fuere al tercer día darles an carne de palominos gruessos e des-[fol. 55v]-pués tornarlas an a este fecho otros tres días, e después otros tres fasta que sean nueve días e con esto guareçrán e engrosarán. E si después desto esquivaren el cevo, tomen de la sal nidia e del gingibre por egual e muélanlo e denles dello en un pedaço de carne quanto peso de tercia dun dinero a las aves menores, e darán más a las mayores, e quando aquello ovieren molido métanles del agua delantre, e después darles an cumplimiento de so cevo. O tomen de la laca e del açafrán e del gingibre e de la piedra vermeja que dizen bolo arménico, tanto duno cumo dotro, e açúcar blanco a peso de todo, e denles en tres días, de tercer en tercer día, en tres pedaçuelos de carne cada día cosa mesurada. O tomen del trévol verde e re/mógenlo en agua e póngangelo en un bacín por tal que bevan dello, e si se bannaren en es agua será mejor, e denles a comer después de tercer día tres pedaços de carne remojada en mosto de mielgranas dulces e agras mezclado en uno, e después de vii. oras passadas denles a comer carne escalentada de gallinas o otra carne buena fueras ende de palomas. E quando enferman a menudo e non pueden sanar, denles a comer dun pescado de mar quel dizen hoclocas e guareçrán por ello de sus enfermedades, e si les dieren carne de cabrito o de lechón gruesso fazerles á grand pro. E quando se fizieren de mala complexión e enflaquecieren, que non sean bien escorrechas, denles de la regaliza e de la malva [56r] campesina e písenlo e métanlo en pedaços de carne e fágangelo tragar a bocados, e quando desvanecieren, que no tengan cevo, fazergelo an tragar con manteca, e es mejor que con la carne, e después cevarlas an livianamientre, e no les den más en todo aquel día. E quando adolecieren e enmagrecieren e enflaquecieren, conviene que tomen de carne de culuebras e métanlo en pedaçuelos dotra buena carne, enbuélvanlo en buen azeit e déngelo a comer. O tomen de las raízes que dizen en arávigo maharot e písenlas e échenlas en vino annejo e remogen ý so cevo e denles dello a comer livianamientre. E quando no pudieren bien moler so cevo, assí cumo suelen, denles estonçe carne de palominos o de lechuzas, e denles después de carne de / ovejas con olio de sísamo. E quando ovieren poco sabor de comer, denles a comer del lardo del puerco salado quanto un almendra a las menores, e den más a las mayores, e que tuelgan en ante desuso por ó tanxó la sal, ca esto les alimpiará el cuerpo de dentro e fazerá aver sabor de comer. E quando fueren descarnadas e se les porlongare su enfermedad, tomen de la leche de las asnas o de ovejas e azeit e manteca de vacas e sangre de gallinas, tanto de lo uno como de lo otro, e mézclenlo en uno en vaso de vidrio e metan ý una alvura de uevo e bátanlo bien fasta que sea bien mezclado, después tomen de la carne tierna tanta quanta avrán mester e fáganlo una tajada delgada e escaliéntenlo al fuego fasta que enblanquezca, e en tal manera que [fol. 56v] non salga la humidad della, e después métanlo en las melezinas sobredichas, assí tibio antes que esfríe, e denles dello cada tercer día una vez desta guisa, e non gelo fagan mucho usar, e con esto guareçrán de sus enfermedades e engordeçrán. E quando se les porlongare el defeçio e non engordecieren por las carnes buenas ni por la buena guarda, tomen un murciego e degüéllenle e fáganle secar a la sombra, e después fáganle menudo todo e tomen dél e de la semiente de los nabos e de la semiente de las çebollas, tanto de lo uno como de lo otro, e muélanlo bien e ciérnanlo e denles dello cada día tres vezes en tres peçezuelas de carne cada vez, e que metan en cada peçezuela quanto peso dun dinero daquellos polvos, esto da/rán a las aves menores, e a las mayores darán más, e después que esto ovieren tollido, darles an lo que fincar de so cevo e esto les fará pro. E si so desecamiento fuere durable e lo que tollieren fuere verde, son sennales de tísica, e quando esto vieren, conviene que aturen en darles la carne que les conviene e los melezinamientos que son puestos pora aquesto, ca les fará pro, e metan mientes todavía en engordeçellas, ca quando son gordas menguan las sennales malas e las malabtías e si an alguna cosa mejóranse quando las engruessan, e si ovieren menester algún melezinamiento por alguna malicia que ayan e fueren gruessos, serán más fuertes por ello pora sofrillo, e denles lo que dixiemos en los tiempos fríos e en las [fol. 57r] villas frías con agua tibia, e en los tiempos calientes e en las villas calientes con agua fría, e después que sacaren el cevo del agua, enbuélvanlo en miel adobada, así como diremos adelantre, e déngelo, ca fazerles á pro. E el cevo que les dieren en los tiempos calientes e en las villas calientes sea quanto la meatad de lo que los dieren en los tiempos fríos e en las villas frías, e la manera de adobar la miel que dixiemos es assí: que tomen la miel blanca que es arnosa e que non la tanxó fumo e lávenla con agua fría, que non la tangan con la mano sinon quel echen el agua desuso, e viértanla fasta iii. vezes, e después pónganla sobrel fuego e espúmenla e déxenla esfriar, e después tomen el olio de las nuezes nuevo e lávenlo e dévese la/var, que tomen un terrazo e incan dél quanto las dos partes de agua e metan ý del olio e bátanlo con la mano, batimiento delgado, e pónganlo sobrel fuego manso fasta que escaliente el agua e que quiera fervir, estonçe decéndanlo de sobrel fuego e cólenlo, e después tomen de la miel que avemos dicha quanto media libra e del olio sobredicho una libra e mézclenlo en uno sobrel fuego, e tomen del gengibre que sea blanco de dentro e descortezado quanto una onça e quarta e muélanlo e ciérnanlo e métanlo en la miel e en el azeit sobredicho e buélvanlo sobrel fuego fasta ques mezcle bien en uno, e á mester que guarden que non se faga duro, e quando fuere buelto tuélganlo sobrel fuego e déxenlo esfriar, e después pón-[fol. 57v]-ganlo en un vaso de vidrio o de tierra que sea vidriado, e guarden que no lo pongan en vaso darambre, e quando les fuer menester aquesto tomen de la carne quanto deve ser el cevo e untenlo desuso con daquesta melezina, e si fueren las aves menudas e grandes sea la unta de la melezina que les metrán en el cevo quanto una ochava de onça, e a las pollas quanto meatad duna ochava donça e con esto engordeçrán. E si fuere su defeición en los tiempos fríos, cévenlas de carne de oveja con manteca de oveja pura e en esta guisa: que tomen la manteca e métanla en una olla nueva e pónganla sobrel fuego, e quando ferviere tagen la carne menuda e métanla ý e quando ablanqueciere sáquenla e cévenlas dello, e fáganles desta guisa por tres días e / con esto engordeçrán. E quando fueren defeiçonadas sin mal ninguno que ayan e las quisieren engordeçer, cévenlas con sangre de terneros el primer día, e al segundo día cévenlas de carne del ternero mismo con de la manteca, mayormient a las que fueren grandes, o si non tomen de la manteca buena e pura e mézclenla con sevo o con grosura e después pónganlo en una olla sobrel fuego, e quando ferviere metan ý carne de oveja fasta que enblanquezca e después sáquenlo e cévenlas con ello, o si non cévenlas dos vezes en el día, que sea untado el cevo con olio de nuezes e que non sea salado, e fáganles esto tres días. E quando fueren sanas e limpias del costribamiento e non fueren marrotadas e fueren magras de lazería o por mingua de cevo, no les faze mal [fol. 58r] el agua ni el frío e créceles sus carnes duna cevadura. E non conviene que las ceven en las dos temporadas del anno, que es el una el verano e la otra la tonnada. E ante que se afinque el frío fasta que en su agudeza si están alegres o si son sanas en so catar, e que caten como corren los vientos e assí mingüen los cevos segund corrieren los ábregos e medianamient, quando corrieren los ábregos que no les den además. E quando fueren defeiçonadas e non tollieren bien, tomen del orégano tanto quanto fuer menester e cuéganlo en agua fasta que eisca el sabor dello en el agua, e después esfríenla e remogen el cevo en aquel agua e déngela a bocados, e esto les fagan .iii. días e fazerles á pro. E si las quisieren engor/deçer aína, tomen de la carne del puerco e remógenla en las fezes del azeit o en olio de sísamo e cévenlas con ello e engordeçrán aína, e mayormient a las aves mayores, e lo que más les faze aturar en su salud dévenlas a dar quando fizier calenturas so cevo con leche dasna.
E agora queremos dezir de cómo las demuestran a caçar. E dezimos assí: que quando las aves caçadores fueren sanas sin enfermedad ninguna e quisieren fazerlas o echarlas, mayormient a los açores e a las otras aves que son de su grandez, conviene que los echen los palominos eguados o los cuervos o otras aves que sean desta grandez, ca esto les fará cometer otras aves mayores, e después cámienlas desto a otras aves mayores, [fol. 58v] e todavía échenlas a aquellas aves que ellas más quisieren, e non gelas camien por otras, ca si esto no les fiziesen fazerlas íen más covardas e usaríen peor en caça. E quando las echaren o las quisieren fazer maneras, conviene que sea en tales logares que semejen a aquellos logares ó suelen fallar aquella caça a que les echan, assí que quando les echaren las palomas que sea en logar ó aya árboles o uertos, e en tales logares las deven fazer venir a las palomas e llamallas con ellas. E quando quisieren llamar a sennuelo a las aves que fueron bravas conviene que les aten a las longas unas cuerdas luengas en que ayan en luengo .xxiiii. cobdos o más un poco, e que sea atada la cuerda a un torniello por tal que sean seguros dellas, que non se alçen mucho quando / van luenne e por tal que no aya ý alguna cosa que les detenga de venir al sennuelo o al llamar, e no les tuelgan las cuerdas fasta que pierdan la braveza e que sean bien maneras e bien usadas pora echar e que no les camien el sennuelo, ca quando gele camian pierden el tiempo del uso que aprisieron primero por el otro que les fazen después; e quando fueren usadas a echar con aquellas cuerdas tuélgangelas, e sea el echar de guisa que se arriedre el echador dellas e que les muevan las palomas trayéndolas aderredor o quales aves fueren aquellas con que las sennalaren e que las llamen con ellas, e métanles vozes por tal que espierten e que se abiven e que connoscan las vozes, e quando salieren de la mano e tornaren al echador e fueren cerca dél, buélvanles el [fol. 59r] sennuelo e échengele bien alto suso por tal que usen a ferir bien a las caças muy bravas, e fágangelo usar assí. E las cosas que usan en sennolar a los sagres e a los falcones, e esas mismas son que usan a los açores, sinon que a los sagres conviene, quando les tollieren las cuerdas, que les muevan las palomas de lexos, e quando fueren açerca échengelo entre las manos a menos de rebolver. E a las aves que rodean, assí como los falcones e sos torçuelos, quando les tollieren las cuerdas échenles las palomas de luenne, e quando fueren cerca del sennuelo ascóndangele por tal que fagan lo que conviene a su natura en rodear, e luego de comienço non gelo ascondan más de quanto rodeen una vez o dos, e échengelo luego e cada día gelo vayan más ascondiendo por tal que enanten en / so rodear. E a las aves menores, assí como son los gavilanes o otras aves que son de so grand, échenles pássaros, e quando fueren a ellas [déxengelas fasta que] degüellen los pássaros entre sus manos e denles a bever de la sangre e denles de los meollos e de los coraçones, e después tuélgangelas e fáganlos sobir en las manos, e quando subieren apriessa cévenlos luego e l[l]ámenlos cada día de más luenne, ca por esto se fazen más maneros, e fázenlos venir de más luenne, e después desto pónganlos sobre las paredes e sobre los logares altos, e a la primera vez que vengan cévenlos luego e no las fagan más venir desa presa, ca si non dannarlas íen e serles á esto buen uso pora venir más aína a mano ante que pose[n] en árbor ni en tierra al ora del caçar. E si las quisieren usar que se metan [fol. 59v] privado en los loxares baxos o que se alçen privado contriba, échenles las tórtoras blancas eguadas quanto .c. cobdos en alto o más, e después desto échenles los palominos eguados si les quisieren fazer usados que prendan esta caça, e caten si foren apresurados en so volar contra las tórtolas o si an sabor de ir a ellas o si vuelan bien o si no, e si se debatieren de rrezio contra ellas usen aqueste echar de sobre las paredes e de los altos logares. E conviene que les ascondan el sennuelo al ora del echar, e después que las echaren muéstrengele fasta que lo vean bien, ca esto las faze más maneras, e mayormient quando gelo an bien amostrado, e después ascóndangelo, e otrosí conviene que las echen a las caças ascondidamientre, ca si la caça a que la echaren no / oviere o se asconder[á o] avrá de salir por fuerça luego que viere que el af es salida de la mano; e si non quisieren las palomas, tórnenlas a las tórtolas fasta que se demuestren a entrar en los logares baxos de la tierra, e quando fueren bien usadas en esto e en otras caças mayores. E toda af caçador que non fuer usada de meterse en los logares baxos, fáganles aqueste uso que avemos dicho fasta que lo aprendan bien. E non conviene que les echen el sennuelo a diestro ni a siniestro sinon bien de[re]cho delantre aquél que lo echare, e si non dannarlas íen e demostrarles íen mal uso. E non conviene que les echen el sennuelo mucho a menudo, ca si mucho les fiziessen usar un sennuelo connocerl íen e fazers íen a él e aprenderíen mal uso por ello. [fol. 60r] E si las quisieren fazer que prendan aves de agua, tomen una pieça de cuervos marinos e cósanles los ojos e pónganlos en las riberas de los ríos anchos e echen las aves a ellos e déxenlos, e quando fueren a ellos e los quisieren e ovieren grand cobdicia dellos, échengelos en el agua e buelvan el agua con ellos, e después echen las aves a ellos de guisa que ayan de volar sobrel agua pora ir a ellos. E quando se atrevieren bien a esto fazer, póngangelos en medio del agua que sea ancha e baxa. E si oviere isla en medio del agua cosan los ojos a los cuervos marinos e pónganlos en aquella isla e echen las aves a ellos, e si entraren bien a ellos cévenlas luego, e otrosí les fagan quando vinieren bien a mano o quando alguna cosa fizieren bien. E quando maestras fueren / del echar, vayan buscar con ellas las caças bravas, e si non se atrevieren a los cuervos marinos que son bravos tomen un cuervo marino e cósanle los ojos e ascóndase un omne con él tras árbol que sea en ribera de río o tras alguna riba que sea en ribera de río e fagan assí: que el que toviere el af de la una parte del río esté, e el que toviere el cuervo marino esté de la otra part, e fiergan el atambor de la parte que estudiere el af caçador e den vozes al que toviere el cuervo marino quel eche contral agua, e después que le echare, echen el af a él, assí como faríen a los bravos, ca esto les faze atreverse mejor a la caça, e si entrare bien al cuervo marino el tomare, cévenle luego en él; e si non se atreviere al cuervo marino, échenle una ganga que aya [fol. 60v] cercenadas las puntas de las alas en guisa que semeje a las alas del cuervo marino, e tantol cerçenen dellas que non pierda mucho del volar, e después échengela assí cumo fizieron al cuervo marino, ca más se atreverá a ella que al cuervo marino, e después que fuer maestra e se atrevier bien en prender a la ganga, échenle el cuervo marino assí como es dicho fasta que se faga bien a él, e después vayan caçar con él a las aves bravas. E quando las quisieren fazer caçar unas aves que les dizen adorrach, e son aves que semejan perdizes, tomen las gangas e cercénenles las puntas de las alas e échengelas, e quando fueren maestras e volaren bien tras ellas luengamientre, vayan buscar con ellas las aves bravas que dizen adorrach. E non conviene por ninguna gui/sa que las echen de començamiento a aquestas aves que dizen adorrach, ca son fuertes e sacuden de rezio, ca por aventura mataríen a las aves caçadores ante que fuessen m[a]estras del sennuelo, e mayormient a las aves menores. E quando las quisieren fazer caçar cuervos, echen los cuervos que ayan cosidos los ojos e atados los picos e tajados los cabos de las unnas de guisa que non puedan abrir los ojos nin se les desaten los picos, ca si se les desatassen e l[l]amassen antellas, espantars íen dellos e non tornaríen más a ellos. E quando caçaren con ellas algún cuervo, denles dél de la sangre e ábranle e denle[s] el coraçón calient e dessuéllenle los pechos e féndangelos e cévenlos dél en es logar ól prisieron, e non les den todo so cevo complido. E conviene que assí fagan a toda af caça-[fol. 61r]-dor el día que caçaren con ella o la echaren a algún af por el afán e por el lazerío que prende.
