Textos clásicos
Muhammad ibn 'Abd Allah ibn 'Umar
Libro de los animales que cazan
(Kitab al-yawarih)
LIBRO CUARTO
Tabla
Aquí comiença el .iiii[º]. tractado deste nuestro libro, el que fabla de las animalias que caçan por sos dientes, assí como son los canes e las otras animalias que caçan otro que sí por sos dientes. E á en este tractado .vi. capítolos.
El primero capítolo es de saber quáles son las animalias que caçan por sos dientes, e quáles / son las que usan dellas que tienen pro, e las propriedades que an los canes que las no an las otras animalias.
El .ii[º]. capítolo es de los tiempos en que se engendran los canes e cómo los deven criar.
El .iii[º]. capítolo es de connocerlas por faiçones quáles son buenas o malas.
El .iiii[º]. capítolo es de saber quáles cosas les an a dar a comer e cómo las deven engordecer.
El .v[º]. capítolo es de cómo las deven criar e cómo deven caçar con ellas.
El .vi[º]. capítolo es de las cosas naturales que dixieron los antiguos que fallaron en ellas por provamientos.
I
EL .i[º]. capítolo del quarto tractado es de saber quáles son las animalias que caçan por sos dientes e quáles son las que usan dellas que tienen pro, e las propriedades que an los canes e non [fol. 192v] las an las otras animalias. E dezimos assí: que los sabios de las yentes antiguas no nombraron en sos libros de todas las aves que nós contamos sino los açores solos, e de las otras non fablaron sino poca cosa. E otrosí de las bestias que caçan por dientes no nombraron sino los canes solos porque se aprovechan más dellos que de las otras bestias que caçan e porque son más complidas de maneras, ca pueden caçar con aves lo [no] que pueden fazer las otras bestias, e otrosí caçan en so cabo sin aves assí como las otras bestias. Mas pero porque las otras bestias an otras maneras que no an los canes, assí como son los leopardos e los lobos cervales e las onças e los adibes e otras bestias que les dizen anac, e son menores que leopardos, todas éstas aturan más e / son más corajosas pora caçar grandes aves, lo que non pueden fazer los canes e otrosí los furones. E por esto quisiemos nos nombrar las otras bestias que caçan con los canes por tal que sea el libro más complido. Pero dezimos así: que las onças no apruevan tan bien como los leopardos, e [porque los canes son de mayor pro] pora caçar en so cabo corços e ciervos assí como fazen los leones pardos e las otras bestias, e caçan otro que sí con los açores e con los sagres liebres e aves, toviemos por bien de fablar luego dellos, aprés de las aves que caçan. E començamos luego a dezir unas sumas de las escogencias de las bestias que caçan por dientes, antes que fablemos de las naturas de los canes, por tal que non fallezca ninguna cosa que de pro sea que non sea nombrada en este nuestro [fol. 193r] libro. E dezimos assí: que de los leones pardos e de las onças toman los cadiellos e los grandes, mas de los [leo]pardos valen más los grandes que los cadiellos, e de las otras bestias valen más los cadiellos que los grandes porque son mejores de domar e de mostrar porque las grandes son muy bravas e muy fuertes. Mas los canes conviene que escojan dellos los que son de buena generatión e de buena faiçón segund diremos adelantre. E porque los leopardos son más usados en caça que todas las otras bestias de los canes afuera, e son las sus enfermedades, de los leopardos, e los sos melezinamientos e las enfermedades de las otras bestias que caçan por dientes de la manera de las enfermedades de los perros / e de sos melezinamientos, e por aquesto non quisiemos dezir las enfermedades de las otras bestias que caçan sino muy pocas de las enfermedades de los leopardos, las que son más proprias dellos, ca por las enfermedades de los canes e por sos melezinamientos que diremos, pueden escusar lo de las otras, ca por esto pueden tomar tiento cómo fagan a las otras si mester fuere. E aquí se acaba el .i[º]. capítolo.
II
EL segundo capítolo es de los tiempos en que se engendran los canes e cómo los deven criar. E dezimos assí: que las sazones en que fazen so fornicio los canes son dos, e a los del un tiempo dizen tempranos e a los del otro tiempo dizen tardíos. Pues el tiempo en que se engendran los tempranos es desdel primer día de enero, quan-[fol. 193v]-do es el sol en la meatad de Capricornio. E el tiempo en que se engendran los tardíos, [es desde] el primer día de febrero, quando es el sol en la meatad de Aquario. Pues quando qualquier destas sazones vinier, déxenlas folgar algunos días, [qu]e non caçen ni corran fasta que sean cachondas, e después que foren cachondas, déxenlas folgar .x. días, e después échenles los canes, ca estos .x. días las deven dexar folgar por tal que se alimpien las madres dellas. E los canes mejores pora fazer fijos son de edad de dos annos, e los que de menor edad son, non convienen pora ello. E quando ovieren de engendrar, conviene que los metan en logares ó estén senneros, ca por esto pueden ser mejores. E quando ovieren fecho so fornicio, metan a las fembras en sus traellas e tráyanlas mansamientre e guárdenlas que non corran nin las saquen a ca/ça, e guárdenlas .xxx. días. E quando fueren prennadas [guárdenlas] de las sacar a caça e de las fazer correr, ca si no abortaríen por ello. E las perras traen lx. días, e quántos fijos tovieren maslos en vientre, tantos días traerá de más de los .lx.
E quando quisieren parir e non pudieren e vieren que no ay ál sinon fazérgelos echar, tomen de las violetas e cuéganlas con del agua e fagan della bever, e echarlos an. O si non tomen de la ceniza e amásenla con del vino aaguado e métangelo por la natura fasta que llegue a la madre. O tomen el léboro negro e muélanlo e mézclenlo con carne e déngelo a comer.
E después que ovieren parido e les quisieren dar con que se alimpien las madres, tomen de la farina de las lentejas e amásenla con agua, [fol. 194r] e después fagan della panes e séquenlos, e después cuegan dello con de los puerros, e después que fuere cocho, cólenlo e échenles daquel caldo por las narizes, ca con esto se les alimpiarán las madres.
E quando quisieren que se emprennen aína ténganlas un día todo, fasta la tarde, que les non den a comer, e después denles a comer un poco de levadura e métanles tres granos de sal por las naturas, e después fagan cavalgar los maslos sobrellas.
E quando los maslos enflaquecieren e non pudieren fazer fornicio e quisieren fazerles que se esfuerçen pora ello, tomen duna melezina quel dizen arquintiduz e de la pimienta e de la ruda, tanto de lo uno como de lo ál, e un poco daçafrán, e muélanlo todo e rocíenlo con vino annejo e metan ý agua calient e fágangelo be/ver. O tomen de los atramuzes por cortir e cuéganlos con agua e con carne de carnero o de gallinas o de puerco, e después denles del caldo.
E si les acaeciere que se les dessuellen las naturas por el fornicio e se escarmentaren por ello, que non quieran fazer fornicio, caldeenles aquellos logares e después afervienten de la ruda con el azeit e úntengela con ello. O tomen de la cera e del azeit e fagan dello ungüento e úntenlas con ello. E aquí se acaba el segundo capítolo.
III
EL tercero capítolo es de connocerlas por sus faiçones quáles son buenas o malas. E pues que dixiemos los tiempos en que se an dengendrar e quánto tiempo traen e cómo las an de criar, diremos en este capítolo las faiçones de quáles son los buenos o los malos, e estos es bien de saber por tal que se non trabajen de criar los malos [fol. 194v] dellos. E dezimos assí: que una de las primeras cosas porque pueden saber quáles son buenos o malos de los cadiellos, es que fagan una como rueda de carro de paja, e pongan los cadiellos en medio della e tengan las madres dellos de manera que los ayan a ojo, e después enciendan los cabos que son en derredor daquella rueda de la paja ó están los cadiellos, e después suelten a las madres e paren mientes quáles serán los cadiellos que ellas sacarán de primero, ca aquéllos son los mejores, e los segundos que sacaren non son tan buenos como los primeros, e los terceros non son tan buenos como los segundos, e los postrimeros son los peores, e desta manera los judgarán todos un pos otro. E otrosí los pueden provar en el peso, ca el que fuere más pesado es mejor, e el que menos pesa es pe/or, e por esta manera los judgarán otro que sí. Pues conviene que los buenos que los dexen a sus madres que los crien, e los otros échenlos a otras perras a criar; e si non los quisieren criar las otras perras, tomen de la su leche della e de la saliva e mézclenlo e unten las cuestas de los cadiellos con ello, e después lamerlos an ellas o olerán aquella lech e criarlos an. E quando menguare la lech a las madres e non tovieren lech que les dar, tomen de los livianos del buey e quémenlos e fáganlos polvo e mézclenlo con aquello que quisieren dar a comer a los cadiellos, ca esto los fará seer rezios. O tomen de la grama e quémenla e fáganles con ella assí como dixiemos de los livianos, ca esto les fará otro que sí enfortalecer.