E quando quisieren fazer caçar a los esmerijones, fáganlos assí como avemos dicho que fiziesen a los gavilanes, mas non conviene que los echen a las grandes aves mientre fueren pollos, mas conviene que caçen con ellos unas aves que les dizen tacalquet, e son menores que codornizes, o otros pássaros. E conviene que en el tiempo del çelo que las metan en sus perchas e déxenlas folgar. E a los que fueren pollos fáganlos mudar la pénnola en aquellos días que son determinados pora esto, aunque sean lazrados o que non, ca non catan en estos las cosas que dixiemos que fiziessen a las otras aves caçadores. E quando las sacaren de la muda guárdenlas lo mejor que pudieren, que no los des/carnen nin las fagan lazrar, e después échenles de las aves grandes por tal que se atrevan a ellas assí como fazen a las aves caçadores que son bravas. E conviene que no les fagan usar mucho los sennuelos, que sacan de las lijaveras, e que guarden que non vean dond los toman ni lo puedan connocer assí como avemos dicho, ca los esmerijones prenden aína mal uso por esto si los non guardan bien. E conviene que quando les echaren el sennuelo que sea atado a algún terrón o a algún cardo, en cuerda que aya en luengo .x. cobdos e esto les fazen por tal que non se avezen a sopesar, e el que echare el sennuelo conviene que non esté allegado al logar ó estidier la cuerda atada, e quando fueren bien a los sennuelos degüéllengelos entre las manos e denles de la sangre e los coraçones calientes, ca ésta [fol. 61v] es cosa que los faze más querer la caça, e después tuélganles los sennuelos e fáganlos subir en las manos mansamientre e échenles cada día el sennuelo de más luenne fasta que sean bien maestras del sennuelo e de venir a mano; e después que fueren grandes e eguados, caçen con ellos las aves que les perteneçen fasta que sean ende bien maestros. E quando quisieren con ellos caçar de mano, cójanlos bien en el punno e échenlos a los sennuelos, e quando fueren bien usados de ir a ellos desta manera caçen con ellos las aves bravas. E quando quisieren caçar con ellos a sobremano, échenlos así como avemos dicho, ca los esmerijones no an el rebolvimiento ni el enbla[n]dimiento ni el porlongamiento de volar ni el ferir de las / manos a la caça segund an los gavilanes e por esto no los echan a la caça a sobremano assí como echan a los gavilanes, [ca ssi los assí echasen non sse ssabríen tan bien apoderar de ssu caça commo ffazen los gavilanes] por muchas maneras que an los gavilanes que no an los esmerijones.
E quando quisieren ensennar a los alcotanes a caçar, e mayormient que les fagan prender a las aves que dizen adorrach que semejan perdizes, échenles las tórtolas blancas, e quando fueren bien maestras de prenderlas, échenles las gangas e después échenlas las dorraches que an complidas las alas e que gelas echen en grand campo descubierto por tal que se aluenguen con ellas en volar, e quando se alongaren bien con ellas e fueren bien maestras desto vayan buscar con el[l]as las bravas, e conviene que traya el caçador todavía [fol. 62r] consigo un adorrach por sennuelo, e conviene que sea el sennuelo de las fembras, e si se atrevieren a los maslos es mejor. E quando allegaren a la crebantada e se les ascondier la caça non conviene que atiendan fasta que gela saquen otra vez mientra fueren nuevas en caça, mas conviene que les echen a qual adorrach que traen consigo, e échengela contra yuso ascondida e assí como gela echaren denles vozes e ándenles aderredor, e quando la picaren denles a picar sobrella e después pruévenlas en las bravas; e quando volaren fáganles de la manera que les fizieron con el sennuelo. E ay alcotanes que an miedo de las dorrajas, que non se atrevan a ellas, e las que fueren desta guisa tomen una pieça de carne vermeja e átenla entre las espaldas del adorrach e átenle los pi[c]os e cósanle los ojos al adorrach e pongan el alcontán sobrella e cévenla / assí todo so cevo complido, e en esta manera se fazen más atrevudas a ellas. E assí conviene que fagan con el sennuelo a toda af que aya miedo dalguna caça. E a las vezes acaeçe a muchas aves caçadores que sopesan la caça quando la prenden por tal de irse con ella, e esto acaeçe mayormient a los alcotanes, e esto les acaece por mal uso que les fue amostrado, que quando les viene de desuso al ora que an presa la caça e non las dexan bien apoderar sobre su caça nin messar o que non las dexan assesegar a so talent, an miedo que les toldrán la caça e por esso quieren fuir, e quando les acaeçier aquesto propriamient a los alcotanes, e mayormient a los que se reguardan dellas, á mester que les aten el una piuela con el otra e tomen una canna e pongan en cabo un garavato, e quando caçaren, vayan a ellas mansamientre con la canna e metan el ga-[fol. 62v]-ravato en el atadura de las piuelas, ca aquesto les vedará que non sopesen la caça ni se alçen con ella, e después alléguense a ellas e tómenlas. E esto les façen quando gelo no puden vedar por otra arte niguna el sopesar de la caza.
E agora queremos dezir la manera de cómo deven caçar con ellas e de sus contenentes. Quando fueren maestras del echar a los sinnuelos e fueren aguisadas de cazar las bravas, mayormientre a los azores e a los falcones, convien que exean con ellos a caza en las esposiestas tres días, un pos otro, ca en las esposiestas an mayor cubdicia de la caza ca en las mannanas e porque non ralean tanto en las espossiestas como en las man[n]anas e entre día. E convien que las echen primero a las cazas que se suelen quebrantar e esconder por tal que usen bien de ir todavía cerca tierra. E convien que las ecchen / de primero a las caças que más quisieren, quier que sean grandes o pequennas. E después daquesto y quando la[s] sacaren a caça conviene que vea el caçador antes la caça quál es, ca más vale que la[s] ecchen ante a la mayor caça que a la menor, se la quisiere[n], ca el caçador no fuere sabidor e las echare todavía a las caças menores cada que se debatieren por ellas, esso se querrán todavía e prendrán mal usu por ello, que no querrán ir a las mayores, ca es su natura atal que siempre quieren más a las caças menores que a las mayores. E porque han las aves caçadores .vi. contentes en sí, e ma[y]ormente los açores e los falcones, e las que se quieren ecchar de cerca. Los .v. contenentes son en ante que ve[n]ga el ora de las echar, e el sesto es a la ora que las deven ecchar, ca les acaecen a la ora que las saccan a caça estas sinnales. La primera [fol. 63r] es el sacudir, e es en esta guisa: que alçan los cuellos ar[r]iba a las vezes e después cógenlos ayusu contra sí, e esto façíendolo mucho a menudo. E la segunda es que tardan en su contenente, en esta guisa: que enfiestan los cuel[l]os susu e están parando mientes una grant pieça. E la tercera es quel diçen componimiento, e es esta manera: que yercen los cuellos contra ar[r]iba e tornan las cabeças catando a diestro e a siniestro. E la quarta es que dizen asmamiento, e es assí: que enfiestan los cuellos una vegada contra ar[r]iba e tiénde[n]llos otra vegada derechos. E la quinta es quel diçen conoçemiento, e es desta manera: que tienden los pescueços contra tierra e mueven las cabeças de la manera que avemos dicho en el componimiento, enfestando los cuellos. E la .viª. es la que diçen la certera, e es assí: que aluengan los cuellos contra ayusu e non / mueven las cabezas ni los cuellos a ninguna parte sinon muy pocas vezes et catan mucho enfito e abaxan los pechos e pónenlos con las luvas. E non conviene que las echen en ninguno destos .v. contenentes que son en ante, que el .viº. es el certero, ca por aventura si lo feciessen fuir[í]en e ralearíen e non querríen seguir la caza porque estas sennales les aceaçe en las demás veçes a la ora del toller, ca si las eccharen quando façen el contenente que dizen el componimiento seríe y[e]rro, ca por aventura façen ellas este contenente por piedra o por terrón que veen que les semeja la caza. E se las echaren quando façen el contenente que diçen el asmamiento acaecerles íe lo que avemos dicho que les acaece en los .v. contenentes, e per aventura façen ellas este contenente quando veen caça e non se les descubre bien, que dudan en ella. E se las eccharen [fol. 63v] quando fazen el contenent que dizen el connocimiento otrossí seríe yerro, ca por aventura fazen ellas este contenente quando veen otras caças que les semeja las que an usado de caçar e non son dessas, e quando fuessen cerca della desconnocerlas íen e fuiríen dellas. Pues agora non finca de los .vi. contenentes que dichos avemos nigono en que devan echar las aves que de cerca son a echar que con razón se puedan ecchar ni con guisa se non es quando façen el contenente que diçen el certero, esto es quando ponen los pechos en las luvas o acerca dellas e tienden los pescueços e catan mucho enfito, assí como avemos ya dicho, e quando las echaren en esta ora que façen el sesto contenente, que diçen el certero, échenlas de guisa que les venga el viento de cara e si non se les guisare assí, échenlas de guisa que les fiera el viento de traviesso, ca por aventura será el logar ó andidieren a caça en / estrechura atal que los caçadores no se poderán apoderar en echar las aves de manera que ayan el viento de cara, e se quisiessen esperar fasta que oviessen el viento de cara, avríe la caça miedo e fuiríe e poderla íen perder, e quando las echassen seríe la caça ida, e por esto que avemos dicho son de echar por fuerça en traviesso del viento quando non se les guisar de echarlas de cara, contra él. E non conviene que echen las aves caçadores que de cerca son a echar por niguna guisa en pos el viento sinon de traviesso o de cara. E las aves que conviene que las echen al ora que facen el contenente que dizen el componimiento, assí como son los sagros e los que son de manera de los sagros, an en sí tres contenentes: el primero es el que diçen el escudar. El segundo es el que dizen el de tardamiento. E non conviene que las echen en neguno de los dos contenentes primeros, ca las demás vezes acaece [fol. 64r] siempre a la ora del toller. [Et el terçero es el que dizen el conpanimiento], e por esto las non deven echar sino quando fezieren el contenente certero que diçen el componimiento, ca este contenente es atal a estas aves segund es el .vi[º]. contenente que diçen el certero a las otras aves que son a echar de cerca. E conviene que a los sagres e los que son de su manera que los echen a la caça en pos el viento.
E a las aves caçadores que rodean, assí como son los gavilanes e las que son de su manera, non conviene que les caten ninguno destos contenentes, mas conviene que quando los caçadores vieren la caça, que las saborguen e que las ecchen a ella, e échenlas el viento ayusu. E quando se eguaren en las luvas e vieren la caça de la parte don viene el viento, co[n]viene que gela levanten con atambor o con algún roído otro de manera que vaya con ella el viento ayusu, ca aquesto / les faze atreverse más a ella e alcançarla. E quando le levantan la caça el viento ar[r]iba non la pueden alcançar porque se combuelve la caça con el viento e piérdenla.
E a las aves que deven echar a la caça cogidas en el punno, assí como son los gavilanes e los esmerijones, non les deven catar ninguna destas pruevas, más á menester que quando los caçadores vieren la caça que las cojan en el punno e que las soborguen en la caça. E quando aguzaren el catar contra la caça e teniéndolas [en los] punnos, e esles a éstas atal este aguzamiento del catar segund es el sesto contenente que diçen el certero a las que echan de sobremano e estunce les deven echar a la caça de cara contra el viento. E las caças a que deven echar las aves caçadores a sso ora, assí como son las adorrajas e las que son de su manera, non les acaece segunt dixiemos de las otras caças, mas conviene que les echen tan [fol. 64v] toste como la caça se levantare. E por aventura acaéçeles a las aves caçadores otras cosas quando son las caças en las yervas et en las matas, que les son segunt les es el contenente que diçen el asmamiento quando lo fazen en los campos; e esto les acaeçe quando an sabor de buscar la caça, e después, quando pareçe la caça, fazen el contene[n]te que dizen el connocimiento, e aprés deste façen el contenente que dizen el certero. E non conviene que las echen por ninguno destos contenentes sino quando fiçiere el contenente certero e se levantaren las caças, ca si non se levantare la caça non conviene que las echen.
E otrosí an laves caçadores. An propriedades en caçar sus caças e paréçense en ellas quando las sacan primeramientre a caçar, ca demuestran las unas mayor sabor que las otras. E por aventura acaéçeles esto por demandar ma[y]or caça que non les fue demostrado en sinnuelo; o por aven/tura fuyen de la caça que les fue demostrada en sennuelo e quieren ir a otra caça menor, e esto fazen segunt sus naturas, las que son connocidas por las sennales que pareçen en ellas. E lo más conveniente es que caçen con ellas la caça que ellas más quesieren, ca esto es cosa porque se façen más atrevudas e quieren más la caça e son siempre más sanas por ello. E esles mejor las carnes de las caças que ellas quieren que non de las otras.
E non conviene que quando los caçadores salieren a caça que les prenda cobdicia de demandar muchas caça, mas conviene que las ceven luego que alguna cosa bien fizieren o alguna agudez demostraren, caçen o non caçen, ca por esto se façen más atrevudas e quieren más la caça. E esto parece en su volar e en el querer de la caça e en el ferir de las manos segunt suelen fazer quando son bravas. E conviene que a los açores e a los [fol. 65r] gavilanes que les den a picar quando fueren bien a la quebrantada o quando vinieren bien a la mano e quando consiguieren bien la [ca]ça e quando fizieren alguna cosa bien.
E otrosí conviene que quando los falcones decendieren bien de los logares altos al sinnuelo, que non les tuelgan el sinnuelo fasta que que les den a picar.
E quando los sagres se debatieren aína a la caça e fueren bien a ella magar que la pierdan, si vinieren bien al sinnuelo o a la mano conviene que les den a picar. Si les fizieren lazrar o les fezieren mucho caçar e non les dieren a picar o non las cevaren a la ora que algún bien fizieren, cansarán e non serán bien maneras e fazerse an rodeadores e esquivas, e lo por que pueden connocer a las que son rodeadores dellas es en veelles buscar el sinnuelo en los logares ó an usado de lles llamar a él, e non querer la caça brava en los logares ó / es que es de la natura del sinnuelo que an usado. E quando les acaeciere atal cosa como esta, mayormientre a las aves mayores, échenles las lechuzas o las perdiçes o unas aves que son de la manera de las perdizes que les diçen atyhox en los logares de la caça assí como avemos dicho que ha de fazer el echador, ca éstas son aves de que an grant sabor. E después que fueren bien usadas en esto, échenlas a las bravas, e se caçare[n] dent alguna, déxenla[s] cevarse en ella e non gela tuelgan, e usen todavía de levar consigo una destas aves por sinnuello, ca façiéndoles aquestas cosas que avemos dicho perderán por ello el rodear e tornarse an a caçar las caças bravas assí como fazían en ante; e se les dieren la carne de las gallinas prietas e los livianos calientes de los carneros, fazerles á pro pora esto que avemos dicho.
E a los esmerijones e a los alcotanes quando engordecen mucho fáçense aína rodeadores, [fol. 65v] mas conviene que cada que alguna cosa bien fezieren que les den a picar, ca son las aves del mundo que mais aína se fazen esquivas de la caça si mal les fazen. E conviene que las saquen a caçar cada día se pudieren, e si non cada tercer día; e el día que folgaren, sáquenlas a caçar en la esposiesta, e si se descarnaren [por ventura] déxenlas folgar e fáganles algo fasta que tornen en aquellas carnes con que deven caçar, e después caçen con ellas e non las dexen folgar, ca el folgar las danna. E quando folgaren e engordecieren e enbravecieren e las quisieren fazer tornar a lo que ante eran de las echar e de seer bien maneras, tomen del tomiello quanto peso de medio dinero de plata e muélanlo bien e ciérnanlo e métanlo en tres pedaçuelos de carne e déngelo, e después apiértenlas una pieça, e si la echaren e echaren después flema e agua amariella pónganles del agua delantre e léxenles bever della e después cévenlas en palom/binos eguados o de carne de oveja e denles ende poco. E si non cambiaren los pedaçuelos, léxenlas estar assí fasta otro día ora de mediodía, e después pónganles agua delante e déxenlas bever del[l]a e cévenlas después segunt avemos dicho.
E lo que más faze a las aves caçadores querer la caça es de magrecerlas e de fazerlas lazrar, e non les dar su cevo en las oras que suelen e darles su cevo complido enna tarde, ca ésta es una de las cosas que más las faze enmagrecer, que quando les dan su cevo complido en las tardes no lo pueden toller fasta una gran partida de la noche e an lazería de día e por esso an de magrecer, e si les non dieren su cevo complido enmagreçerán aún más, ca segunt les acreçen o les menguan en su cevo assí engordecen o magreçen. E lo que les faze prender mal usu de non querer la caça es en echarles el sinnuelo quando tardan, que non quieren venir a mano, [fol. 66r] ca ésta es una de las cosas que las danna, mas quando non pudieren ál fazer e les ovieren de echar el sin[n]uelo por usu malo que an apreso e son desfiuçiados dellas que quieren venir a mano, échenles el sinnuelo e quando venieren a él déxenlas estar sobrel fasta que pierdan el miedo e que se asseguren que non gelo toldrán e déxenles comer dél alguna cosa; después alléguense a ellas muy passo e esfúrtengele de las manos mansamientre e con enganno, e después cévenlas siblándoles e faziéndoles assí como les suelen fazer quando las fazen maneras, e assí les fagan fasta que pierdan el usu malo e se tornen al bueno, que sean bien maneras. E non conviene que les tuelgan la caça en todas oras, ca esto las faze cambiar sus maneras e las faze seer bravas e esquivas. E conviene que les den a picar luego que vinieren bien a mano o que prisieren bien la caça por tal que se non desfiuzen quando non pudiren prender o alcançar la caça. E las aves / que prenden por usu de ir caer a la quebrantada, e esto les acaece por sabor de la caça e es mala manera por que se temen los caçadores dellas que les farán mal los golpejos o los cuervos o algún bestiglio o algún ave mala, e por esso conviene que las echen a caçar en los días que fuere la tierra lienta, e después, quando cayeren en las quebrantadas, mojarse an e enchírseles an las manos de tierra, tómenlas estunce e métanlas en algún árbor o en algún logar alto e déxenlas fasta que se enxuguen, e fazíendoles aquesto dos vezes o tres perderán aqueste usu e posarán en los logares altos. E non conviene que se arriedren mucho los caçadores quando las echaren a las grandes caças assí como son las gruas e las ánsares bravas e a las que son de su manera, mas conviene que l[l]eguen los caçadores en ante que ellas cayan con la caça en tierra, ca su natura es atal destas caças que quando non vuyan llegar los caçadores el ora de las bueltas, por [fol. 66v] aventura fieren las caças las aves e tráenllas mal por tal de sse escavullir dellas, e por aventura puédenllas ferir de manera que se pueden perder o morir por ello. E conviene que las aves caçadores que las dexen apoderarse bien en las caças menores en ante que alleguen a ellas, ca su manera de las caças es atal que se quexan e quiérense escabullir e fuir de mano de las aves caçadores por miedo que an de los caçadores quando los veen venir. E si se allegaren a ellas en ante que enfierren bien e se apoderen bien en ellas, por aventura fuírsele íe la caça e poderla íen perder por ello, e por esso conviene que si allegaren a ellas, que se alleguen muy mansamientre e que les alcen las alas ar[r]iba e guarden que se non marroten, e después degüél[len]las luego las caças e denles de la sangre caliente e denles a roer dellas enderredor de los pescueços e denles los meol[l]os e los coraçones. E si alçaren de tierra con las caças, mayormientre los / açores con las caças menores, assí como son las adorajas e las que son de su manera e les sacaren las cabeças de las caças dentre las manos e las degollaren en manera que lles non fagan mal en las manos e les dieren a picar en ellas seerles á esto más salvo porque se non marroten; e después tomen un miembro de la caça e póngangela en el bardón, detrás de la siella, e déxenlas estar picando en él mientre alçan la caça e fasta que cavalguen, e a la ora del cavalgar tómenlas en la mano por tal que se non debatan.
E quando quisieren las caças vivas, l[l]ámenlas e váyangelas ascondiendo e tirando de las manos muy passo de manera que las engan[n]en, e esto les fagan si las non quisieren cevar, e quando les degollaren las caças úntenles las manos e las unnas a las aves caçadores con la sangre, ca esto les faze querer la caça e remembrarse della. E quando caçaren con ellas e las quisieren cevar conviene que las non ceven fasta que descansen e va-[fol. 67r]-yan espaciándose del ensangostamiento del fuelgo e del trabajo que passaron con la caça, mas déxenlas messar las caças e romper segunt quesieren, ca assí es usu quando son bravas, que matan las caças e las messan en tanto de tiempo que pierden el sangostamiento del fuelgo e después cévanse en ellas, e guárdenlas el día que lazraren de darles mucho a comer, ca poco cevo les cumple con las muchas picaduras que an avidas, mas conviene que les mi[n]güe[n] del cevo tanto quanto asmaren que fueron las picaduras. E conviene que les non den los bocados mucho apressuradamientre, ca si non por aventura podría ir algún bocado por otra logar que non deve ir e atravessársele íe e podríe morir por ello.
E quando les acaecier tal cosa como esta, el mejor melezinamiento que les puden fazer es éste: Tomen un cannudo de cannavera, el más delgado que pudieren aver, e métangelo en la / garganta fastal logar que entendieren que está la carne atravessada e chúpenlo mansamientre e arrancarán la carne daquel logar e abrírseles á e guare[ç]rán luego. E conviene que las caten a la ora que las echaren a la caça, e si perdieren la caça e las vieren después estar liedas e alegres es buena sennal, e si las vi[e]ren estar tristes o enojadas de la caça fártenlas e métanlas en carnes fasta que sean esforciadas. E quando non consiguieren bien la caça de rreçio ni demostraren que an sabor della, por quanto quier de bondat que demuestren, cévenlas luego e faziéndoles algunas vezes aquesto avrán mayor sabor de la caça, mayormientre si les usaren a dar carne de las lechuças e los meol[l]os dellas, ca esto es una de las cosas que les faz mejor pro pora esto. E quando desamaren la caça e no la quisieren assí como son las adorajas e las perdiçes o si se espantaren dellas, tomen una yerva quel diçen lançue-[fol. 67v]-la, e es la natura menor de la l[l]antén, e séquenla e muélanla e denles del[l]a en tres pedaçuelos de carne, tanto como asmaren que avrán menester, o denles carne de gallinas untado con olio, ca esto les fará querer la caça e seguirla. E quando las echaren a la caça e no la conseguieren bien fasta las quebrantadas, échenlas otras tales aves como aquellas a que las echaron en logares de las quebrantadas de manera que lo non entiendan que gelas echaron, e cévenlas desta guisa una vez o dos, ca esto les fará consiguir la caça e consiguir fasta las quebrantadas. E quando amaren las caças menores de las aguas e non quesieren de las mayores [que les convienen, échenlas a las aves muy grandes mayores] que les non perteneçen, e quéxenlas con el atambor o con otro roído alguno, que quando desta guisa las desusaren de las aves menores que ellas quieren, menguarán daquel sabor que dellas an e tornarse an a caçar de las aves mayores, aquellas que les pertenecen. E otrosí conviene que les fagan quando se debatieren a quales / aves quier que vean, que las echen a aquellas {aves} a que se debatieren de dos tanto o de tres tanto más luenne que non conviene de las echar, e esto les fazen por tal ques les vayan aquellas caças que las non puedan tomar ni apoderarse del[l]as, ca quando esto les fezieren assessegarse an e non se debatirán tanto. E quando demostraren cansatio denles un pedaçuelo de carne con salpedres, tanto quanto entendieren que les á menester, e denles .x. días carnes de aves calientes o carne de mures untada desusu con azieite, o denles tres pedaçuelos de carne de rabada de carnero eguado untada con azeite, o tomen del açúcar blanco o del azafrán e de la laca, tanto del uno como del otro, e muélanlo bien e ciérnanlo e pónganlo en un vaso e denles del[l]o quanto mester ovieren, o tomen del çumo de las milgranas dolces o de las agras e remogen el cevo en ello e déngelo a comer, ca les fará pro. E otrosí, quando mostraren cansacio e non fueren bien espiertas o alegres e parecieren [68r] sus pénnolas demudadas, que non son bien luçias, tomen de los palombinos eguados e fá[ga]nles bever a los palombinos de la agua de la miel e déxenlos estar assí un día, e otro día man[n]ana degüéllenlos e cévenlas dellos e fazerles á pro. E quando fueren descarnadas e ralearen e se debatieren de sé [e se] cambiaren de todos sos usus que suelen façer, demuestra que {an} quexumbre por malotía que les acaeció o por quexamiento de los caçadores, que las echaron muchas vezes, e por esto conviene que las ceven e que las farten de las carnes que les más perteneçen et que les más engruessen. E non les den carne de aves viejas nin de cabdones {nin de cuervos nin de palomas} negras, e denles a comer manteca dos días e después tómenlas e tiren las {lenguas} afuera e échenles en los forados que an so las lenguas quatro destellos de olio de sísamo en cada forado, e déxenlas folgar por tres días a esfortiar, e después tomen, al quarto día, vermejón e alcundaz et lignoáloes / e colloquíntida, tanto del uno como del otro, e muélanlo bien e buelvan{lo} en uno, e tomen carne de rata e fáganla bien delgada e buelvan con ella de la melezina que avemos dicho, tanto quanto peso de medio dinero de plata, e déngelo en pedaçuelos de carne de oveja a ora de mediodía, e otro día a medio{día} denles carne de palombas e denles de la sangre, e usen todavía en darles las melezinas quemadores que son calientes, ca esto faze pro a las aves que an cansacio. E quando se demudaren o fueren lazradas por las echar {mucho} e caçar poco, conviene que las farten e que las tornen a su logar e fáganles toller, e otro día en la mannana denles carne {con} manteca de cabras o de vacas o de bufles, ca esto les faze perder el cansatio e fázeles las carnes tiestas. E quando perdieren la caça e fueren posar en los logares o en los árvoles altos e semejaren cansadas o tristes por malicia que ayan o por mal talante que ayan a los caçadores porque las fazen lazrar, estuence conviene que las [fol. 68v] l[l]amen e las farten. E quando demostraren braveza e se espeluzraren e se sacudiren mucho e les vi[e]ren estar maltrechas, fagan tragar agua a un palombino e atenle la garganta e cuélguengela cabeça ayuso e esté assí una noche e un día, e otro día en la mannana déngela a comer e con esto perderán la braveza. E por aventura acaéceles [que] se cambian en sus caças quando corren los vientos cierzos en las mannanas, e quando corren los vientos ábregos en las espossiestas, ca les prenda la calentura e cambiamse del talante que avíen quando corríen los vientos çierços, e quando esto les appareciere, denles un pedaçuelo de carne con agua fría e después pó[n]ganlas sobrel agua e déxenlas bannarse en ella o bever della, ca tornnárseles á el talente que ante avíen. E quando non venieren bien a mano en los campos, e esto les acaece por tres cosas: La primera cosa es por su natura e por loçanez. La segunda cosa es por ma/labtía que les acaece. E la tercera cosa es porque fueron mal affeitadas. E si fuere por loçanez, tomen del sevo del cavallo quanto peso de medio dinero de plata o poco más e sóvenlo bien, e quando fuere bien blando úntenles con ello los picos ante noch quando quisieren ir otro día a caça, ca esto las saborgará e las fará venir a mano, o si no échenles del alhavaca molida, tanto quanto entendieren que á mester, en el cevo que les dieren un día ante que vayan a caça, o si non tomen de la salpedres quanto peso dun pipión e fágangelo tragar. Esto farán a las aves mayores, e a las menores farán segund su guisa, o si non denles dello un cevo, o si non tomen un poco del annoxatira e del gengibre e muélanlo bien e mezclenlo con un poco de manteca e pónganlo en un cannudo fasta que se yele, e después métanles esta melezina por el fondón quando lo ovieren mester. [fol. 69r] E si les acaeciere esto por malabtías que ayan, conviene que las melecinen con aquellas cosas que pertenecen a las malabtías que ovieren, que quando guarecieren tornarán a so uso que ante avíen de seer bien maneras. E si les acaeciere porque fueron mal affeitadas, conviene que les non den a comer senon quando vinieren a mano, ca faziéndoles esto tornarse an a so usu bueno que ante avíen de seer maneras. E todas estas cosas que avemos dichas les son buenas pera seer bien maneras e bien mandadas, e fázeles querer las caças grandes. E ay dellas que non son bien maneras por mal ensinnamiento que ovieron de primero, que quando las ecchavan veníen a mano e por aventura non les fazían algo e tornávanlas e lamávanlas de más lexos, e esto es cosa que las faze detardar, que non viene e cuédanse que las emiendan con esto e dánnanlas. E quando las quisieren abivar por tal que se / atrevan más a las caças mayores, tomen un palombino eguado e fáganle tragar vinagre fuerte, e después fáganle volar poco por tal que se le esparga el vinagre por el cuerpo, e después léxenle estar una pieça e cévenlas dél {es} día, e otro día vayan con ellos. E otro día, quando las saccaren a caça, denles a comer tres pedaçuelos de carne remojadas en vinagre, ca esto es cosa que les faze seer más alegres e más atrevudas. O tomen de la agua caliente quanto una quarta de onça e fágangelo tragar a las aves mayores cazadores, e a las menores denles segunt su guisa, e después pónganlas en sus varas e déxenlas estar fasta la tercera parte del día passada; e si tollieren, den la carn del palombino caliente con su pénnola o carne de oveja, e otro día denles quanto la tercia parte de su cevo e fáganlas lazrar, e después vayan buscar la caça con ellas. O tomen de la sal pedres quanto peso de dos pipiones e del açúcar blanco molido e cernudo quanto peso de tres dineros de plata, [fol. 69v] e mezclen con ello de [la] salpedres que dixiemos, tanto quanto vieren que avrá mester, e después tomen una cannavera delgada, que sea assí fecha como es la con que escriven el arávigo, e metan ý el açúcar mezclado que dixiemos e fágangelo tragar a las aves mayores a esta quantía, e a las aves menores denles dello segund su guisa, e después déxenlas fasta que tuelgan, e después pónganles delante agua e déxenlas assí estar, e otro día vayan con ellas a caçar. E non conviene que fagan esto a las aves caçadores que fueren magras ni a las que fueren muy gruessas, mas conviene que lo fagan a los que estidieren tempradas de carne pora caçar, ca ésta es una de las cosas que las faze atreverse a las grandes caças, e non conviene que les den so cevo muy complido de las caças menores ni las ceven del/las si non prenderlo íen por uso, mas conviene que les den so cevo bien complido de las caças mayores, ca si caçaren bien las caças mayores aguisárseles á después de caçar las menores, ca si las usaren mucho a las caças menores será[n] después más grave de tornar a las aves mayores, porque son las menores más refezes de tornar que las mayores. E quando les acaeçiere que ovieren çelo de las aves caçadores que veen en el aire, e alçaren las cabeças arriba e gritaren en las manos de los caçadores de la manera que gritan quando an el çelo, guárdense de echarlas en aquella ora, ca si las echasen por aventura fuiríen e irs íen, mas quando vieren aquesto conviene que tomen de las fojas de las vides luego que nacieren e séquenlas e muélanlas e métanles daquel [fol. 70r] polvo en so cevo. O tomen del orpiment vermejo tanto quanto un grano de cevada e muélanlo e métanlo en tres pedaçuelos de carne e déngelo a comer, e después que lo ovieren tollido, denles lo que fincar de so cevo, ca qual se quier destas cosas les fará perder el çelo.
E si acaeciere esto a las aves caçadores menores, conviene que les enbuelvan las alas e las colas mientra non caçaren. E quando fueren caçar con ellas non cazen cerca soto ni cerca logares darvoledas ó se puedan asconder, ca el çelo les faze esfuirtarse e fuir e si las colas e las alas tovieren atadas mientra non caçaren no avrán poder de rodear. [Et quando entendiren que an perdido el çelo convien que las non enbuelvan, mas conviene que ffagan ssu usso assí como les ffazíen en ante].