E la escogencia de los que son buenos pora aver fijos dellos, non [fol. 195r] se escoge[n] segund las colores. E las colores dellos son amariellos y vermejos e negros e blancos e picaraçados e barzenos e manchados e cenizientos e otras colores si ay algunas, ninguna dellas no muestra bondad dellas fueras que parecen bien por ello e son más fremosas, ca dellos ay que son de mala color e son de mejores maneras. Mas la connocençia de los buenos dellos es que sean de buena grandez e de buena fechura e eguales en todos sos mie[m]bros. E la faiçón de connocer los que son buenos pora aver fijos dellos, son los que an las cabeças ligeras, e las fruentes anchas e altas, e las orejas floxas e delgadas e luengas e que ayan grand espacio entrel una e la otra, e que ayan las orejas cogidas contral pescueço e que las ayan lenes, e que ayan mu/chas venas en las fruentes, [et las soberçejas enfiestas contrarriba a las fruentes], e los quexares desde los ojos a ayuso delgados e luengos e lenes, e el catar bien agudo, e las niniellas de los ojos bien prietas e luzias e grandes, e los ojos cuevos bien como los de los leones o como los de las onças o de los adibes, e los cabos de los rostros agudos, e los quexares bien anchos, e los rostros luzios y fremosos, e los colodriellos carnudos, e los pescueços luengos, e las espaldas anchas e bien carnudas, e los pechos bien anchos, e las cuestas bien carnudas e eguales e delgadas en las ijadas, e que sean aquellos [logares] de buena grandez, e las ancas bien grandes e enfiestas e redondas e carnudas e que sean más altas que las cuestas, e el cuero sobre los vientres gordo e blando, e las manos chicas e redondas e eguales e fu-[fol. 195v]-ertes, e que sean cortas de espinazo e luengas de los pies a las manos, e que sean todos sos miembros de buena grandez, e los rabos delgados e cortos, e los nudos de los rabos eguales e tiestos e fuertes, e los cabos de los rabos botos e que non rabeen mucho, e que sean altos detrás e baxos delantre, e que ayan las unnas bien fuertes, e que ayan grandes cuerpos e luengos, e el pelo len e blando. Pues quando fallaren en ellas todas estas sennales o las más dellas, sepan que son buenas pora aver fijos dellas, e serán los fijos buenos e corredores.
E los maslos que escogen pora aprovar bien en la caça, son los que an las cabeças chicas, e que an foyos en los papos e las fruentes bien altas e que les corra la bava, ca ésta es sennal de seer más sofridos que otros canes. E los que ovieren las narizes an/chas e las molleras altas e las orejas nidias e las costiellas bien descubiertas e anchos de pechos e cortas de lomo, todos los que an estas sennales son corredores. E los que an los quexares lenes e las cuestas, e que no an los nudos del espinazo secos ni las rabadiellas, éstos otrosí son corredores. E los que an el blanco de los ojos muy grand son otrosí muy corredores. E los que son bien bivos de coraçón e alegres e non quieren estar en cadena ni andar en traella, apruevan bien. E los que son de muchas colores e semejan en sus faiçones a las fembras e les pareçen las venas de los rostros mucho, e an muchas venas en los rostros, e son bien anchas despaldas, e son de poca carne, e an los nudos de los rabos fuertes, aquestos corren mucho e apruevan bien. E [fol. 196r] los que traen los rabos colgados, aquellas non alçan contra arriba, son buenos e apruevan bien. E los que an los rabos delgados e cortos e tiestos son mejores. E los malos son los que an las sennales en contra déstas, e mayormientre los que an las rabadiellas anchas e agudas, éstos cansan aína e apruevan mal.