E quando rodearen en el tiempo que non fuer de so çelo, conviene que tomen unos gusanos vermejos que se fazen en los ríos e en las uertas, e muchas vezes los fallan en las fojas de los allozos e en las violetas, e tomen la semient de la ruda e de la semient de las violetas e de las fojas de las cabeças de las violetas que están derredor de la flor luego que naçen, e amassen todo aquesto con / la miel en uno e denles dello en tres pedaçuelos de carne, tanto quanto entendieren que avrán mester, ca éstas son cosas que les fazen menguar el rodear. E desta guisa fagan a las aves menores.
E si rodearen con sabor de se bannar en el tiempo de las calenturas, conviene que les pongan agua delantre cada día en essa sazón después que ovieren tollida alguna cosa de {su} cevo, e mayormientre deven fazer esto a las aves menores. E si fuere el rodear por malabtías que ayan, melezínenlas con las melezinas que pertenecen essas malabtías e déxenlas folgar fasta que sanen. E quando entendieren que an perdido el cevo, convien que las non embuelvan, mas conviene que las fagan su uso assí como les façíen en ante, e por aventura acaéceles que fuyen porque las echan largas vezes e las fazen mucho caçar. E quando rodearen e se fueren, paren mientes e sennalen los logares contra ó van e búsquenlas después en aquellos logares. E si fueren aquellos logares atales que aya ý sotos o árvoles, paren mientes a los logares ó foren los cuervos e las picaças e los pássaros pequennos e remieden a aquellas [fol. 70v] aves que vieren de manera que llamen assí como ellas façen, e si pareciere alguna ave de aquellas que fuyeron, échenles el sinnuelo en estos logares, e después la que tomaren dellas demuéstrenle el agua e non les den su cevo complido, ca las aves caçadores quando rodean e se van, cámbianse de la manera que solíen aver. E si rodearen en alto e se traspusieren susu en el aire de manera que las non veyan, sepa[n] que cerca irán posar daquel logar rodearon, estonce caten las aves que fuyen de las árvoles, ca non fuyen por ál sinon por miedo dellas que fueron allí posar, e después váyanlas buscar e sabrán ó son con aquellas sennales que avemos dicho. E quando las vieren e entendieren en ellas que quieren foir, escóndase dellas de manera que los non vean e non l[l]amen mientra assí estidieren, mas conviene que les echen afurto de los pássaros vivos e de las copadas, o de las aves que les conviene segunt ellas son, e átengelas con una cuerda a algún terrón o a algún cardo o a otra cosa de guisa que quando descendieren a ellas que las non puedan sopesar e arrídrense dellas, ca estas cosas a las que son de su manera les faze decender e venir; e quando decendieren vayan a ellas / assí e fáganles de la manera que faríen a las bravas. E q[ue]xu[m]bre ninguna non amostren fasta que las prendan, e si non tovieren sinnuelo vivo que les echen, échenles otro sinnuelo que sea de ala de ave muerta o algún ave muerta e átengela en la traíella e rástrengela delantre muy quedo de guisa que semeje que es viva e no las llamen, ca ésta es cosa que las saborgará pora venir, e después que las tomaren, si fueren de las aves menores, átenles .vi. pénnolas de las alas e apiértenles las colas con alguna cosa e caçen con ellas luego si fueren de las aves que deven echar a la caça cogidas del punno, e si fueren de las aves mayores o de las menores que conviene que caçen con ellas de sobremano, non conviene que caçen con ellas el día que las tomaren, mas [conviene] que las lieven e que las dexen folgar e que les fagan la melezina que fazen a las que rodean segund avemos dicho, e guárdenlas e fáganles algo fasta que obliden el rodear e se tornen al uso que ante avíen. [fol. 71r]
E quando fueren amontadas, que las no pudieren fallar por una noch o por dos e después las fallaren e non quisieren venir al sinnuelo porque son enbravezidas e an miedo de venir, conviene que tomen dos pollos o dos palombinos o dos pássaros, qualquier daquesto segunt fueren las aves caçadores mayores o menores, e átenlas en uno de guisa que puedan pelear e échengelos a luenne quanto un trecho de bal[l]esta, ca esto es cosa que los saborga e los faze descender quando las veen pelear, e si descendieren e las tomaren, cévenlas de carne de cabra con su sangre, ca esto les tuelle la calentura, si calentura les priso, e el cansatio e a la lazería, e si les non toviere pro ninguna destas cosas e después rodearen mucho, méssenles las pénnolas de las orejas fasta que parescan las orejas, ca si después quisieren rodear entrarles á el viento en las orejas e non podrán complir el cercar e vedars an el rode/ar; e non conviene que les fagan esto sino quando gelo non pudieren vedar por ninguno de los otros melezinamientos, ca ésta es una de las cosas que les faze danno porque quando las otras aves caçadores vienen a ellas, assí como son las águilas e las otras aves que desta manera son, non se les guisa de librarse dellas. E non conviene que las saquen a caça el día que muchas lagostas parecieren, mayormientre los sagres, ca quando las echan a la caça páranse a comellas e non quieren ir tras la caça e por aventura poders íen perder por ello. E otrosí conviene que las non saquen a caça quando fizier agua o niebla o nublado, ca non pueden amostrar su bondad tan bien como amostraríen en los otros días.
E agora queremos dezir de las enfermedades que an anda[n]do en sus caças e de los melezinamientos que les deven fazer. E dezimos assí: que quando les prisier calentura andando a caça que las non ceven es día fasta la tarde, e estonçe denles tres bo-[fol. 71v]-cados de carne tierna con peso de medio pipión de los polvos que avemos dicho en el melezinamiento de la calentura. E si les acaeciere descarnamiento con sequedat tomen una cabeça de asno o de bue[y] que sea seca o fresca e quebrántenla e métanla en una olla, e metan ý dos presas de trigo e metan ý de la agua tanta que la cubra toda e después fáganlo ferver de rrecio, e después tomen un mandil [et pónganlo sobre la boca de la olla, et pongan el ave sobrel mandil] e váyanlo detiniendo allí con un sinnuelo por tal que se non debata, e fáganla assí estar fasta quel prinda el bafo e la calentura, e si minguar el bafo fagan [la] olla ferver otra vez, e fáganles assí tres días e tres noches e fazerles á pro. E si les ferier viento caliente denles tres pedaçuelos de carne de cabra con olio rosado que non sea bien cocho o con olio violado, e si metieren ý un poco de camfora seerles á mais sano, o si non tomen del azaffrán e del azúcar blanco e la yema del uevo e del olio rosado, tanto de lo uno como de lo otro, e metan ý un poco de camfora e remogen en ello tres pedaçuelos de / carne e déngelos a comer; esto den a las aves mayores e a las menores denles segunt su guisa, e después pónganles del agua delantre e metan en ella del açúcar e déxenlas bever della e facerles á pro. E quando ovieren cansacio en el tiempo de las calenturas, tomen del agua del açafrán e metan en ella tres destellos de olio rosado o del olio violado, e metan hý del açúcar molido e déxenlo fasta que se destiempre, e tomen después de la carne quanto peso de .v. dineros de plata e desuellenla e fáganla tajadas delgadas e remógenlas en aquestas melezinas que avemos dichas e den desto a las aves mayores, e a las menores quanto peso de un dinero de plata. E quando las vieren espeluzrarse e que messan las pénnolas de las cabeças, que están tristes, ésta es sennal del començamiento de las enfermedades, e por aventura puédeles acaecer esto por frío e stonçe non conviene que las melezinen nin les fagan nada fasta que vean las plomadas que echan et lo que tuellen, et ssi entendieren que les acaeçió esto por ffrío o por ruçio, guárdenlas et melezínenlas con el melezinamiento con que melezinan el ffrío, et ssi non ffuere de frío melezínenlas con aquellas melezinas que convienen aquellas enffermedades que entendieren que an. Et ssi les prissier ffrío porques mojan en el agua entrando tras la caça en los rríos o por lluvia et sse les mojan las alas, denles un pedaçuelo de carne mezclado con asaffétida molida, et ssi non ffáganlos un ffoyo et escaliéntenle con ffuego et melezínenlas con esto ssegunt dixiemos que melezinassen a las que an offego, et ssi no enbuélvanlas en un panno linpio ffasta ques enxugen, et métanlas en logares calientes et ffazerles á pro. Et muchos sse entorpan, que las meten en el vanno por melezinarlas con esto, et por ventura puédenlas matar por ello, et ssi guareçieren con esto que dich avemos et si non melezínenlas con aquellas cosas que dixiemos que melezinasen el frío. Et conviene que una vez en el mes non den el çevo conplido a las aves caçadores, mayormientre a las aves que sson gordas et mayormientre en el tienpo del ivierno. Et ssi dieren a las aves mayores de la ssal amarga por moler quanto pesso de la terçia de un pipión, et a las menores ssegunt ssu guissa, desfazerles á aquesto las umidades que tienen en los papos et en las moliellas et ffazérgelas á echar, et ssi les deçendieren ayusso ffazerles á menazón. Et quando las ssacaren a caça ssi tardaren de echar las plumadas et ffuere en la ssazón ques teman de la grant calentura que les ffará mal, et quissieren ffazérgelas echar, ffágangelo con quatro cosas: La primera que tomen un poco de la rraíz del espadanna et ffágangelo tragar. La ssegunda que tomen del gengibre quanto la terçia de pesso de un pipión et fágangelo tragar. La tercera que les ffagan tragar de la ssal tanto quanto entendieren que avrán mester, et ésta es la peor dellas. La quarta es que les messen una pénnola o dos de las colas. Et ssi echaren las plumadas desta guisa conviene que las non çeven esse día nin depués ffasta ques apuren bien lo que tollieren, et que tuelgan bien alexos et ques alinpien bien de dentro en los cuerpos, ca quando much tienen las plomadas es ssennal que tienen muchos umores en los cuerpos et que non sse les muele bien ssu çevo; et quando non sse les no muele bien el çevo et non lo tuellen bien, tomen tres granos de ssimiente de çennorias et muélanlas et métanlas en tres pedaçuelos de carne et déngelo a comer, et depués ffáganles tragar agua caliente, ca les es ssano et ffazerles á pro. Et quando ffueren gordas si sse les inchare algún logar, tomen el çumach et de la ssalpedres et de la sangre de los cabrrones, tanto del uno commo de lo ál, et buélvangelo con sso çevo et déngelo et ffazerles á pro. Et quando pareçiere en ellas algún demudamiento et non ssopieren de qué las acaeçió, tomen una onça de oropement vermejo, et de la manteca de vacas et del meollo de las canniellas de los çiervos dos onças de cada uno, et dos alvuras de huevos, et del olio de las bayas et de la miel media libra de cada uno, et muelan lo ques pudiere moler destas cosas et mézclenlo todo en uno et pónganlo en un vaso et denles dello en pedaçuelos de carne tanto quanto entendieren que an mester, ca ésta es cosa que les faze pro a todas las malatías que an que non pueden entender de qué les acaeçió. O tomen del açúcar blanco o del açaffrán et del gi[n]gibre, tanto de lo uno commo de lo ál, et muélanlo et çiérnanlo et denles dello en la esposiesta en pedaçuelos de carne, et si non tomen de la miel blanca, tanta quanta entendieren que an mester, et ffiérvanla manssamient et guárdenlo que non sse queme, et tomen el espuma dessusso della et échenla en un terrazo en que aya agua ffría et déxenla una pieça fasta ques quaje, et métanlo en un baso, et quando paresçiere en ellas alguna cosa destas que avemos dichas, den-[fol. 72r]-les dello simplemientre, sin cevo ninguno quanto peso de medio dinero de plata; esto den a las aves mayores e a las menores denles dello segunt su guisa, ca esto les faze moler bien so cevo e fázeles seer más alegres e tuélleles la malabtía del yesso, que es quando se les faze lo que tuellen duro e seco, e tuél[l]eles el mal de la piedra e el mal de la cançre que se les faze en las cabeças. E quando las sacaren a caça e pareciere en ellas alguna malabtía e fuere en logar que non puedan aver melezinas, tomen de la carne quanto la quarta parte de so cevo e lávenla con de la orina e déngela a comer, e no la dexen remojar [much], ca si non matarlas íe, e después pónganles del agua delante e déxenlas bever dello, ca esta melezina les faze pro pora muchas malabtías que les acaeçe en los logares que no pueden fallar las otras melezinas que las guareçen. Aquí se acaba el / onzeno capítolo.
XII
Est es el .xiiº. capítolo, el que fabla de cómo las deven mudar e en qué manera an de seer las mudas e de cómo las deven guardar en ellas.
E dezimos assí: que porque avemos dezir la guarda que conviene que fagan a las aves caçadores en las mudas, tenemos por bien que digamos en ante la guarda que conviene que fagan a ellas en el tiempo que es en ante de la muda, e después diremos las cosas que les an de fazer en el tiempo de la muda. E dezimos assí: que quando fueren venidos los días de la muda e les quisieren fazer que no echen las pénnolas por tal que non se destorven de la caça, tomen sangre de palomas viejas e séquenla e muélanla e polvorénles el cevo con ella e cévenlas assí algunos días, un pos otro o de tercer en tercer día, ca con esto se les ternán las pénnolas e non se les caerá ninguna.
E agora queremos dezir lo [fol. 72v] que les an de fazer quando las quisieren meter en la muda. E dezimos assí: que si las quisieren meter en la muda, conviene que las {trayan} en ante en las manos veinte días aturadamientre, un pos otro, e después sáquenlas a caça e fagan caçar a las que suelen caçar la caça del agua por tal que se mogen quando las prisieren, ca ésta es una de las cosas que les faze más aína echar la pénnola. E conviene que quando las echaren a la caça del agua que sea después que demediare el día e escalentare, ca desaman la caça por la mannana porque es el agua fría, e quando se mojan en el agua fría fuyen de la caça e engruessan más por sacarlas de mannana a caça, e enbarnecen tanto porque salen del tempramiento de llas carnes que an de aver pora caçar, e otrosí conviene que fagan a las aves menores caçadores, de las non meter en muda fasta que las trayan en las manos en ante, assí como avemos dicho de las aves mayores, ca éste traer les fazen por tal de las lazrar, que non sean muy gordas quando las / metieren en la muda. E si non fezieren a los esmerijones esta guarda que fazen a las otras aves magar que sean gordos quando los metieren en la muda non anden cuidado. E quando las echaren a la caça, assí como avemos dicho, conviene que tomen de la salpedres e de la leche e de la miel, tanto que entendieren que á mester, e mézclenlo todo en uno e denles dello tres días con su cevo e después déxenlas folgar tres {días} o quatro, o denles su cevo con azeite o con manteca dos días, o denles palombinos que non sean eguados .vii. días, o usen a esfriarles el cevo con la nieve, o denles con su cevo del tomiello tres días o quatro, e después déxenlas folgar tres días por tal que se esfurcen, e fáganles tragar del açúcar con un poco de sal, ca éstas {son} cosas que les faz aína mudar la pénnola.
E agora queremos dizir de cómo se an de fazer las casas de las mudas en que las an [fol. 73r] de meter. E dezimos assí: que conviene que ayan las mudas en que las metieren .x. cobdos en luengo e .x. en ancho o poco más o poco menos segund ovieren mester, e fagan una finiestra en cada part de las quatro paredes de la muda, que sean en derecho de los quatro vientos [ssegunt ellos corren]: sierço e ábrego e solano e gallego, e fagan las puertas de las finiestras e las puertas de las mudas de redes de fuste porque si alguna dellas se quisiere ir que non pueda salir por ý, e por tal que quando fizier vientos calientes que les no entre por ý muy de rrezio, e si se arreziaren los vientos calientes, ciérrenles las finiestras por tal que les non faga mal la grand calentura, e ábrangelas quando fiziere frío por tal que les entre por ý el aire frío, ca esto les ayuda mucho pora mudar la pénnola. E conviene que les pongan dentro, en la muda, .v. perchas, e las .iiii. perchas esté cada una dellas / ante la finiestra e la quinta en medio de la muda por tal que se pueda deviar del viento calient o de la l[l]uvia quando la fiziere, e si quisieren fazerles en la muda una finiestra por ó les entre el sol cúmpleles; e si vieren que se alegran e andan mucho saltando por las perchas, métanles varas {que sean enbueltas} de callos e sean enbueltas en lana e que sean envestidas desuso de panno cosido, e esto les fazen por tal de las guardar de la dureza de las perchas, ca quando posaren en ellas fallarlas an blandas, e guárdarlas á que non se llaguen las manos nin se dessuellen; e pónganles del agua quando la mester ovieren en vasos de tierra pequennos, e póngangelo alto de tierra, e tanta les pongan della que non se puedan en ella bannar sino de que bevan [della non más], esto les fagan fasta que les egüen las colas por tal que non se les crebanten las pénnolas. E guarden que non entren las gallinas en las mudas en ante que las aves caçadores metan en ellas ni en los logares ó las aves ovieren a estar, [fol. 73v] ca si por aventura algún piojo cayesse ý dellas e se apegasse a las aves fazerlas íe enmagrecer e poders íen perder por ello.
E agora queremos dezir quáles yervas les deven poner en las mudas. E dezimos assí: que conviene que pongan a las que fueron ya otra vez mudadas una yerva quel dizen alharmal e del lilio, ca el lilio les guarda las pénnolas que non se les faga ý forziella, e métanles ý del trévol e de la mielga, o métanles ý del trévol e de las violetas, e mayormient quando les ovieren a dar la carne de las culuebras, ca estas yervas les son buenas quando gelas echan estendidas por la muda. E otrosí conviene que a las aves que son pollas, que les estiendan por la muda del lentisco o de la mienta o del orégano, e lo mejor desto les es la mienta porque la olor della es buena a las aves caçadores e fázeles grand pro, ca quando se seca cámbiase la olor primera e fázeseles otra que les / es convinient a las aves caçadores, e fázeles echar las pénnolas más aína e fázeles nacer las otras pénnolas fremosas e rezias e buenas, e mayormient si las estienden por la muda una partida de mienta e otra de lentisco, ca estas dos yervas son muy convinientes a las aves que son pollas, e si les estendieren por la muda del arena menuda e gela regaren a menudo cada día serles á muy bueno pora las manos e más seguro por las llagas que les acaece en ellas, e quando les fazen esto las más dellas no an mester de fazerles las unnas quando las sacan de las mudas.
E agora queremos dezir quáles son las cosas con que deven sohumar las mudas. Conviene que tomen la yerva que dizen assensio e del cuerno del ciervo, tanto de lo uno como de lo ál, e sufúmenlas con ello, ca esto las guarda de los gusanos que se les fazen en las narizes et de todas las malatías que se les ffazen en los cuerpos porques los dannan las pénnolas, et mayormiente a las aves mudadas, et faze foir a las culuebras et a las cosas que mal les ffazen. Et quando acaesçiere a las aves que son pollas alguna de las enfermedades que avemos dichas, conviene que las melezinen con las melezinas que son puestas para esto en los logares propios que avemos dich en este nuestro libro.
[E agora queremos dezir quáles çevos son buenos et convenientes quando están en las mudas]. Dezimos assí: que conviene que den a las aves mayores, assí commo son los açores et los sagres et los falcones, palominos et tórtolas si non fallaren lo que dich es que les den. Et a las aves menores, assí commo son los gavilanes et las que son de su manera, denles los golondrinos et los ffijos de las copadas et de los pásaros menudos, et guárdenlas de los que son muy gruesos, ca les ffazen fastío.
[E agora queremos dezir cómmo las an de messar las pénnolas que fueren marrotadas o quebrantadas o tuertas]. Sabet que conviene que paren mientes a las aves que ovieren pénnolas de mesar desta guisa que dich avemos. Et si fueren de las que mudaron ya otra vez et ovieren alguna pénnola quebrantada o marrotada o tuerta mésengela. Et ssi fuere de las aves que son pollas mésenles las colas et los cuerpos, et este mesar á de ser en dos maneras: La primera manera es que las mesen las colas mientra las çevaren, et mésengelas una a una, ca esa ora están las pénnolas de las colas más floxas. La segunda manera es que a la ora del çevar quel aten la pénnola que fuere floxa con un filo, et aten el otro cabo del filo a una estaca et llámenlas a mano, ca luego ques arremetiere pora ir a mano mesársel á la pénnola, et este mesar es tal ssegunt es quando se les mudan ellas por su natura. Et quando quisieren mesar los cuerpos de las aves que son pollas o las pénnolas que son marrotadas de las aves que fueron ya mudadas, conviene que gelas tiren afurto quando las çevaren, et quando se les non guisare de gelas mesar así, tómenlas muy passo et cójanlas entre las manos et mésenlas muy quedo los logares gordos de las tetiellas et los costados et las cuestas. Et ssi non tovieren ninguna pénnola de las nuevas con que fueron pollas nin en las colas non tovieren ninguna pénnola quebrantada nin marrotada nin tuerta non conviene que las mesen ni l[es tan]gan las pénnolas de las alas nin las tiseruelas de las alas, nin los papos, nin los cuellos, nin las cabeças, nin las rrenes, nin las pénnolas que están derredor de las colas, nin los muslos de las piernas, nin los vientres, nin los costados, ca si les mesasen aquestos logares non aviendo ý pénnola marrotada ninguna nin cosa ninguna de las que dixiemos por que gelas devan mesar non les naçríen depués bien. Et non conviene que les mesen las pénnolas a las aves que fueron presas quando estavan en çelo, ca ssi non por aventura non les naçríen et las que nacen, naçen much a duro pero nacen bien derechas. Et quando las mesaren las pénnolas conviene que les rruçíen con agua fría aquellos logares dont las mesaren las pénnolas, et mayormient a los poros de las pénnolas de las colas, et destéllenles dentro, en los poros, del azeite. Et conviene que quando mesaren las pénnolas a las aves que son pollas o a las otras que gelas mesen quando fuere la luna creçient en ssu luzençia; et otrossí convien que quando ge[las messaren] que metan los cannones de las pénnolas que les messaren en el azeite, et depués métangelas por los poros dont las messaron ffasta que lleguen a cabo, ca ssi les esto non ffiziessen por aventura çerrársseles íen aquellos poros dont gelas mesassen las demás vezes. Et la mejor ssazón de messarlas es quando les ffincan tres pénnolas del un cabo et tres del otro non más, ca quando gelas mes-[fol. 74r]-san desta manera nácenles buenas e fuertes. E non conviene que las engordezcan mucho quando las messaren por tal que se les non cierren los poros dond les messaren las pénnolas, mas conviene que les mengüen del cevo por unos .xv. días fasta que comiençen a naçer las pénnolas, e después engordézcanlas, e si no las messaren engordézcanlas, ca esso les fará echar más aína las pénnolas.
E agora queremos dezir las carnes de las aves que más aína faz echar las pénnolas a las aves caçadores mayores. E dezimos assí, que son éstas: los corveznos chicos que an los pechos blancos e las habubiellas e las lechuzas e unas aves que an la color picaraçada de vermejo e de verde e dízenles en arávigo xitraquete. E de las aves del agua, unas aves blancas que andan en las marinas e dízenles en arávigo jamilas, e unas aves pequen[n]as que andan en los ríos que les dizen cigonnuelas./
E agora queremos dezir otrosí las carnes de las aves que les fazen más aína echar las pénnolas a las aves menores caçadores. E dezimos assí: que son los fijos de los pássaros pequennos que toman en los nios e los meollos dellos, e los coraçones e los fígados e los fijos de los cabdones, e la carne de los corços pequennos que gela den cada tercer día ,e la carne de los eriços untada con olio de sísamo,, e la sazón en que ellos mejor carne tienen es en el tiempo de las vendimias; o denles de los fijos de las habubiellas o de las lechuzas de .v. en .v. días o carne de pollos o cojones de gallos; o denles carne de las aves que guarecen de moscas e de gusanos e de las bestiuelas menudas, e con tod aquesto sean de las que beven poca agua. E carne de todas animalias que son calientes, e la sangre de la sangría seca fecha polvos, e métanles della en tres pedaçuelos de carne e déngela, ca esto les fará echar la pénnola más aína e fázeles grand pro, e es cosa provada.
E agora queremos dezir las [fol. 74v] carnes de las quatropedias, quáles fazen más aína echar las pénnolas. E dezimos que la más conviniente carne que les pueden dar de las quatropedias es la carne de los cabrones, e mayormient de los monteses, e los cojones dellos, o la carne de los terneros o los coraçones dellos con su grossura, o las patas de los camellos o de la carne de las ovejas con su sangre e destéllenles en ello del azeit, o la carne del carnero de dos dientes o carne de cabra con su sangre, o de las landres vermejas que se fazen en los pescueços de los carneros en los logares ó los degüellan o de las landres que se les fazen en los fondones de las rabadas, e denles dellas el primer día dos, e el segundo tres, e al tercer día denles carne de palominos, e al quarto día denles quatro landres de carnero, e que aya el carnero primeramientre bevido garvanços molidos con agua, tantos quantos entendieren que á mester, o to/men dos landres de carnero e féndanlas e echen dentro, en ellas, polvos de cueros de culuebras, tanto quanto peso de medio dinero de plata o poco menos, e denles esto assí tres vezes cada mes; e témense quando esto les dan que enflaqueçrán, e si enflaqueçieren conviene que les den manteca fresca de vacas o de ovejas e fáganles bever de la lech rezient ordennada, ca esto es una cosa que las guarece desto que dicho avemos. E non conviene que les den mucho a menudo landres, e el día que gelas dieren non les den otra carne, e usen a dalles la ma[n]teca con so cevo, e quando gela dieren non les den todo so cevo complido fasta que se les egüen las alas; o si non tomen las landres de los gargueros de los carneros e séquenlas e muélanlas e pónganlo en un vaso e álcenlo e denles dello con so cevo cada .vii. días e non gelo fagan usar mucho, e después desto denles golondrinas o denles de las [fol. 75r] landres de los cabritos o de los borros, e denles .vii. dellas e que sean machucadas e métanlas en pedaçuelos de carne e déngelas, esto les den dos días e al tercer día denles .viiii. landres, e si fueren las landres de carneros, denles tres dellas cada día, e denles depués un pedaçuelo de carne e métanles ý del áloen emassado con fiel doveja, ca ésta es cosa que les esfría, e después de los tres días denles a bever sangre calient, e fáganles usar esto .vii. días, cada día ante que las ceven, e después denles otros .vii. días so cevo con manteca, e si la manteca mucha fuere, sea poco el çevo, o si non denles so cevo .vii. días con leche de mugieres e métanles ý del dragagant e del açúcar blanco. O denles de la carne de los perros o de las nutrias, o de los furones o de los gatos, o de los puercos o de los lechones, o de los mures [o de los corços, o de los erizos untado con olio de sísamo], o dunos que son de manera de gatos e dízen/les en arávigo beniaerçe o de los galápagos de sequera o de las lagarteznas, e denles desto cada .vii. días una vez, o denles de las ranas chicas que crían en los tremedales que son ervosos, ca estas cosas les afloxan las pénnolas e gelas fazen echar más aína.
E agora queremos dezir de las cosas que andan en el agua o de las que non an pies e andan rastrando sobre sos vientres e de las otras que an pies e unnas, assí como son los lagartos e las que son de su manera, e crían en los forados que son so las piedras e so la tierra, quáles son dellas las que fazen aína echar la pénnola. E dezimos assí: que {tomen} los pescados menudos e vivos e polvorados, {e polvorenlos} con polvos de raízes de lilio molidas e cernidas, e guárdenles que non les den mucho a comer dello nin gelo fagan mucho usar nin gelo den en las tierras calientes si non fuere en las frías e en las tempradas; [fol. 75v] o denles carne de culuebras negras desta manera: que las tomen e tágenles quanto una mano de las cabeças e otro tanto de las colas e séquenlas e muélanlas e échenles de los polvos dellas en so cevo, a las aves menores quanto peso de medio dinero de plata e a las mayores segunt su guisa, o si non tómenlas e tágenlas menudas e remógenlas en leche e déngelas, o si non tomen un poco de cuero de la culuebra e métanlo en un pedaçuelo de carne e déngelo, e si les molieren la carne dellas con de la sal e gelo metieren en un pedaçuelo de carne e gelo dieren algunos días seerles á bueno; o denles dunos gusanos que semejan a los picos de las tetas o de otros gusanos que se fazen çerca las raízes de los árvores quando los cubren enderredor de tierra, e dízenles en arávigo alnicde, tomen dellos .vi. o .vii. e séquenlos e muélanlos e échenles de comer en su cevo quanto peso de medio dinero de plata, o si non tomen dotros gusanos que les dizen en arávigo dauuechrz aitan e fázense en el arena e an los cuerpos blancos e las cabeças negras, e denles dellos cada terçer día; o tomen de las abiespas monteses que son verme/jas e grandes e tájenles las cabeças e los pies e séquenlas e muélanlas e échenles de aquellos polvos en su cevo quanto peso de medio dinero de plata, e esto les den cada .xv. días, o denles de unos gusanos que les dizen ritannas, e son unas lombrizes que fallan en las tierras húmidas, e córtenles las cabeças e denles pocos dellos; o tomen de otros gusanos que semejan a los picos de las tetas, e son unos que cavan la tierra, e séquenlos e muélanlos e den dello a las aves mayores quanto peso dun dinero de plata en pedaçuelos de carne de lechón calient, e den a las menores segund su guisa, o usen en darles las moscas e las abejas.
E todas estas cosas que avemos dichas que son enconadas es aventura en dárgelas, mas dángelas por melezinamiento porque con ellas echan las pénnolas aína y bien, más aína que con los otros cevos que dichos avemos, mas pero con todo aquesto cámbianse con ellas de sus manera e menguan de ssu caçar, et por eso metiemos nos todas estas cosas en este nuestro libro, por tal de non dexar ninguna de las cosas que dixieron los antigos.
[E agora queremos dezir las cosas con que melezinan las aves por tal que echen aína las pénnolas et que les nazcan aína]. Sabet que lo que faze echar aína las pénnolas a las aves que fueron ya mudadas es que tomen del pelitre et del espadanna quanto peso de dos dineros de plata de cada uno dellos, et del fuste del bálssamo et de unas rraízes que dizen en arávigo afçimiçín et son vermejas, que semejan a la ruvia et son un poco amargas, et las que son bien finas dellas son tan vermejas que tornan en negro por la grant vermejura que ha en ellas et son tiestas de dentro et quando las quebrantan saltan las seras en las quebrantaduras et ffallan ý dentro uno que semeja commo tela de aranna, et semeja al fuste [...], de cada una dellas tomen quanto peso de quatro dineros de plata; o tomen del gingibre que es blanco de dentro et que sea simple, que non sea quajado, quanto peso de seis dineros de plata, et muelan cada una destas cosas sobre ssibse, et çiérnanlo con panno de seda bien espesso et ámassenlo con dos tanto de miel espumada, et metan en ello después del olio del bálssamo quanto pesso de quatro dineros de plata et amássenlo otra vegada muy quedo ffasta ques buelva bien todo en uno, et depués álçenlo en un vasso et úntenles con ello el çevo que sse les guissar de dar daquellos cevos que dich avemos; o tomen de la greda quanto peso dun dinero; o tomen las cabeças dunas que andan en las rriberas de los rríos que ssemejan arannas, et a las vezes fállanlos en los milgranales, et del rresno et del olio del bálssamo, de cada uno dellos quanto pesso de quatro dineros de plata, et del gengibre quanto pesso de quatro dineros de plata, et de la buena miel que non ffue llegada a ffuego quanto una onça et quarta de plata, et muelan estas cossas, cada una ssobre ssí, et çiérnanlas con un panno de sseda et amássenlas con la miel et con el olio que avemos dicho, et denles dello con ssu çevo quanto pesso de un dinero de plata cada terçer día, ca esto les ffaze echar la pénnola aína et nacer aína et ffázelas grandes et ffremossas et ffázeles las palmas de las manos tiestas. Et ssi quissieren ffazer esta melezina más ffuerte, que echen la pénnola en quanto veinte días, pongan ý quanto pesso de sseis dineros de plata de las rraízes que dixiemos que dizen ifcimiçín, et sson más menudas que la rruvia et sson las que dixiemos que ssemejan a la ruvia, et esto es el mijor melezinamiento que les pueden ffazer estando en las mudas; o ssi non tomen de la ssimiente de las ortigas et sséquenla et déngela con carne de lechón et denles después carne de oveja con olio de ssísamo. O tomen del ffabarraz nueve granos et descortéçenlos ffasta que parezca lo de dentro, et depués muélanlos et tomen depués tres pedaços de carne et ffiéndanlo et ffáganlo delgado et metan en cada pieça tres granos de los que avemos dichos et déngelos, ca les ffará ssacudir las cabeças al ora que gela dieren, et depués déxenlas ffolgar ffasta ques asseguren daquel ssagudir, et depués pónganles agua delante et quando bevieren della, çévenlas de los palominos chicos con ssu pénnola assí commo avemos dich. Et ssi ffueren de las aves menores denles el çevo que les conviene.