E las fembras que escogen pora aprovar bien en caça, son las que an las niniellas de los ojos prietas o çarcas o someras e que an los ojos grandes e los quexares delgados, e que an los cabellos luengos e gordos so los carriellos e en los rostros otrosí, e los pechos anchos e luengos e gordos e baxos contra tierra, e las cabeças de los uessos de los pechos bien someras e delgadas en la cinta, e los muslos de las piernas carnudos, e las piernas luengas e la carne dellas / bien tiesta, e el pellejo que an entre las piernas largo, e los uessos que an cerca de la natura, del un cabo e del otro, que sean chicos a mesura de tres dedos, e ellas que sean pesadas, ca estas sennales demuestran que son buenas. E las que son altas detrás e baxas delantre, corren mucho cuesta ayuso e cuesta arriba e por llano. E las altas delantre e baxas detrás, éstas corren mucho sino en logares l[l]anos. E las negras sufren más el frío que la calentura. E las blancas, si an las niniellas de los ojos prietas, son buenas. E a las que se faze una unna en las raízes de los rabos o en las piernas, apruevan bien, mas conviene que gelas corten por tal que se non fieran con ellas quando corrieren. E las que ovieren los uessos que son acerca de las raízes de los rabos anchos, e los rabos luengos e gordos apruevan [fol. 196v] mejor e yerran menos en sus caças, e esto es en contra lo [que] dixiemos de los maslos, ca los maslos an de aver los rabos cortos e delgados, e los que apertaren los dedos quando andidieren o quando corrieren son mejores porque les no entra el lodo ni la tierra entre los dedos. E éstas son las sennales que an de aver las buenas, e las sennales de las malas son en contra déstas que dixiemos. E aquí se acaba el .iii[º]. capítolo.
IV
EL .iiii[º]. capítolo es quáles cosas les an a dar a comer e cómo las deven engordecer. E dezimos assí: que esto que diremos en este capítolo, de cómo las an a dar a comer e cómo las an de engordecer, es una de las maneras por que las pueden guardar de las enfermedades que les acaeçen. Pues conviene que les den a comer en el verano e en estío tres vezes o quatro al día, e esto / porque los días son luengos e calientes, e denles el pan remojado en agua fría e non les den mucho, ca si [no] camiarlo íen, e el camiar fázeles mal, ca los emagrece e las faz demudar. E si les dieren lech a bever o en migas, serles á bueno. E que quier que les den a comer con lo primero que les dieren, denles cominos molidos, ca esto les faze aver buen fuelgo e les saca la ventosidad, e después denles lo que fincar de so comer. E una de las cosas que mejor les es pora darles a comer si es la carne cecina. E échenles azeit en el agua que les quisieren dar a bever, ca el azeite las faze delgadas e fuertes e correr bien. E denles a comer en el otonnada e en ivierno una vez cada día, quando fuer el sol puesto o ant un poco, ca si madrugasen con ellas a caça non les faziendo esto, seríen fla-[fol. 197r]-cas e tristes e non caçaríen bien. E denles a comer en esta sazón migas en caldo de carne doveja o de sos uessos, e déngelo tibio, ca si caliente fuere fazerles á cambiar. E lo mejor que les pueden dar a los canes viejos quando son cansados o tristes, que non pueden caçar, es que les den uesos o migas, ca esto les faz mejorar.
E quando los quisieren engordecer tomen de los berros e cuéganlos con del agua fasta que fierva bien, e después cuelen aquel caldo e métanles en ello de la farina tanta quanta entendieren que les fartará, e déngelo a comer tibio, e denles huesos cochos e fríos, e fáganles aquesto çinco días o .vi., ca con esto les enblandeçrán aína los cuerpos e cobrarán en sus carnes. E si les dieren a comer carne de puerco con so cuero, engordeçrán aína con ello, o si no tomen livianos de bu[ey]es e cuéganlos con del agua, / e después fáganlos menudos, e fáganles migas con aquel caldo e con aquella carne e denles dello una libra cada día e engordeçrán con ello. E otro que sí engordecen con los pulmones del buey cochos sin migas e sin otra cosa, o si non tomen cabeças dovejas e pies dovejas e cuéganlas en del agua con so cuero e con so pelo, e denles daquel caldo a comer, mas non les den de los uesos, e esto les faz engordecer aína, o denles a comer cada día .iiii. onças de manteca o çinco. E si les dieren algunos días de los daictilos a comer, serles á bueno. E quando ovieren grand fambre, de manera que pierdan el ladrido por ello et quisieren fartarlos e engordecerlos de manera que les non fagan mal, tomen duna melezina quel dizen amomo, e descortézenla e muélanla, e del azeit, tanto de lo uno cumo de lo ál, e mézclenlo con sevo salgado e denles [fol. 197v] dello tres días, que non les den otra cosa sino esto. E quando ovieren fastío, que non quisieren comer, fáganles comer estierco dombre e destéllenles en las narizes vinagre buelto con farina de lentejas e úntengelas con ello. E si enflaqueçieren por les dar poco a comer, denles cada día a comer manteca calient un poco ante del ora que les suelen dar a comer, e non los saquen a caçar fasta que cobren en la fuerça que antes avíen. E quando quisieren engordeçer los leones pardos, denles a comer carne de los muslos de las ovejas tanto quanto les abonde, e lo más que dent pueden comer son .vi. libras, e guarden que les non den seuo en ella. E aquí se acaba el quarto capítulo.