[E agora queremos dezir las cosas que fazen envermegeçer las pénnolas e los ojos a las aves caçadores]. Dezimos assí: que quando quissieren ffazer enbermegeçer las pénnolas et los ojos a las aves, conviene que tomen del aniso et de la pimienta negra, de cada uno quanto pesso dun dinero de plata, et del gingibre et de las abiespas que sson vermejas et grandes, et córteles las cabeças et los pies, et tomen de cada uno quanto pesso de dos dineros de plata, et del ffuste et de la grana del bálssamo, de cada uno tanto quanto pesso de tres dineros de plata, et de las rraízes que dixiemos que dizen ifçimiçín que ssemejan a la rruvia et de los meollos de los pássaros, de cada uno dellos quanto peso de quatro dineros de plata, et muelan destas cossas las ques pudieren moler et çiérnanlo con [fol. 76r] un panno de seda espesso, e después álcenlo en un vaso e de sí denles dello en el cevo que les dieren daquellos cevos que dichos avemos quanto peso de dos dineros de plata, e después cévenlas de carne de palomas enbuelta ,en, olio de bálsamo que sea mezclado con miel clara, e fáganles esto tres días e envermejecerles á los ojos e las pénnolas e enfortalecerles an las unnas e las manos, e fazérseles an las pénnolas bien vermejas e pintadas.
E agora queremos dezir las cosas con que las deven untar quando quisieren fazer que echen la pénnola aína e que les naçca aína. E dezimos assí: que quando les quisieren fazer esto, que tomen de la grana de las bayas quanto .x. granos, e del xayán e del culantro, de cada uno dello peso duna onça, e del maharoch e de la semiente de las fortigas e / del asafétida e del olio de las bayas e del vino annejo e de los berros, de cada uno desto peso de dos onças, e del gengibre e del pelitre peso de tres onças, e del lilio e de la grana del freisno, o del fuste del bálsamo e de la pimienta, de cada uno dello peso de quatro onças, e del habarraz peso de .x. onças, e muelan destas cosas lo que se pudiere moler e ciérnanlo e amássenlo con estos olios que aquí avemos dichos, e metan ý de las balaustrias tro ques espesse e úntenlas co[n] ello, o tomen casa de pimienta e balaustrias , de cada uno .ix. granos, e .xxvi. granos de habarraz, e .xl. granos de pimienta, e de la grana del freisno e de la chintoria e clavos de girofré e del pelitre, de cada uno una onça, e del fuste del bálsamo e del gengibre e del culantro, de cada uno desto peso de dos onças, e de los berros e del espic e del cost marino, de cada uno peso de quatro [fol. 76v] onças, e de la salpedres .v. onças, e del açafrán .vi. onças, e alleguen estas melezinas e muélanlas bien e ciérnanlas con un cedaço, e después mogen el dedo en vino annejo e metan el dedo assí mojado en aquellas melezinas e úntenles las pénnolas con ello, e esto les fagan tres vezes en tres oras, una en pos otra, e después daquesto pónganlas al sol e déxenlas ý estar quanto las dos partes del día, e después cévenlas de los cevos que les conviene, e métanlas en agua tibia e fáganlas ý estar una pieça e después sáquenlas dend. O tomen del habarraz .xii. granos, e del cost e del olio del bálsamo, de cada uno peso de dos dineros de plata, e de la pimienta .i. onça, e del áloe e del forbio e del almaharot, de cada uno una onça, e de la grana del fresno peso de dos onças, e muelan estas melezinas e úntenlas con ellas segund dixiemos que fiziesen con las otras. O tomen de la / pimienta e del almaharot e del fuste del bálsamo, de cada uno peso duna onça, e de la grana del freisno e de la miel, de cada uno onça y media, e muélanlo e ciérnanlo e úntenles las pénnolas con ello, e al ora de tercia denles so cevo con manteca daquellos cevos que les conviene, e quando lo ovieren tollido, cévenlas bien de carne de carnero e fáganles esto tres días, e después denles carne de oveja con su sangre e con azeit destellado en ella, e otrosí que les den la carne de los pássaros.
E agora queremos dezir los melezinamientos que les deven fazer pora las enfermedades que se les fazen estando en las mudas. E dezimos assí: que quando se descarnen e enmagrecieren [las aves estando en las mudas] de guisa que non se puedan tener sobre las piernas, tomen del sevo de las rabadas de los ciervos una partida, e del sevo de las hadrubas de los camellos e derrítanlo so-[fol. 77r]-brel fuego e metan a cada una [una] libra desto, del gengibre molido e cernido quanto peso de de .x. dineros de plata e fáganlo fervir en uno una pieça, e después métanlo en un vaso e úntenles con ello el cevo que les conviene a dar, e den dello a las aves mayores segund su guisa e a las menores otrosí, ca con esto guareçrán e engordeçrán, e esto les saca los males de los cuerpos e los vientos. E si les acaeçiere alguna enfermedad después que ovier .xl. días que están en la muda e las defectionar aquella enfermedad e ovieren miedo que se pierdan e non se les guisar de [las] sacar de la muda, denles desta melezina que avemos dicha dos vezes o tres e engordeçrán con ella e serles á bueno en las mudas, mas non conviene que les den mucho dello ni mucho a menudo. E si les acaeçiere alguna enfermedad de sangre o de flema o de viento o tos o offego o tísica o torcemiento de la boca, quel dizen perlaxía, o dolor en las cabeças o en los cuerpos o qual / malabtía quier que les acaeçca de las tres naturas que diremos adelantre, en el capítulo trezeno, conviene que las melezinen estando en las mudas con estas cosas que agora diremos. Tomen del sándalo blanco e del carabe, de cada uno peso de .ii. dineros de plata, e de la mirra vermeja e del espic e del cubebo e del açafrán e de la salpedres e del cardamomo e del cálamo ermático, de cada uno dellos peso de tres dineros e medio de plata, e de la pimienta blanca e del macis e de la cassialigna, de cada uno peso de quatro dineros de plata, e del gengibre blanco descortezado e de la salpedres e del cinamomo, de cada uno peso de .vi. dineros de plata, e muelan cada una destas cosas sobre sí, e ciérnanlo con panno de seda e buélvanlo todo en uno e métanlo en un vaso e denles dello cada mes una vez, segund mester ovieren, ca esto les faze pro a las enfermedades que dixiemos e las guarece e las enfortaleçe los miembros e las unnas e las manos e les faze las pénno-[fol. 77v]-las nacer más aína. O tomen carne de cordero quanto so cevo complido e fáganlo delgado e métanlo en agua tibia, e después sáquenlo e exprímanlo bien fasta que saquen dend la humidad, e métanles ý desta melezina que dixiemos peso dun dinero e medio de plata, e denles esto a las aves mayores e a las otras segund su guisa, e déngelo quando el sol saliere, e después desto denles quanto un tercio de libra de carne de lechón e fazerles á pro, e esto les fagan desdel començamiento del verano fasta que salgan las calenturas, e después, en las otras dos temporadas, denles con so cevo de las melezinas que dixiemos que son poral viento, ca les fará pro. E quando las prisier calentura en las mudas denles carne de ovejas con lech de cabras fresca o carne de cabras con leche dovejas, e si les dieren cada tercer día tres pedaçuelos de carne con de los polvos que dixiemos que son pora la calentura, e después que esto les dieren , den otro día carne lavada con agua caliente e después remojada en le/che que sea mezclada con agua fría, que aya ý quanto la quarta parte dagua e las tres de lech. E quando se camiare lo que tollieren, que non fuere tal cumo suele seer, cámienles el cevo, e aquel cevo que les dieren, sea remojado en agua de çevada, ca fazerles á pro e emendarles á lo que tollieren; o si no tomen un palomino eguado e degüéllenle e apiértenle la degolladura de guisa que non pueda salir sangre, e denle dél quanto oviere mester.
E agora queremos dezir cómo las an de melezinar quando les naçen las pénnolas tarde e que les non naçcan tuertas. Quando fuer la sazón que les ovieren de nacer las pénnolas, conviene que les mengüen del cevo por tal que no engruessen mucho, ca si mucho engrossasen cerrárseles íen los poros assí como avemos dicho e non naçríen las pénnolas derechas, e desde que les començaren a naçer las pénnolas non conviene que entren a ellas much a menudo sinon quando las ovieren de çevar fasta que se les enfortalezcan [fol. 78r] las pénnolas, e quando les pareçieren las pénnolas nuevas, usen en darles los cevos que dichos avemos con olio de sísamo, ca esto les enblandeçe las pénnolas e gelas faze cercer aína, e guárdengelas que se non crieben, e denles de la manteca con so cevo fasta que se les egüen las pénnolas, ca esto les es bueno e les tiene pro pora esto que dixiemos. E si les nacieren tarde las pénnolas, tomen del olio del bálsamo e úntenles con ello la carne calient e déngela e fazérgelas á naçer aína. E si les minguare alguna pénnola, que les no naciere o les naciere rala, tomen del sevo del osso e derrítanlo e úntenles las raízes de las pénnolas e nacerles an las pénnolas e eguárseles an; o si non tomen de la cevada e remógenla en leche de asnas fasta que enblandezca e después pónganla en [los] logares de las pénnolas que non nacieron. E si crebare alguna pénnola o se tajare e fincare alguna cosa della que non saliere, tírengelo e alimpien / el logar con un fuste de pino bien fecho e delgado e espétenles por aquellos logares granos de cevada que sean remojados en almorí. E la mejor melezina que les pueden fazer fasta que les naçcan las pénnolas bien e se les fortalezcan, es que tomen del borrax peso dun dinero de plata, e de las raízes que dizen ifcimiçín, que dixiemos que semeja a la ruvia, peso de quatro dineros de plata e muélanlo bien e metan ý del almorí e fáganlo fervir un poco, e después decéndanlo de sobrel fuego, e tomen de los fustes del atarfa o de los fustes del salze vermejo o de los fustes del pino, e estos fustes sean de los coraçones dellos o de los nudos o de los logares resinosos o de los logares verdes de los fustes del atarfa, e los mejores fustes destos son los del atarfa o del pino, e qualesquier destos fustes que tomen pora esto límenlos e fáganlos redondos e delgados como aguja, e non sean más luengos que grano de cevada, e guarden que les non fagan los [fol. 78v] cabos agudos por tal que no ensangrienten los lugares por ó los metieren, e fagan dellos tan tos quantos fueren los logares de las pénnolas que non nazieren, e métanlos en éste almorí conpuesto que dixiemos e dexén los hý estar una noche, e depués sáquenlos ende e úntenles con azeite e abran los poros si fueren cerrados et espétengelos por ý, e depués déxenlos estar fasta que nazcan las pénnolas e se caerán ellos por sisse, ca nazerles an buenas pénnolas e fuertes e vermejas; e si metieren estos fustes en la grossura de las hadrubas de los camel[l]os o en olio de la linaza o en el olio compuesto que dixiemos, e gelos metieren después por los poros de las pénnolas que non nazieren, fazérgelas á nazer aína, o ábranles los logares de las pénnolas que se cerraron con un fuste que sea agudo en cabo e íncanles aquellos logares de lana tinta con grana e remojada en olio dalbén e después que gela ovieren metida en aquellos logares, polvorengelo / desuso con musco, e a cabo de .vii. días cámbienles esta lana e métanles otra desta guisa que dixiemos, e fazerles á pro. E si les non tovier pro aquesta que dixiemos e les tardaren de nacer las pénnolas, jássenles aquellos logares con una lançuela de sangrar, e después úntengelos con azeit e déxenlos estar assí .vii. días, e si non pareciere algo de las pénnolas, frótenles aquellos logares con vinagre fasta que corra la sangre. E si les naçieren las pénnolas ralas e flacas e secas, ca esto les acaeçe porque les naçen a so ora, e quando les nacieren desta guisa e non nacieren eguales e por aventura les nacieren tuertas, conviene que les den de los cevos que dixiemos, así como son los palominos eguados e las copadas e los pássaros e las golondrinas, e que gelos den calientes con su sangre luego que los degollaren, e denles carne de ovejas remojado en azeit e en olio de nuezes mezclado en uno, e denles aquesto se-[fol. 79r]-gund avemos dicho que den a las aves menores segund su guisa, e a las aves mayores segund les conviene. O tomen carne de liebre e séquenla e muélanla e fáganla polvos, e después denles daquel polvo con so cevo e fazerles á pro. E quando las pénnolas fueren crecidas e fuertes e ovieren echadas las cuchiellas e las quisieren traer en las oras frías, conviene que les metan las pénnolas de las alas e de las colas en agua tibia mansamientre, e échenles della sobre los cabos de las alas, ca esto les enblandece las pénnolas e gelas guarda que non se le marroten nin se crebanten; e la sazón que más conviene que las trayan es quando an las pénnolas de las colas e de las alas eguadas e son bien enxutas, ca esta sazón es mejor de las traer que non la primera que dixiemos porque se temen dellas que se marrotan las pénnolas que son aún tiernas o que se crebantan los cuchiellos de las alas que comiençan a nacer, ca en esta sazón primera que / dixiemos non las traen nin se cuetan de las traer sinon porque quieren caçar con ellas aína o porque las quieren levar a otra tierra. E conviene que assí les fagan en meterles las piuelas e en traerlas e en afeitarlas e en fazerlas e en echarlas como faríen a las bravas. E conviene que les fagan las unnas e los picos quando les crecieren de más de so derecho, e mayormient a las menores, ca si gelas non fizieren non se podrán bien apoderar de las caças ni podrán bien ferrar en ellas quando las prisieren, ca so uso es atal que quando son bravas, ellas se fazen las unnas e los picos en las piedras e en los logares duros.
E agora queremos dezir lo que les deven fazer quando las sacaren de las mudas. E dezimos assí: que quando las sacaren de las mudas e non quisieren comer bien, tomen de la miel peso de medio dinero de plata, e de la leche de las asnas e de la lech de las mugieres, de cada una peso de quarta donça, e de la salpedres peso de medio dinero de plata, e muélanla [fol. 79v] e mézclenlo todo en uno, e tomen de la carne quanto la meatad de so cevo e tágenlo pedaçuelos menudos e métanlos en esta melezina e denles dello, e después déxenlas estar fasta mediodía, e después pónganles del agua delantre por tal que bevan della, e después desto denles de los palominos chicos que no an aún mudado toda la pénnola blanca con que nacieron e son todos llenos de cannones, e denles desto quanto la tercia parte de so cevo, ca esto les fará que ayan sabor de comer e les fará atreverse a la caça, e después que las sacaren de las mudas e ovieren bien eguadas las pénnolas cátenlas, e si fueren gruessas e las quisieren enmagrecer, fáganlo de guisa que les non fagan mal, e denles carne remojada en vino annejo buelto con miel cocha, o denles un pedaçuelo de carne con del ásaron, ca esto les toldrá la grossura e las temprará. O tomen de los livianos del carnero e lávenlos bien fasta que se alimpien de la / sangre e denles dello tanto quanto ovieren mester; o denles del açúcar, tanto quanto ovieren mester. O tomen de la salpedres peso de la tercia dun pipión e déngelo en tres pedaçuelos de carne, e pónganles del agua delantre por tal que bevan della, ca esto les desfaze la grosura e non les desfaze las carnes; o enlódenles las perchas e ponganlas sobrel lodo atal fresco, ante que se seque, ca esto les faze velar e enmagrecer; o denles un pedaçuelo de carne con del asafétida quanto peso de medio dinero de plata. O tomen un mur e nol den a comer fasta que enmagresca e después machúquenle e déngele a comer, ca esto les fará enmagrecer. E aquí se acaba el capítolo dozeno.
XIII
E [a]gora queremos començar el capítolo treçeno, que fabla de cómo podrán connoçer las enfermedades que an las aves caçadores de dentro, en los cuerpos, por las sennales que pareçen de fuera dellas. E dezimos [fol. 80r] assí: que las enfermedades que an de dentro las aves que caçan, que ay muchos sabios que las no pueden entender porque las non veen nin las pueden sentir, e porque las aves se esfuerçan a caçar maguer que an grandes enfermedades a menudo de dentro que las non puede omne veer, assi que muchas vezes caçan e muérense luego caçando, e después, quando les catan los cuerpos de dentro, fallan las enfermedades malas e acae[ci]mientos que ovieron de otra sazón e non daquella ora en que murieron, e porque las enfermedades que son de dentro se encubren e las aves caçadores se esfuerçan en sofrirlas e en sobrelevarlas non las entienden los muy sabidores, e mayormient los que non son sabidores, e por esto non las melezinan e piérdense por ello. E por esto acuçiamos en ordenar en este capítolo las cosas por que pueden entender las enfermedades que an de dentro, en los cuerpos, por las sennales que pareçen en los miembros que son de fue/ra e por camiamientos que pareçrán en ellas, e ésta es manera pora guardallas que se non pierdan, ca entendrán las enfermedades de qué manera son e irán contra ellas con aquello que les perteneçe: a las calientes con friura, a las frías con calentura, e a las congeladas con cosas laxativas, e a las laxativas con cosas que congelen, e con esto las pueden guardar porque pueden ser siempre sanas. E dezimos assí: que las aves caçadores son de tres naturas: de sangre, e de flema, e de viento; e por estas tres naturas entendrán sus enfermedades de qué manera son.
E agora queremos dezir de cómo entendrán las enfermedades que les acaeçe de parte de sangre. E dezimos que las sennales desto son que an calentura en las cabeças e en los ojos, e que les inchan las cabeças e los ojos e los pescueços e los quexares, e amarellécenles los ojos e por aventura pierden el viso, o cáenseles los picos o las palmas, e abren las bocas mucho e sáleles por las gargantas assí como [fol. 80v] fumo, e traen las lenguas por las bocas much a menudo, e tienden los pescu[e]ços e baten las alas, e múdanse en las perchas dun logar a otro much a menudo e debátense e estendíjanse.
E agora queremos dezir cómo podrán entender las enfermedades que les acaeçe de parte de flema. E dezimos assí: que las sennales desto son éstas: el offego, e el desgannamiento que se les faz en las gargantas que semeja que se quieren affogar, e la podagre es que les inchan los pies, e la cançre que se les faze en los quexares e so las alas, e dizen a esta enfermedad la quemazón, e a las vezes cáenseles las pénnolas por esto, e acaéçeles que se les inchan las moliellas de umores, e a las vezes abren las bocas e an poco sabor de comer e resollan fuerte, e quando las cevan camian la carne o cierran los ojos much a menudo, o non se pueden sofrir sobre las piernas o a las vezes cáense de cuesta, o fázenseles las palmas verdes e ín/chan[se]les e a las vezes fázenseles ý granos taman[n]os como garvanços o menores, e fázeseles que se [non] pueden sofrir sobre las manos, ésta es una de las sennales de la podagre, e quando las cevan, pican la carne e échanla, e a las vezes suénales roído de flema en los cuerpos e acaéçeles que les suenan las narizes.
E agora queremos dezir cómo podrán entender las enfermedades que les acaeçe de parte del viento. E dezimos assí: que las sennales desto son éstas: que an ensangostamiento del fuelgo e suenan las narizes, e an solloço con desgannamiento que les acaeçe de humor que les suena en las goliellas, e remadizmo que se les fazen e sacuden las cabeças e non tuellen bien el cevo, e lo que muelen dello quando allega al logar por ó á de salir, fázese duro e enpedernido, e quando esto les acaeçe, alçan las colas arriba [fol. 81r] e abáxanlas ayuso atanto que a las vezes les suenan, e a las vezes enblanquécenles los ojos e sécanseles las raízes de las pénnolas de las alas cerca los ombros, e por aquesto se les enfiestan ý dos pénnolas contrar[r]iba, e esto es comienço del sangostamiento del fuelgo.
E cada una destas tres naturas que dixiemos se parte por muchas maneras, que ay dellas que son proprias a un miembro simplemientre de una materia; e ay dellas que comprenden [muchos] mienbros e son simples duna materia; e ay dellas que son proprias a un miembro e son mezcladas de más duna materia; e ay dellas que conprenden muchos miembros e son mezcladas de más duna materia, e cada uno destos miembros en que se faze qualquier destas enfermedades que avemos dichas, deve aver su guarda propria, que non semeja la guarda del un miembro a las del otro, e esto es segund diremos en este capítolo e en los otros [adelant]./
E los omnes sabios naturales dizen assí: que la natura que más vençe en las aves caçadores e que más es en ellas es calentura e sequedad, e pruévanlo con aquestas cosas que son falladas en su natura, e son que an los cuerpos secos e los miembros tiestos e duros, e los picos agudos e retornados. E la natura vençedor es en ellas mucho, que siempre quieren vencer e matar e governarse de carnes.
E las malabtías que les acaece a las aves caçadores que son encubiertas, que las non pueden veer por ojo e son de dentro en los cuerpos, assí como son las que se fazen de dentro en las cabeças, e en las telas, e en los ojos, e en los papos, e en los coraçones, e en los fígados, e en los polmones, e en las moliellas e en los fundimientos.
E las malabtías que les acaeçe [a las aves] en las cabeças son los remadizmos e pártense en .vi. maneras: La una manera es quel dizen el remadizmo de la retenencia, e es umor seca que se quaja e cierra [81v] las carreras. E la segunda manera es de sequedad. E la tercera es de blandimiento. E la quarta es de humidad. E la quinta es de fastío o por comer carnes malas que non son frescas. E la .viª. les acaeçe por fumo o por polvo.
Estas son las sennales del remadizmo de la retenencia que es de humor seca e quajada e que cierra las carreras, e es assí: que [se] les inchan las caras e las cabeças e a las vezes córreles por las narizes humidad tal como flema delgada, e luego que se les comiença a fazer esta malabtía connocerlo an en que se les camia luego la color de los ojos.
E éstas son las sennales del remadizmo seco: e es que las narizes se les atapan e sécanseles e non les corre humidad ninguna por ellas, e estornudan mucho e ínchan[se]les las cabeças e los ojos, e oléanse mucho a menudo las pénnolas e ráscanse en ellas o ráscanse con las unnas o en las perchas, e non se les / muele bien el cevo, e bocezan mucho e abren mucho las bocas e sacan las lenguas e rosollan a menudo e enflaquécenles las vozes.
E éstas son las sennales del remadizmo blando: e es que [se] les inchan las cabeças e córreles umidad de las narizes a paréçeles derredor los ojos laganna. E muy pocas aves guarecen desta malabtía.
E éstas son las sennales del remadizmo humido: e es que les corre umidad gorda por las narizes e por las bocas, e ínchan[se]les los lagrimales de los ojos e las cuencas de los ojos, e espelúçranseles las cabeças e ínchanseles e lagriméanles los ojos e roncan.
Estas son las sennales del remadizmo que se les faze del fastío e de comer las carnes malas que non son frescas, e es assí: que les inchan los cercos que tienen enderredor de los ojos e cierran los ojos a menudo, e ssacuden las cabeças et estornudan et córreles agua de las narizes et de los ojos a la ora que pican la carne quando las çevan et paréçeles contra los ojos commo nuves ques les faze en ellos de la umidat.
[Estas son las sennales del romadizmo ques les faze del fumo o del polvo.] Dezimos assí: que estornudan et pareçen muy cansadas et cuelgan las cabeças ayuso et enmagreçen mucho et tienen las alas caidas et delexadas et inchan[se]les las cuencas de los ojos et déxanlas caer a las vezes, et a las vezes álçanlas, et esto es porques les cierran las narizes del fumo et offegan las narizes a las perchas, et a las vezes ínchan[se]les los ojos et apriétansseles las narizes et córreles agua dellas et enrronquéçenles las boçes et resollan a menudo quandos devaten et sacuden las cabeças, et las demás vezes están commo atonteçidas. Et quando les acaeçe que se les ffaze del polvo las ssennales que más en ellas vençen es que abren las bocas et estornudan mucho.
[Estas son las sennales del vaguido de la cabeça.] Dezimos assí: que tuellen bien el çevo et las demás vezes cámianlo.
[Estas son las sennales del dolor de cabeça:] es que tremen et non se pueden parar en pies, et ínchan[se]les las caras et las cabeças, et fázeseles sequedat en las narizes et en los ojos, et espántanse much, et rresollan much alto, et sacúdensse much a menudo, et traen las lenguas a menudo por las bocas et a las vezes córreles de las narizes commo agua, et por aquesto sse les faze que tornan el ffuelgo much a menudo.
[Estas son las sennales del dolor que se les faze del frío:] sabet que las faze tremer et ínchales las cabeças et espelúzransse et tornan las cabeças contra las colas de manera que ssemeja que an los pezcueços crebados, et meten vozes a menudo et cáensseles las alas sso las colas.
[Estas son las sennales del viento ques les faze en las cabeças:] es que rretornan los ojos en aviesso et tremen el ora que catan contral ssol, et esto sse les faze por el mucho estornudar que estornudan.
[Estas son las sennales de la flema que se les faze en las cabeças.] Es assí: que quando rresffolgan, ínchasseles aderredor de los ojos et aderredor de las narizes, et quando pican la carne non la pueden bien tirar.
[Estas son las sennales de las güérmeçes que se les fazen en los ojos:] es que ffregan los ojos con los pies ffasta que les vierten ssangre.
[Estas son las sennales de una malatía quel dizen en arávigo çuzanch.] Es assí: ques les ensangostan los ojos et les comen los picos.
[Estas son las sennales del dolor que an en las orejas:] es que abaxan las cabeças ssobre las perchas a la parte del oreja en que es el dolor.
[Estas son las sennales de la sordedat:] es que sson enssaborgadas por venir a mano et non oyen las voçes, et quando las llaman non vienen et están atordidas, que non saben do ir nin saben de quál parte las llaman, et comiençan de ir en aderech en que están contra ó tienen las caras et ándansse perdidas et non ssaben do ir.
[Estas son las sennales] [fol. 82r] de las l[l]agas que se les faze[n] en las goliellas: e es que se rascan las cabeças e las colas con las unnas.
Estas son las sennales de la flema que se les faze en las goliellas, e es assí: que comen mucha carne e an las vozes baxas e roncas.
Estas son las sennales de las pustiellas que se les fazen en las bocas, e es assí: que se les faze[n] postiellas blancas e grandes en los paladares, e a las vezes fáze[n]sseles en los quexares e so las lenguas e estornudan mucho e ínchanseles los paladares.
Estas son las sennales de la cancre que se les faze en las foetas, e es que se les apegan las pénnolas de los ojos unas con otras, e enflaquézenseles los logares que an negros en las foetas, e corren las lágrimas de los / ojos al encomenzamiento desta enfermedat, e traen las lenguas mucho a menudo por las bocas e fregan los picos con las un[n]as, e abren las bocas a las vezes un ora pos otra, e estornudan mucho.
Estas son las sennales del mal del yesso, e es que se les tornan los ojos en blanco et lagriméanles mucho e encógeseles el cuero delgado que tienen sobre los ojos, e çiérranseles las narizes e an poco sabor de comer, e a las vezes ínchan[se]les los rostros e meçen las colas e fázenlas sonar mucho, e fregan las raízes de los pescueços e los ojos diestros, e sacuden las cabeças e traen las lenguas much a menudo por las bocas, e aprés desto ínchan[se]les los lagrimales de los ojos e acaéçeles a las vezes que fregan amos los ojos. [fol. 82v]
Estas son las sennales de la cançre que se les faze en los quexares, e es que se les secan los quexares e enverdécenles, e a las vezes ennegreguéçenles e sáleles end agua amariella e cáenseles los picos e ínchan[se]les las cabeças e los ojos e no abren los picos sinon grievemientre.
Estas son las sennales de la enfermedad que les faze sonar las narizes, e ésta es de umidad, e es assí: que non tuellen bien e fazen adamán que quieren camiar e non pueden e sáleles [agua] amariella de dentro de los cuerpos.
Estas son las sennales de la enfermedad que les faz sonar las narizes, e ésta es de sequedad, e es assí: que se les secan las lenguas del mucho resollar que resollan e sáleles de / amas las partes de las narizes sueno, e a éste dizen el sonar.
Estas son las sennales del renner que se les faze en los pechos, e es que se le[s] cierran las narizes e abren las bocas e sacan las lenguas de fuera, e resollan mucho e látenles los pechos, e sáleles de las narizes umidad que semeja agua quando les rennen los pechos, e beven mucha agua.
Estas son las sennales de los gusanos que les suben de las moliellas a los papos, e es que confrannen lo que tienen en los papos maguer non sean cevadas e non tengan plomadas, e fazen el adamán que fazen quando son cevadas, que redondean el cevo en los papos e demúdanseles los ojos e fázenseles chi-[fol. 83r]-cos e non veen bien e están tristes e menguan de su bondad.
Estas son las sennales de la enfermedad de los fígados, e es que pierden el viso del un ojo, e fázenseles las palmas verdes e ínchan[se]les, e fázenseles los pies negros e las palmas, e a las vezes acaéçeles esto de calentura que les prende quando se debaten mucho, e esto estándose en sus carnes que ante avíen, que ni creçen en ellas ni menguan, e tienen las tetiellas duras e tuellen tarde, e esto les acaeçe quando [se] les desecan los fígados mucho e quando les lega la vianda a los fundamientos fázeseles muy rala.
Estas son las sennales de la tísica, e es que van minguando de las carnes / e andan mucho saltando por las perchas dun cabo a otro, e oléanse mucho, e están bien espiertas e tuellen bien, mas paréces en ellas que cada día van minguando de las carnes.
Estas son las sennales de las enfermedades que se les faze[n] en los pulmones, e es que ressollan much alto e rénnenles los pechos de rrezio, e sécanseles las bocas e las lenguas e beven mucha agua e abren las bocas, e a las vezes catan enfito derecho, e a las vezes menguan del catar e encuévanseles los ojos e pierden las vozes.
Estas son las sennales del offego, e es quando resollan de rrezio, e quando resollan fazen un ronquido atal que semeja al ronquido del gato quando arrolla, e yérguensele[s] los [fol. 83v] costados e sálenles una vez afuera e otra adentro quando resollan, e an poco sabor de comer e dúrales mucho el cevo en los papos, e lagriméanles los ojos e córreles agua de las narizes e de las bocas e sécanles las lenguas, e ay una manera de las aves caçadores que non se les tien el cevo en los papos quando an esta enfermedad porque resollan mucho.
Estas son las sennales del ensangostamiento del fuelgo, e es que semeja que les sale el fuelgo quando refuelgan de fondón de los cuerpos e meçen las alas, e quando refuelgan acuéstanse a un cabo e non tuellen bien, e a las vezes álçanseles dos pénnolas entre los ombros e quando les acaeçe esto, es la más fuert e las más griev enfermedad que podríe ser de/stas enfermedades que son del ensangostamiento del fuelgo.
Estas son las sennales de los limos que se les faze[n] en las moliellas, e es que non quieren el cevo e pícanlo e échanlo, e si alguna cosa comen dello non se les muele porque tienen las goliellas secas e los paladares e los cueros de los papos apegados con la carne, e maguer las tiran por las lonjas e las l[l]aman e non quieren venir porque son dessecados e menguados de carne desta enfermedad tan fuert, e duélense de dentro en los cuerpos, e debátense mucho e déxanse caer sobre sos vientres faz adelantre e mecen mucho las colas.
Estas son las sennales de la crebantadura, e es que tornan las cabeças atrás [fol. 84r] e non se mueven mucho nin se sacuden mucho nin se debaten mucho en las manos, e buélveseles lo negro de los ojos con amarellura, e cierran los ojos e refuelgan de rrezio, e a las vezes sáleles sangre de las bocas e bocezan mucho e ráscanse mucho e desfázense mucho de las carnes cada día e enflaquéceles el fuelgo, e quando es lo que tuellen sangre, comen poco.
Estas son las sennales de la sangre sobejana que se les retiene en los cuerpos que les faze mal, e es que se les afloxan los sobacos e están [muy] tristes.
Estas son las sennales de la enfermedad quel dizen paralisía, e es que triemen e látenles los miembros, e a las vezes cáense e tornan las cabeças con/tra atrás, e muchas vezes les acaeçe que dessecan e atontéçense fasta que cuedan que son muertas.
Estas son las sennales de la calentura, e es que se [les] l[l]agan las lenguas e ínchan[se]les las venas, e la carne que pican no la pueden tragar si no es much a dur.