V
EL quinto capítulo es de cúmo los deven criar e cómo deven caçar con ellos. Pues que avemos dicho en el quarto / capítolo las cosas que les an a dar a comer e cómo las an de engordeçer, queremos dezir en este capítolo cómo los an de criar e cómo an de caçar con ellos por tal que seamos sabidores de aguardarlos de las enfermedades que les acaeçen e que sean bien ensennados, que quando los l[l]amaren que vengan, e quando los echaren que vayan, e que sean bien estables en sus bondad e aturadores en la caça o en que quier que los ayan mester. E agora queremos dezir cómo los an atar e en qué logares an de yazer e cómo los an de criar. E dezimos assí: que conviene que los aten luenne unos dotros, ca el estar que están unos cerca dotros les faze oler mal los fuelgos e los faze ensarneçer e les faze aver muchas denfermedades, e trayan las manos todavía sobre [fol. 198r] ellos l[l]anamientre e fréguenles los cuerpos con panno blando de lana, ca esto les faze pro e los faze seer bien mandados e falagueros, e quando los enridaren a la caça, irán más aína. E los logares ó ovieren de dormir sea acerca daquellos que los criaren, ca esto los faze seer otrosí falagueros, e en aquellos logares ó yoguieren pónganles ý ropa o otra cosa blanda, ca con esto fuelgan mucho e son más alegres por ello. E desátenlas una vez o dos cada día quando las sacaren a ribera, e otro mientre todavía estén atadas, ca quando andan desatas todo el día cansan por ello e pierden el agudez e non son tan alegres. E quando los sacaren a ribera, no los saquen todos en uno, sino cada uno por / so cabo. E si estidieren muchos días que non salgan a caça, sáquenlos de dos en dos a ribera, ca con esto se alegrarán e serán ledos e serles á segundo si los sacasen a caça.
E aquí queremos dezir cómo las deven sacar a caça. E dezimos assí: que non conviene que los saquen a caça fasta que ayan .x. meses, ca si ante los sacassen a caça, torcérseles íe algún miembro o crebaríe o enflaqueçríen por ello, ca esto es porque an los miembros muy tiernos en aquella sazón, e non conviene otro que sí que los dexen de sacar a caça después que ovieren complida esta edad, pero si los sacaren non pueden ser seguros dellos de non cansar o de aver enfermedad en los vientres o de non seer caçadores, ca esto es en ellos segund sus naturas e segund so uso, e guárdenlos quando los sacaren a caça, que se no alleguen a ellos otros canes estrannos, ca si se allegaren [fol. 198v] a ellos, avrán de trebejar con ellos e cansarán e después non serán tan alegres ni caçarán tan bien. E sáquenlas en el tiempo del verano a caça en la esposiesta, e en el tiempo del estío en la grand madrugada, e caçen con ellos fasta que escaliente el día, e después vénganse, si no fazerles íe mal la sed e la calentura de la tierra a las unnas e a los pies. E en tiempo del otonnada sáquenlos a caça después de mediodía, e en tiempo del ivierno sáquenlos en la primera ora del día, e caçen todol día con ellos sis quisieren, ca en este tiempo non les faze mal por andar todol día.