Estas son las sennales de las l[l]agas que se les fazen dentro en los cuerpos e de las postemas, e es que refuelgan de rezio quando se debaten, e esto fazen al començamiento destas enfermedades, e non les rennen los pechos e espelúzranseles las pénnolas de so las alas e las de los costados, e látenles los ombros e entrambas las espaldas, e estornudan mucho e çiérranseles las narizes e rascan mucho las cabeças e las orejas con las unnas. [fol. 84v]
Estas son las sennales quando se les dannan los vientres e se les afuexan, e quando an alguna ventosidat en ellos, e es que les suena grant roído en los vientres e an grant set.
Estas son las sennales de los gusanos que se les faze[n] en las muliellas, e es que emagrecen mucho e messan las pénnolas de los vientres e de las renes, e están mucho en pie en las perchas e están medrosas e delexadas, e fázesseles roído dentro en los vientres e çierran los ojos, e a las vezes ínchanseles las cuestas de las palmas, e quando les aquesto acaeçe espelúzranse e encógense.
Estas son las sennales de la sequedat que se les faze dentro en los cu/erpos, e es que an poco sabor de comer e quando quieren toller, tuellen much a dur.
Estas son las sennales pora saber quándo travan unas con otras o se fieren unas a otras, o si las fiere alguna de sus caças, e es que les corre sangre de las narizes e refuelgan alto e muelen aína so cevo.
Estas son las sennales de la postema que se les faz en el costado, e es que encogen los cuerpos e las alas una ora pos otra, e debátense poco en las manos e pican apriesa la carne, mas pican poca e comen poca della e non crebantan bien los uessos, e la más fuerte que se les faze esta postema es en el costado diestro, e lo porqué pueden saber en quál costado es esta enferme-[fol. 85r]-dad es que afloxan las alas de la parte dond es e apésganseles los pies daquella parte, que non las pueden alçar.
Estas son las sennales de las exidas que se les fazen dentro en los cuerpos e manan venino, e es que se debaten mucho e non quieren estar quedas en las perchas.
Estas son las sennales de la sed, e es que se les ensangostan los ojos e entúrbiaseles la catadura e entristeçen, e fázeseles el cevo duro en los papos e púrganse de lo que tienen yuso en los fundamientos, e acaéçeles esto a las vezes por mucha pénnola que comen con el cevo.
Estas son las sennales del fastío, e es que non se les muele bien el cevo e / aborreçen el cevo, e esto es porque non están bien alegres, e a las vezes sáleles de las bocas e de las narizes una olor ázedo, e tienen las plomadas mucho, e entúrbianseles los ojos de flaqueza e non se sacuden mucho, e estornudan mucho e camian e an sed e pierden del viso, e quando es lo que tienen en los papos duro e lo que tienen en los fundamientos floxo, son sennales de fastío, [et a las vezes les acaeçe esto por los malos çevos que les dan et non los tuellen bien], e a las vezes les acaeçe esto por lazería que an, mas después retienen bien so cevo e tuéllenlo bien, e ésta es sennal que son sanas, e si fuere el cevo que tienen en los papos blando e lo que tienen en los fundamientos duro, esto e la olor que se les camia de las bocas son sennales del cevo que se les podreçe en los [fol. 85v] papos, e el departimiento que a[n] quando aborrecen el cevo por fastío que ayan o porque tienen aún del cevo, que no lo an aún tollido, e es assí: que quando es por fastío demúdaseles el catar e lo que tuellen, e quando es por cevo que tienen non se les demuda el catar nin lo que tuellen.
Estas son las sennales de quando les dan mucho cevo e les faze mal, e es que pican el cevo e tráenlo por las bocas e después échanlo.
Estas son las sennales de los gusanos que se les faze[n] en las pénnolas de las alas, e es que se les messan las pénnolas ellas por sí, e apéganseles las pénnolas en las narizes e déxanse caer en tierra a menudo.
Estas son las sennales de ferida o de apretamiento que les fizo mal, e es que / tornan las cabeças atrás e fazen sonar las pénnolas de las colas e encogen mucho los ombros e non refuelgan mucho e están quedas en las manos e si se debaten, debátense flacamientre e sacúdense flacamientre, e quando non tornan las cabeças atrás quando se sacuden, es por malabtía que an en las cabeças e en los pescueços.
Estas son las sennales de la mucha umidad que se les faze por comer las cosas que son much úmidas, e es que bocezan mucho e non tuellen bien so çevo e aflóxanseles los cuerpos e las cabeças e mecen mucho las colas e enfiéstanse en las manos e aborrecen el cevo.
Estas son las sennales de la flaqueza que les acaece por cansacio, e es que afloxan las alas e non las alçan bien [fol. 86r] al volar ni quando están quedas e non se sacuden sino poco.
Estas son [las] sennales de quando se les crebanta costiella alguna, e es que allegan la pénnola mucho a ssí e encógense quando están en las manos, e non se sacuden sino muy poco e abren las bocas much a dur, e a las vezes fázeseles ronquido.
Estas son las sennales de las l[l]agas que se les fazen en los mienbros de dentro en los cuerpos, e es que refuelgan mucho e bocesan mucho.
Estas son las sennales de quando se duelen de las cuestas o de las raízes de las alas, e es que nos afilan bien quando están en las manos ni en las perchas, e tienen las colas floxas e no pueden bien volar e si vuelan, / vuelan flacamient e sacúdense flacamient.
Estas son las sennales del roído que se les faze en los vientres que semeja ronquido, e es que sacan las lenguas de fuera e refuelgan mucho, e córreles agua de las narizes quando refuelgan e quando roncan.
Estas son las sennales de la piedra, e es que se rascan en los fundamientos e en los muslos de las piernas, e ensangriéntanseles los picos e non tuellen sinon much a dur, e suénanles los fundamientos e non tuellen bien so cevo.
Estas son las sennales de las enfermedades que se les fazen en las rabadiellas e en las raízes de las colas, e es que non muellen bien so cevo e tiénenlo mucho en los papos e debátense poco [fol. 86v] quando están en las manos, e si se debaten non se pueden tornar sino muy tarde.
Estas son las sennales de los piojos que se les fazen, e es que enmagrecen cada día aturadamientre e ensánchanseles los ojos e an la catadura bien sana e quieren el agua mucho, e déxanse caer muchas vezes de las perchas e andan saltando por las perchas del un cabo al otro, que non pueden estar quedas.
Estas son las sennales de las enfermedades que se les faze[n] del frío, e es que enmagreçen mucho e enflaqueçen.
Estas son las sennales de quando se les dannan sus complexiones, e es que les duelen las cabeças, e las otras sennales segund / dixiemos en la enfermedad del dolor de la cabeça: que se les secan las lenguas, e a las vezes látenles las tetiellas e suénanles.
E agora queremos dezir cómo podrán entender sus enfermedades en aquello que tuellen, e queremos nombrar lo que tuellen en una partida de las enfermedades que avemos dichas en este capítolo, e quál es lo que es proprio a una partida destas enfermedades en lo demás, ca por aventura ay sennales que son proprias pora una enfermedad, e queremos dezir quáles son proprias pora sennas enfermedades en una partida destas enfermedades e no es en las otras porque es aquesto más averiguado, e será aquesta materia pora connoçer lo que tuellen de las [fol. 87r] otras enfermedades, e queremos començar a dezir quál es lo que tuellen las sanas e después diremos quál es lo que tuellen las enfermas en cada malabtía segund puestas son en este capítolo.
Estas son las sennales de quál á de ser lo que tuellen las sanas: á de seer claro e limoso e que aya en ello poca humidad, e que sea lo negro dello allegado en uno e redondo quando cayer en tierra, e quando se secare que non mingüe de su quantía nada, ca si se esparze lo negro quando cae en tierra es mala sennal, ca es comienço de sennal de fastío, e lo que es buena sennal pora saber si les muele bien el cevo o si es bueno lo que tuellen, es que sea lo blanco de lo que tuellen / bien blanco e lo negro que sea blando.
Estas son las sennales de la malabtía que dizen açuzant, e es que sea lo que tuellen mucho e verde.
Estas son las sennales de la cançre que se les faze en los quexares, e es que se les camia lo que tuellen de manera que lo que tuellen una vegada no es atal como lo que tuellen otra, e es buelto de blanco e de vermejo.
Estas son las sennales del mal del yesso e de la ventosidad que se les faze en los cuerpos, e es que lo [que] tuellen es tajado e á en ello amarellura, e lo que se quaja dello fázesse duro e áspero de manera darena, e si con el mal del yeso no ovieren ventosidad, lo que tollieren non será tajado. E quando les acreçe el mal del [fol. 87v] yesso mucho, tuellen much a menudo, e quando entre la una tolledura e la otra tuellen un poquellejo, demuestra que el mal del yesso es apoderado en todos sos cuerpos, en cima e en fondón, e otro tal demuestra quando es lo que tuellen redondo, que no es tendido e lo echan açerca de sí.
[Estas son las sennales de la malatía que les faze sonar las narizes, es assí: que lo que tuellen es amariello et enbuelto en umidat que ssemeja espuma.]
Estas son las sennales de la malabtía que se les faze en los fígados, e es que se les demuda lo que tuellen e uele más e es más verde.
Estas son las sennales de la calentura que se les faze en los fígados, e es que lo que tuellen es verde e amariello, e ssi lo amariello es más que lo verde demuestra que an calentura en los fígados, mas no es mucho apoderada en ellos. / E ssi es más lo verde que lo amariello demuestra que la calentura les á ya compresos los fígados e que les anda por las venas e que se es apoderada la calentura en ellos.
Estas son las sennales de la tísica, e es que se les cambia lo que tue[lle]n de verde en amariello, e consíguesse assí: que quando tuellen verde, [tuellen verde] aturadamientre, e quando tuellen amariello fazen otrosí e pareçe en ello venas vermejas. E ssi fuere amariello puro, que no ý aya otra cosa, desfiúzense dellas, ca non podrán guareçer.
Estas son las sennales del ofego, e es que se les cambian lo que tuellen de amariello en vermejo, e de blanco en negro, e después que fuere negro [fol. 88r] si enblanquecier e se fizier egual, non crean por esso que guaridas son de la enfermedad, ca a las vezes les acaeçe esto por buen cevo que les dan o porque muelen bien so cevo, mas non por la parte que dicho avemos, mas conviene que las melezinen con las melezinas del offego fasta que sean seguros dellas e que se emiende lo que tollieren, que no aya ý camiamiento ninguno e que sean bien sanas.
Estas son las sennales del fastío, e es que amarelleçe lo blanco de lo que tuellen e engordeçe lo negro dello, e a las vezes es lo que tuellen negro e delgado e departido uno dotro e buelto con el blanco, e lo blanco demudado de su color e tuellen mucho acerca de sí. E quando es verde lo que tuellen, demuestra que / les acaeçió por set que ovieron, e a las vezes espárzese mucho lo que tuellen e lo negro dello torna contra vermejo.
Estas son las sennales de la mucha umidad que se les faze por comer las cosas que son much úmidas, e es que lo que tuellen es negro, e a las vezes á en ello sangre.
Estas son las sennales de la postema del costado, e es assí: que lo que tuellen es verde e lo negro dello no es atal lo primero como lo postremero.
Estas son las sennales de los gusanos que se les faze[n] dentro en los cuerpos, e es lo que tuellen negro e ralo, e tuellen acerca de sí e fallan en ello como carne, e esso es los gusanos que se les faze[n].
Estas son las sennales de quando se les dannan los cuerpos de dentro, e es que [fol. 88v] tuellen a menudo, e este tollimiento que tuellen a menudo no es sino porque se deffectionan de sos cuerpos e que son dannadas de sus sustancias, e su color de las aves tórnas en color de fezes.
Estas son las sennales de la crebantadura, e es que lo que tuellen es amariello e tajado.
Estas son las sennales de la piedra, e es que lo que tuellen es verde e delgado, e a las vezes tuellen sangre.
Estas son las sennales de la machacadura o de la ferida, e es que lo que tuellen es verde. E aquís acaba el capítolo trezeno.
XIV
Aquí comiença el .xiiiiº. capítolo, el que fabla de las enfermedades mortales. Porque tenemos que en lo que diremos / en este capítolo, que ay grand pro por tal que non trabajen nin lazren en melezinar las enfermedades a que non tienen pro las melezinas ni los melezinamientos, e por esso acabamos con este capítolo el tractado primero deste nuestro libro e por tal que sea sabudo aquesto ante que fablemos en el tractado segundo en los melezinamientos de las enfermedades de que pueden guareçer, e dezimos assí: que las enfermedades que acaeçen a las aves caçadores de que non pueden guareçer de lieu son .xviii[i]. maneras, e déstas non se temen dellas sinon si les acaeçe quando son descarnadas o después que ovieron otras enfermedades, e quando les acaeçe desta manera es sennal de muert.
Esta es la primera manera de las .xviii[i]. enfer-[fol. 89r]-medades que dixiemos de que non pueden guareçer, e es que [se] les inchan las orejas e los ojos, e trastornan los ojos e después tórnanlos como antes eran.
E la segunda manera es que les amarellecen los ojos e que se les demudan cada día en otra manera de lo que primero eran por su naturaleza, e trastórnaseles lo blanco del un ojo non seyendo en la muda, ca si les acaeçe quando están en la muda no es mala sennal.
La tercera manera es que tornan las cabeças contra las paredes e alléganse a ellas de manera que semeja que pican en las paredes e fieren de las alas a sso ora de guisa que semejan espantadas.
La .iiiiª. manera es que / abren las bocas un ora en pos otra, e quando se debaten están delexadas, que non se pueden tornar a las perchas.
La .vª. manera es que buelven los pescueços a menudo e camian una pieça de carne o dos de so cevo.
La .viª. manera es que se les faze afogamiento de sequedad e fázeseles la ronquedad que dizen el afogamiento, e si se les faze afogamiento de umidad es cosa salva, que no an de que se teman. E la diferencia que á entrel afogamiento seco e el úmido es que con el úmido están gordas e con el seco magras.
La .viiª. manera es que refuelgan de rrezio e dan vozes e alçan el ala a diestra a las vezes, e a las vezes la rastran, e si alçaren el ala siniestra demuestra que la enfermedad [fol. 89v] es de ventosidad, e muchas guarecen dello quando las melezinan con el melezinamiento de la ventosidad.
La .viiiª. manera es que se les levantan dos pénnolas o quatro en las espaldas e abren las bocas, e a las vezes levántanseles todas las pénnolas quando muelen mal so cevo, e si no abrieren las bocas e molieren bien so cevo, avrán fiuza que se podrán emendar daquella enfermedad que an. E melezínenlas con el melezinamiento que es dicho en el capítolo del ensangostamiento del fuelgo.
La .viiiiª. manera es que camian el cevo e abren las bocas un ora en pos otra, e fazen assí como fazen las gallinas quando an grand calentura e abren las alas./
La .xª. manera es que están aterecidas, assí como si les echasen agua fría desuso, e muelen mal so cevo, e a las vezes guareçen dellas quando las melezinan con la triacha que es dicha en este libro.
La .xiª. manera es que se sacuden e triemen e cáense de sus perchas.
La .xiiª. manera es que se les apolluengan sus enfermedades e fázense tísicas, e las sennales desta enfermedad connocerlas an por las sennales que dixiemos de lo que tuellen en el capítolo .xiiiº., allí ó fabla de la enfermedad de la tísica.
La .xiiiª. manera es que tuellen sangre aprés de la crebantadura.
La catorzena manera es que se les faze ventosidad [fol. 90r] que las faze tremer, e a las vezes algunas dellas escapan quando las melezinan con las cosas calientes, assí como es el olio de las nuezes o lo que es de su manera.
La .xvª. manera es que cogen las manos e meten las unnas unas en otras, e estendíjanse e déxanse caer de las perchas.
La sezena manera es que graznan, assí como graznan las gallinas o que l!l!aman assí como bívoras, e échanse sobre sos vientres e camian, e esto acaeçe mayormientre a los açores e a las !aves! que son de su manera.
La .xviiª. manera es que apiertan las unas manos sobre las otras e déxanse caer de las perchas, e aprés desto dan luego vozes.
La .xviiiª. manera es que / cierran las manos diestras e non se pueden sofrir sobrellas sinon poco, e baten las alas.
La .xviiiiª. manera es que se les fazen unas enfermedades en los fígados e en los polmones, e esto les acaeçe porque se debaten mucho, e fázenseles los ojos cegajosos de la parte onde es la enfermedad, e a las vezes guareçen end algunas quandos antuvian a melezinarlas. Aquí se acaba el .xiiiiº. capítolo e el primer tractado deste nuestro libro.
José Manuel Fradejas Rueda
Creación / última revisión: 07.12.2015