E agora queremos dezir cómo sacan el rastro de la caça por so uesmo en los quatro tiempos del anno, e quáles son los buenos tiempos pora sacar el ra/stro o quáles no. E dezimos assí: que en el tiempo del verano uesma[n] poco sus caças, e esto no acaeçe porque non son fallados los logares de las caças por so[s] rastros dellas, mas es por olor de las flores que á en es tiempo, e otrosí uesma[n] poco en el tiempo del estío porque la grand calentura les faze perder el uesmo de la caça. E en el tiempo del otonnada e en el començamiento del ivierno uesman bien e son agudas en usmar sus caças, ca las liebres se mueven mucho [et andan much] en es tiempo e en las noches del ivierno e fallan más so rastro e síguenle e uesman más sus caças, e a las vezes se buelven las golpejas con las liebres en las noches del ivierno, e mayormient en las no-[fol. 199r]-ches que faze lunar. Pues fallan los canes los rastros bueltos en uno, e a las vezes quando lo fallan assí buelto aullan, e esto no les acaeçe sino quando se les buelven los rastros e non pueden escoger el rastro de la caça por este bolvimiento, e por esto se paran e aullan e non consiguen rastro ninguno por miedo que errarán el rastro de la caça que quieren conseguir. E en el tiempo del estío andan poco las liebres e fállanlas aína e cerca de so rastro. E los días que son mejores pora sacarlos a caça son los días claros e que non faz viento. E conviene que no los lieven a caça sino en sus traellas, ni los desaten fasta que alleguen a los logares de la caça, ca si los desatassen, correríen a un cabo e a otro e cansa/ríen e quando allegassen a la caça no correríen tanto ni seríen tan alegres. E non conviene que los saquen a caça el día que fiziere viento fuert, ca los faze perder el usmo e el rastro de sus caças, e mayormientre quando corriere ábrego, ca este viento á por natura de amatar los rastros e de fazer perder el uesmo, e otrosí quando llueve fázeles perder el uesmo e amata el rastro de las liebres. E non conviene que los saquen a caça quando nieva, ca los quema los rostros, e mayormientre la elada, ca les danna las unnas e los pies, mas puédenlos sacar a los logares ó yoguier mucha nief, ca la mucha nief no los empeeçe tanto. E otrosí non conviene que los non saquen a caça quando camiaren, ca los enflaquece mucho e les faze [fol. 199v] grand mal. E no los fagan mucho lazrar ni mucho caçar, ca si no enójanse por ello e entristeçen. E quando caçaren no les den muchas vozes ni los enriden mucho, ca los faríe mal e parars íen estordidos, que non sabríen ó ir, mas lo mejor que los pueden fazer, [es] llamarlos por sos nombres e enridarlos por la manera que más ovieren usado por tal que ellos ayan sabor de la caça e de buscarla e de conseguir el rastro della e de ir tras ella.
E las sennales porque pueden entender si son alegres quando los sacan a caça e si an sabor della, es que los verán andar much alegres e meçrán las colas e enfestarán los cuellos arriba e catarán a diestro e a siniestro, e uesmarán mucho e conseguirán el rastro de la caça e uesmarán los logares / ó estido. E conviene que quando fueren acerca de sus caças, que segund viere[n] que están alegres, aquél que los trae, que assí los enride, e enrídenlos falagando, ca estonçe avrán sabor de la caça e tomarla an. E los que an usado de caçar en las pennas e en los logares fuertes son más fuertes de pies e de piernas. E quando tomaren la caça, denles del coraçón della, e por esto avrán mayor sabor de la caça e serán más alegres.
E agora queremos dezir de la enfermedades que les acaeçe[n] quando andan a caça e sos melezinamientos. Quando las sacaren a caça en tiempo del estío e las fizieren lazrar e sacaren las lenguas e refolgaren apriessa e non fallaren agua en aquellos logares ó andan, crébenles dos uevos en las gargantas , ca esto les toldrá la sed, e si esto no les [fol. 200r] fizieren, poderles íe acaeçer por aventura los dolores de la tísica; e quando fueren venidos de la caça denles otros dos uevos mezclados con del vino, o mezclen del vinagre con del agua e metan ý de las vainas de las lentejas molidas e úntenles con ello las cuestas e los pescueços e rocíenles todos los otros logares de sos cuerpos con desta melezina, e después tomen .ii. uevos e mézclenlos con olio rosado e fágangelos tragar, e remogen de las vainas de las lentejas en del vinagre e destéllenles dello en las narizes. E si les prisier calentura por aquesto, sángrenlas en las venas que an en las orejas, e non les saquen mucha sangre, ca si no fazerles íe mal al viso. E si tomaren dos uevos e los mezclaren con del almorí e gelos echaren en las narizes fa/zerles á pro.
E quando les acaeçier cansatio después que ovieren caçado e demostraron bondad en sus caças, rocíenles los rostros con vinagre en que fueron remojadas vainas de lentejas, e después sofúmenlos con pelos de piernas de cavallos e cúbranlos con mantas e enbuélvanlos bien fasta que suen, después déxenlos folgar e alímpienlos, e después tomen de las azederas e mágenlas e mézclenlas con dos uevos e con de la manteca e déngelo a comer, e después fáganles [bever] dos libras de vino annejo, poco más o poco menos, e échenles en es vino un poco de pimienta molida.
E quando les acaeçiere acrecemiento dumores e los quisieren purgar dellas, déxenlos un día que les non den que coman, e después échenles en las gargantas de la sal molida e apriéntenles las bocas fasta que la traguen, e [fol. 200v] después que fueren purgadas e limpias, denles miel e leche mezclado a bever, e después denles a comer como solíen. E si les dieren a comer vientre doveja o de cabra fazerles á purgar; e si non se purgaren con esto que dixiemos, tomen del habarraz e muélanlo e mézclenlo con un uevo e metan ý del olio rosado peso de dos dineros de plata e bátanlo bien e échengelo por las narizes, e esta melezina les faze pro, mas enmagréçelos.
E quando non pudieren mear, denles a comer estierco domne remojado en leche de cabras.
E quando los mordieren las moscas, tomen de la ruda e quémenla e destémprenla con del agua e fáganles della bever e úntenles con dello las mordeduras de las moscas. E si les mordieren távanos, destéllenles en las mordeduras agua calient.
E si mordiere un perro a otro, tomen / del alquitrán e del escoria del fierro, tanto de lo uno como de lo ál, e muelan el escoria e mézclenla con el alquitrán e úntenles las llagas con ello. E si raviaren por mordedura que les faga otro perro, entenderlo an por estas sennales: ca las verán andar a un cabo e a otro amodorridas, e tornar los ojos en alvo, e catar mucho en fito a los que passan antellas, e non connoçen a sos duennos, e an poco miedo, e agravéçeles que quier que les fagan, e quando les acaeçier qual cosa quier daquestas a alguno de los perros, tomen de las fojas de la ruda e mágenlas e mézclenlas con miel e con sal molida e fáganles dello emplaustro e póngangelo sobre las llagas; e si mejoraren con esto, si no tomen de las fojas de la ruda e mágenlas e mézclenlas con [fol. 201r] azeit e con vinagre e fáganles dello emplaustro e póngangelo sobre las llagas, o tomen lana suzia e lávenla e póngangela desuso e déxengela ý estar .vii. días; e si mejoraren con esto, si no tomen del sevo del ánsar e mézclenlo con de la miel e póngangelo desuso .iii. días; e si mejoraren con esto, si no tomen unto de puerco annejo e derrítanlo o aferviéntenlo e fáganles emplaustro dello e póngangelo sobre las llagas; e si mejoraren con esto, si no tomen del estierco de las cabras e mézclenlo con vino annejo e póngangelo sobre las llagas.
E quando se les quemaren las unnas andando a caça, tomen de la ceniza e amássenla con de la miel e póngangelo sobre las unnas. E si se les incharen las piernas por correr o por lazería que ayan, tomen / del vinagre e del azeit e mézclenlo en uno e caliéntenlo e caldeenles las piernas con ello e los logares inchados. E si se despearen, amassen de la farina del trigo e fáganles della emplaustro e póngangele desuso; e si mejoraren con esto, si no tomen de las cascas de las mielgranas e muélanlas e mézclenlas con de la sal molida e con del vinagre e pónganlo en un tiesto calient, e quando fuere tibio, de manera que lo puedan sofrir, métanles los pies en ello; e si mejoraren con esto, si [no] úntenles los fondones con del azeit e lávengelos con del agua calient, e fáganles esto tres días, e úntenles los pies con del alquitrán, e con esto se les toldrá el despeamiento e esles bueno pora todas sus enfermedades. E si les fizieren collares dun árbol quel dizen sambucus e los troxieren .iii. días, [fol. 201v] un pos otro, fazerles á pro; e si mejoraren con esto, si no tomen de las agallas e del azeche, tanto de lo uno como de lo ál, e muélanlo e ciérnanlo, e después echen en ello del vinagre fasta ques destiempre, e después pónganlo al sol e déxenlo estar fasta que espesse e escaliente, e después métanles las palmas en ello, e esto es bueno a los canes, e mayormientre a los leones pardos. E aquí se acaba el .v[º]. capítulo.
VI
EL .vi[º]. capítolo es de las cosas naturales que dixieron los antiguos que fallaron en ellas por provamientos. E pues que dixiemos lo que conviene de dezir en los otros capítolos, queremos dezir en este las cosas que dixieron los antiguos que fallaron por pruevas, e nos non las provamos mas querémoslas meter en este nuestro libro e por tal que sea más complido e que / non mingüe en él ninguna cosa de las que nos sabemos de que se podríen aprovechar. E agora diremos cómo las deven melezinar del mal de los ojos. E dezimos assí: que una de las cosas que les tiene pro a las enfermedades de los ojos es que tomen .vii. granos de cevada e tráyangelos uno a uno aderredor del ojo enfermo, e esto con la mano siniestra. E quando los quisieren fazer que estén quedos en las posadas e que non fuyan, tomen una cannavera que sea tan luenga como el rabo del can que quisieren fazer que non fuya e tresquílenle los pelos del rabo e métanlos en la cannavera, e después pongan la cannavera en la posada, en logar que esté so techo, e esto les ferá estar quedos e que non fuirán. O tómenlos por los rabos e tírengelos e méssenles de los pelos quantos les pudieren messar e mé-[fol. 202r]-tanlos en otra tal cannavera como dixiemos, e pongan aquella cannavera en un logar qualquier de la posada. O tomen una cannavera verde e tierna, e tomen una piedra quel dizen carave, e alimpien con aquella piedra la cannavera, e después tráyanles la cannavera desde los rostros fasta los cabos de los rabos, e después enbuelvan la cannavera en un panno e encúbranla dellos, que la non vean, e quando el sol se quiere poner, métangela entre los pies de manera que lo no entiendan, e después pongan la cannavera en un logar de la posada de manera que lo no vean, e el que esto fizier, non fable mientra que esto fizier, ca esto les fará que non fuyan.
E agora queremos dezir cómo les tingan las colores. E quando les quisieren camiar la color de blanca a pri/eta, tomen de la cal e del escoria de la plata, tanto de lo uno como de lo ál, e muélanlo e amássenlo con de la miel e úntenlas con esto .xxx. días, cada día una vez, e con esto se farán prietas. E quando quisieren fazer a los blancos que les nazcan pelos prietos, tomen del azech e del çumo del estierco de los asnos e del sevo de la cabras, tanto de lo uno como de lo ál, e cuéganlo todo en uno, e después unten con ello los logares ó quisieren que nazcan pelos prietos, e fáganles esto .x. días e naçrán les pelos segund quisieren. O tomen pan cocho con vinagre e con agallas e mézclenlo con del agua, e después cuéganlo otra vegada e úntenlos con ello, ca con esto se farán de los pelos blancos prietos.
E agora queremos dezir cómo farán a los canes que sean luengos [fol. 202v] de cuerpo. E quando esto quisieren fazer, fagan foyos fondos e métanlos dentro, e lo que les quisieren dar a comer póngangelo ençima de los foyos, ca estendijando pora alcançar a aquello que an de comer, fazers an más luengos.
E agora queremos dezir cómo los farán que non corran. Pues quando les quisieren esto fazer úntenles los sobacos con azeit, ca esto les fará que no corran.
E agora queremos dezir cómo los matarán si los quisieren matar por envidia o por otra cosa, tomen de la fiel del buey quanto tres onças, e duna melezina quel dizen [...] otro tanto, e del adeffla e del escoria de la plata, de cada uno .vi. onças, e del sevo tanto quanto habonde por amassarlo todo, e mézclenlo todo en / uno e amássenlo con el sevo e déngelo a comer. E aquí se acaba el .vi[º]. capítolo e el quarto tractado.
José Manuel Fradejas Rueda
Creación / última revisión: 07.12.2015